Por Carlos Uriegas
Pablo César Jiménez Pérez conquistó la cima del Everest y se convierte en el primer queretano en llegar al techo del mundo.
Luego de un mes de expedición el abogado, alpinista y aventurero de 27 años logró el sueño de subir los 8848 metros sobre el nivel del mar, la altura más alta que puede alcanzar un hombre en el planeta.
María Pérez Rojas, mamá de Pablo César platicó con PLAZA DE ARMAS para decirnos que su hijo llegó a la cima en las primeras horas de ayer, era la noche de México y se enteró gracias a que la empresa felicitaba a los 17 alpinistas que habían llegado a la cumbre en esta primera expedición del año, en dicha lista aparecía el nombre de Pablo César Jiménez Pérez.
“Me siento muy contenta, aliviada, emocionada. Siempre estuvimos muy al pendiente de sus publicaciones de la empresa y tenía la aplicación que notificaba cómo iba la expedición. Justo ayer a las 11 de la noche de México, comentó que felicitaba al equipo que había logrado llegar a la cima del Everest y sus 8848 metros; enlistaron a los 17 que llegaron y ahí estaba Pablo. No sabes qué tranquilidad, alivio y felicidad sentimos al saber que subió”, comentó muy emocionada María Pérez Rojas, orgullosa madre de Pablo.
El alpinista queretano emprendió el regreso de la cima, estará uno o dos días sin señal en lo que baja al campamento.
“Esperamos tener noticias de él entre hoy y mañana, ya cuando regrese al campamento”.
Pablo César hace un mes que llegó a Nepal para conquistar a la montaña más alta del mundo, pero este es tan solo uno de los retos que ha conquistado, ya que el joven aventurero ha estado en la zona más caliente del mundo, en el Kilimanjaro, subido todas las montañas de México, recorrido casi 70 países y ha cruzado el Atlántico en velero; múltiples retos, los cuales muestran que el joven abogado logra lo que se propone.
“Todo lo que se proponga lo va a lograr, se fija objetivos y los va logrando. Yo espero que sea su último reto extremo”, comparte su madre, pero sabe en el fondo que será difícil que Pablo César se deje de mover.
Estas experiencias han ido forjando a Pablo, con quien hemos platicado a los largo de esta expedición. Siempre ha mostrado seguridad, fe y mucha fortaleza, física y mental. Siempre se ha notado seguro, claro, por momentos uno siente que está dialogando con una persona de más edad, con experiencia, con un maestro, pero sólo tiene 27 años.
Su familia se quedó en Querétaro, pero estuvo con él apoyándolo, y llegaron juntos a la cima.
“Tenemos muchos sentimientos encontrados, pero siempre apoyándolo. Recuerdo que le dijimos que comprara otro tanque de oxígeno, nos decía que estaban bien caros allá arriba (20 mil pesos), pero le dijimos, cómpralo, luego vemos”, compartió María, quien también es mamá de Ana Paula, joven de 20 años y quien sigue los pasos de su hermano, ha subido volcanes en Guatemala, después de haber cumplido con La Malinche y el Pico de Orizaba.