Al evaluar la estrategia contra la corrupción de la 4T no voy a caer en la misma terrible injusticia del Presidente cuando analiza los fideicomisos. Afirma: “En todos hay corrupción y quienes los defienden son unos corruptos”. Salvémonos de esas generalizaciones. Reconozcamos que algunas de las acciones de López Obrador contra los corruptos son extraordinarias, magníficas, me atrevería a decir que son casi históricas. No obstante su política adolece de dos vicios que nos permiten sostener que, efectivamente, como afirma el Presidente: “Mi gobierno no es como los pasados. Que no nos confundan”. Tiene razón, son peores, son más descarados y, por lo tanto, más cínicos. Fundemos nuestro juicio
Sorprende al Gobierno las acusaciones contra el General Cienfuegos, pero en esta administración, de acuerdo con un artículo que se publicó el 25 de agosto en El País, el Ejército “desvió 156 millones de dólares a empresas fantasma entre 2013 y 2019”. Peor aún, sostiene El País: “Ninguno de los altos mandos de la Secretaría de Defensa Nacional que autorizaron las compras ha sido sancionado por las operaciones en las que se emplearon 250 compañías”. Al respecto, nada se ha aclarado.
Carlos Correa Guerrero. Gerente de Contrataciones de la Subdirección de los Servicios de Producción de PEMEX, adjudicó contratos por 250 millones de pesos a una empresa que no se le conoce en el ámbito petrolero, ni tiene reconocida experiencia: señala como domicilio fiscal un gimnasio. El Director General, jefe de Correa es Miguel Ángel Lozada, que acaba de ser rehabilitado por presuntos vínculos con la Estafa Maestra. Nada ha respondido ni PEMEX ni la presidencia.
Concepción Falcón, cuñada del mandatario y regidora de Macuspana, renunció junto con otros 10 funcionarios y el alcalde municipal, argumentando “ingobernabilidad”, en la tierra natal de López Obrador. Legisladores locales del Partido de la Revolución Democrática, aseguraron que la dimisión tuvo su origen en un desfalco de al menos 200 millones de pesos, citando documentos del órgano interno de fiscalización. Tampoco se ha dicho ni pío.
El derecho romano es la gran matriz del derecho, Nada temía ni odiaba más un ciudadano romano, que cualquier disposición legal, tuviera una mínima referencia, en pro o en contra, a una persona determinada. Afirmaban: “La mayor y mejor gracia del derecho es que no existan privilegios. Que se aplique a todos”. El primer vicio de la estrategia del Presidente y la 4T, han sido privilegiar a los cuates, simpatizantes y parientes. Una lucha contra la corrupción de sastre, a la medida de los enemigos. Esta política selectiva, lejos de desalentar a una de las principales causas de la corrupción, la impunidad, la anima y la fortalece. Lo que afirmé al principio, en la lucha contra la corrupción los de la 4T no son iguales, son peores, pues no hay peor perversión de un Estado, que la ley, medio de justicia social, convertirlo en una arma de venganza personal.