Todos los días tenemos accidentes en las muy transitadas carreteras de la muerte que cruzan por Querétaro, especialmente en la 57, pero también en el Macrolibramiento, en donde ocurrió la carambola de ayer, mientras el gobierno federal prefiere invertir en obras faraónicas de dudosa justificación, como el Tren Maya y la refinería de Dos Bocas, por no hablar de la Central Avionera AIFA. Hay otras prioriades.
Agua del camino solo deja dolor y espino.