El vocero de la Diócesis de Querétaro, Martín Lara Becerril, consideró que esta edición de la Manifestación Feminista de este 8 de marzo en el estado, fue pacífica, a comparación con las protestas realizadas el año pasado.
Consideró que hubo un incremento de la participación de las mujeres a nivel nacional y en lo local; señalándolo como “el último grito de que ellas hacen de la justicia”, por lo que respaldó esta petición.
“Es muy digno tener en cuenta el grito dela mujer, no queremos violencia. Yo creo que nadie queremos violencia. Al día, 10 mujeres, entre niñas y jóvenes y mujeres adultas mueren al día en México, la violencia contra las mujeres es dura, no queremos que haya violencia”.
Sin embargo, Martín Lara también reconoció que algunas de las mujeres que marcharon en estos contingentes en la entidad generaron agresiones a terceros, con la pinta de paredes particulares, espacios públicos y monumentos, como el Tanque, el monumento a la Corregidora.
El vicario general aseguró que no se dañaron más que dos espacios religiosos; a los templos de Santa Rosa de Viterbo, así como la fachada del Templo de San Francisco. Esto, dado que la Diócesis habría solicitado la protección con vallas de los espacios más vulnerables de confrontación y agresiones.
“Solo dos edificios de orden religioso que en esta ocasión fueron dañadas. Nos unimos al grito de las mujeres, no queremos violencia en contra de las mujeres, pero lo que si nosotros no estamos de acuerdo es que para exigir este derecho el móvil sea precisamente utilizar la versión de grafiti y esta forma de agresión, porque también es una forma de agresión”, argumentó.