El papa Francisco lamentó que Europa “no ofrezca caminos creativos” para acabar con la guerra en Ucrania, en el discurso a las autoridades portuguesas en Lisboa, donde llegó hoy para participar en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).
En el centro Cultural de Belém ante un millar de personas después de reunirse con el presidente del país, Marcelo Rebelo de Sousa, Francisco pronunció un largo discurso sobre todo centrado en la necesidad de respetar la misión originaria de la Unión Europea.
Frente a las autoridades, cuerpo diplomático y miembros de la sociedad civil, el papa Francisco recordó que aquí, en el 2007, se firmó el homónimo Tratado de reforma de la Unión Europea, que afirma que la UE “tiene como finalidad promover la paz, sus valores y el bienestar de sus pueblos”.
Y señaló que el Tratado de Lisboa va más allá “al afirmar que en sus relaciones con el resto del mundo […] contribuirá a la paz, la seguridad, el desarrollo sostenible del planeta, la solidaridad y el respeto mutuo entre los pueblos, el comercio libre y justo, la erradicación de la pobreza y la protección de los derechos humanos”.
Deseó que la JMJ, a la que acudirán cerca un millón de jóvenes, sea para Europa “un impulso de apertura universal” porque, argumentó, “el mundo necesita a Europa, a la verdadera Europa; necesita de su papel de constructora de puentes y de paz en su parte oriental, en el Mediterráneo, en África y en Oriente Medio”.
Francisco subrayó que la misión originaria de Europa era la de” abrir caminos de diálogo e inclusión, desarrollando una diplomacia de paz que apague los conflictos y alivie las tensiones, capaz de captar los más tenues signos de distensión y de leer entre las líneas más torcidas”.
Y entonces destacó que se percibe “la falta de rumbos valientes hacia la paz” y preguntó a Europa: “¿Hacia dónde navegas, si no ofreces procesos de paz, caminos creativos para poner fin a la guerra en Ucrania y a tantos conflictos que ensangrientan el mundo?”.
También lamentó los esfuerzos para la producción de armas cada vez más sofisticadas, “que no representan inversiones de futuro, sino el empobrecimiento del verdadero capital humano, el de la educación, la sanidad, el estado de bienestar”.
“Sueño con una Europa, corazón de Occidente, que utilice su ingenio para apagar focos de guerra y encender luces de esperanza”, dijo Francisco en este gran auditorio ante un millar de personas.
Con información de agencias