El director de la Oficina del Registro Civil del Municipio de Querétaro, José Luis Romero Montes, reconoció, con información de la Secretaría de Servicios Públicos Municipales, que seis de los ocho panteones de la capital están saturados.
Luego de anunciar la campaña anual de “Exhumación de Restos Áridos Humanos con temporalidad vencida”, que comenzará este 1 de octubre, el director reconoció que es necesario que la gente atienda esta convocatoria, para abonar a la capacidad de fosas de los panteones.
“Sí es preocupante. Tenemos dos panteones saturados al 100 por ciento, que son el de Santa Rosa Jáuregui y el de Hércules (…). De ahí en fuera se vienen cuatro panteones que ya están saturados al 90 por ciento”.
José Luis Romero señaló que las inhumaciones que se llegan a hacer en los panteones Hércules y Santa Rosa Jáuregui, donde no hay capacidad para nuevas fosas, se deben retirar los restos de algun familiar y colocar los nuevos restos en este intercambio.
Mientras que los panteones de San Pedro Mártir, Mompaní, Buenavista y El Cimatario están cubiertos al 90 por ciento de su capacidad.
Por ello, para incitar la participación ciudadana, Romero Montes informó que se colocará una lista a las afueras de cada panteón, de los familiares a quienes se les terminó la temporalidad de cinco años para finados menores de 15 años; y de seis años para adultos.
“En todos los panteones del municipio van a estar pegadas las listas de las personas cuyos familiares ya se les venció la temporalidad. Acérquense a los panteones, al registro civil, les podemos señalar si ya tienen la temporalidad vencida en su familiar, para que realicen de manera pronta la exhumación”.
Recordó que durante estos tres meses, los trámites, de exhumación y cremación, costarán 120 pesos cada uno; y las funerarias se suman a esta campaña ofreciendo los servicios de nichos y la cremación.
El director fue enfático al señalar que en caso de no acudir algún familiar al término de la temporalidad, los restos serán retirados de las fosas y serán depositados en los “osarios”, etiquetados debidamente para que sean reclamados.