Sí hay de otra: Sabino
- Panistas avalan coaliciones. El tricolor se zafa.
- Las encuestas favorecen a AMLO y a Morena
- Los suplentes Alfredo Botello y Jiménez Yáñez
- Reportaje de Ruiz Olaes, replicado en redes
Contradicción.
El discurso triunfalista del presidente estatal del PAN, Agustín Dorantes Lámbarri, sobre su rotundo triunfo electoral en 2021 y las consecuentes declaraciones del dirigente nacional, Marko Cortés de que en Querétaro irían sin aliarse, pues son “una fuerza consolidada” que no requiere de ningún apoyo externo, han caído por su propio peso.
Y es que Acción Nacional dio a conocer que en su Consejo Estatal celebrado el viernes, se aprobaron las coaliciones o candidaturas comunes con otros partidos políticos, al tiempo que votaron por el método directo en la elección de candidatos a gobernador, diputados y alcaldes.
Sobre este tema, que se prestó a confusión sobre un acuerdo con el tricolor, ayer mismo, el presidente estatal del PRI Paul Ospital, dijo a PLAZA DE ARMAS que ellos no irán con el PAN en nada. Seguramente, comentó a este armero, traen en el radar ir con un partido pequeño.
“Quieren a la militancia y no al partido y pues así no”, señaló. “Ya lo declaré a ustedes en entrevista con tu director”, el 24 de noviembre pasado:
“Veo un PAN que quiere a los priistas pero no al PRI. Es decir, se acercan a distintos actores políticos en todo el estado para invitarlos a participar, pero no quieren al partido. Veo un PAN soberbio y sobrado. Y esta es la fórmula perfecta para perder. Lo hemos visto una y otra vez en las elecciones de Querétaro, a diferencia de otros estados del país. Cómo las últimas cuatro elecciones al gobierno del estado, quien ha arrancado -según distintas encuestas- en primer lugar, tan solo 45 días antes de la elección, no seis meses como ahora, quien ha arrancado como puntero no ha ganado. Así que esta fórmula de soberbia, hemos visto las lecciones de las elecciones anteriores y es la fórmula perfecta para la derrota”, afirmó en esa entrevista.
Cabe destacar que Marko Cortés había determinado que mientras que en otros estados tendrían que hacer “cosas extraordinarias” para obtener los resultados, en el caso de Querétaro, Guanajuato y Aguascalientes, los escenarios le son favorables.
“Tenemos que atender estas realidades de manera específica. Hay estados de la República en donde apostaremos por nosotros mismos. Y te pongo el caso de Guanajuato, Querétaro, de Aguascalientes en donde Acción Nacional está suficientemente consolidado no solo para ir a una contienda electoral. Para lograr un buen resultado y ganar todos los distritos”, sentenció Cortés durante una conferencia de prensa.
Pero los panistas no comparten la visión de su joven líder nacional y el viernes pasado, durante su Consejo Estatal, decidieron enmendarle la plana al CEN: “Es importante y urgente señalar que debe haber alianzas y deberán ser bien definidas, y esperaría que estemos a la altura de las circunstancias y la decisión que tome el PAN la acataré “, afirmó Martín Arango, secretario general del PAN en el estado.
Claro, como siempre, culparon a la ciudadanía de la búsqueda de aliados, de cómplices electorales:
“En el próximo proceso electoral se ha generado un movimiento ciudadano importante, en donde hacen el llamado a los partidos políticos para que dejando sus diferencias históricas y agravios que han tenido a lo largo del tiempo puedan conformar un frente amplio para competir, postulando a los mejores candidatos”, dijo Guadalupe Murguía, que participó con Arango y Mauricio Kuri y trataron de explicar el cambio de rumbo.
“Es importante y urgente señalar que debe haber alianzas y deberán ser bien definidas, y esperaría que estemos a la altura de las circunstancias y la decisión que tome el PAN la acataré “, comentó el senador y principal aspirante panista.
Lo cierto es que, según fuentes cercanas al cuarto de guerra del blanquiazul, los números para la elección de gobernador están parejos y, si como cree Paul Ospital, el que está arriba no gana, el partido en el poder debe pisar el acelerador y aliarse hasta con el diablo –no sería la primera vez- para ganar la elección 2021.
Porque el año entrante, como se ha venido diciendo en este espacio, los panistas no solo se juegan las sillas de Palacio de la Corregidora y del Centro Cívico. No. Está en riesgo hasta la libertad de algunos funcionarios de primer nivel, cuyo enriquecimiento (in)explicable, es de sobra conocido por la ciudadanía y políticos de oposición que están ávidos de darles un viaje todo pagado al spa de San José El Alto.
Así las cosas, el PRI no va con ellos, solo les queda alguno de la chiquillada, que necesite sus tres puntitos para mantener el registro.
¿Quién se anima?
-LA VIEJOTECA-
1973.
En la época del PRI como partido único, cuando ser candidato era puro trámite, el favorito del centro para la gubernatura de Querétaro parecía ser Alfredo Vladimir Bonfil, el carismático líder de la Confederación Nacional Campesina, oriundo de Amealco. En la casa presidencial se le veía como de la familia y él correspondía con una oratoria desbordante a favor del primer mandatario.
Sus frases ilustraban carteles con la fotografía de don Luis, como aquella de “A una voz de Echeverría este país se incendia o se apacigua”.
Todo parecía listo para que Alfredo fuera el sucesor de otro amealcense, don Juventino Castro Sánchez, abuelito de Karina Castro.
Sin embargo las cosas se le complicaron a Bonfil, quien en los primeros días de enero de 1973 produjo declaraciones muy desafortunadas: “Con la Constitución o sin la Constitución” exclamó al exigir a un nuevo reparto de tierras. Y esa otra no tiene desperdicio: Repartiremos los latifundios industriales”.
Eso fue demasiado fuerte hasta para el presidente Echeverría.
Sin olvidar la influencia del todopoderoso secretario de Gobernación, Mario Moya Palencia, entonces fuerte presidenciable, en favor del arquitecto Antonio Calzada Urquiza, su compadre, padrino de bautizo de Pepe Calzada.
Así, la sucesión estatal dio un fuerte viraje a favor del presidente municipal de Querétaro, en quien el PRI encontró otro candidato “más mejor”.
Antonio Calzada, líder de una “Nueva Generación” fue postulado.
Alfredo V. Bonfil aceptó la decisión y ya venía al mitin de apoyo al abanderado cuando su avión explotó y cayó al mar, frente a las costas de Veracruz.
Pero esa es otra historia.
-OÍDO EN EL 1810-
Visiones.
Las encuestas nacionales presentadas en las últimas horas, sobre la evaluación presidencial a dos años de iniciada la administración de Andrés Manuel López Obrador, tienen distintas lecturas. Pero lo innegable es que el tabasqueño ha tenido un repunte en los últimos meses, que lo ubican arriba del 60% de aprobación. Y otro dato revelado por Reforma: Si hoy fueran las elecciones de diputados federales, Morena obtendría un 44% de la votación, mientras que PAN y PRI lograrían un 18% cada uno.
Lo dice el periódico Fifí.
-¡PREEEPAREN!-
Una pregunta.
¿Qué tienen en común el panista Alfredo Botello Montes y el moreno Juan José Jiménez Yáñez?
Que ambos son suplentes de senador. El primero, actual secretario de Educación del Estado, hombre de gran oficio político, espera que las cosas le vayan bien al propietario del escaño, Mauricio Kuri González, sabiendo que podría ir por tres años a la Cámara Alta, mientras que el segundo ya traicionó a quien lo invitó a su fórmula y quiere disputarle la candidatura al gobierno. En el PRI, partido al que pertenecía el JJJ, fue diputado local y le negaron ser candidato a la federal.
La ambición es canija.
-¡AAAPUNTEN!-
Mezquinos.
No, no fue en redes sociales donde se dio a conocer que el “licenciado” Mauricio Ruiz Olaes no lo era. Que mintió en su currículum y que no terminó ninguna de las dos carreras que ostentaba ni mucho menos los diplomados ni maestría.
Fue un reportaje de este armero, publicado aquí y replicado, eso sí, en redes sociales.
Pero como en la casa de enfrente no saben lo que es un reportaje de fondo, se entiende su confusión.
Dígame licenciado.
-¡FUEGO!-
Contrincantes.
Hace dos años la fórmula de Mauricio Kuri y Lupita Murguía derrotó a la de Gilberto Herrera y Celia Maya.
Los panistas, con todo el apoyo de Pancho y la parafernalia del poder, llevaban 15 puntos de ventaja y al final sólo ganaron con tres. Y eso que los morenos hicieron una campaña más bien modesta.
¡Porca miseria!