POR: VÍCTOR POLENCIANO
Imposibilitado para caminar por una lesión sufrida hace 20 años, Óscar Gómez Garrido lleva su vida sobre ruedas, enfrenta retos y busca oportunidades laborales y humanas todos los días.
Con 31 años, es licenciado en Pedagogía y voluntario en el área de rehabilitación del Instituto Mexicano del Seguro Social, lugar al que le gusta llevar un mensaje de lucha y constancia para todos aquellos que por diversas circunstancias tienen que pasar por un proceso de incapacidad temporal o permanente, poniéndose como ejemplo vivo de que se puede salir adelante a pesar de las circunstancias.
“Partiendo de la filosofía que me gusta ayudar sin palabras, me gusta ayudar con el ejemplo y yo creo que esta es mi labor de esta experiencia, que es estar en silla de ruedas (…), las personas me ven y les inculco el mensaje sin palabras y muchos me han dicho que ha cambiado su vida”.
Para cubrir los gastos de alimentación y vivienda, Óscar realiza la venta de diferentes productos, que además de los apoyos económicos o en especie que recibe por el voluntariado le permiten costear los gastos diarios, ya que hasta el día de hoy no ha podido incorporarse en una empresa de manera formal que le dé estabilidad y tranquilidad económica.
Derivado de ello, él se ha dicho consiente de que dada su condición, que es degenerativa, es complicado que lo contraten de manera permanente en una empresa, por lo que día con día busca la oportunidad de que sea a través de compartir con otros su experiencia de vida, una forma de ingreso económico para él y sobre todo de ayuda a los demás.
“Sí he buscado. Llevo 3 años tocando puertas y aún no he encontrado la puerta adecuada o la persona adecuado, pero siempre con la mentalidad de buscar (…); a mí me gustaría ofrecer conferencias motivacionales a empresas o lugares para poder ayudar”.
A pesar de que se ve limitado para realizar algunas actividades, Óscar asegura que, aunque su discapacidad está en sus piernas, él se ve como una persona con toda la capacidad de poder lograr lo que el quiera, mentalidad que le ha permitido competir en torneos de karate, así como realizar una de sus más grandes pasiones, participar en maratones, lo que le ha permitido obtener diversas medallas a lo largo de la República.
Comenta que en ocasiones sufre discriminación en el transporte público porque los operadores no tienen la paciencia para esperar a que suba a los autobuses, así como el verdadero reto de la carente infraestructura con que cuenta la ciudad de Querétaro para desplazarse por sus calles, situaciones que utiliza para hacer un entrenamiento físico importante todos los días.
“A veces los conductores me ven y muy amablemente se bajan a ayudarme. Otras veces al verme se siguen, pero bueno. La responsabilidad es mía, el entrenar día a día es parte de mi responsabilidad”.
También señaló que algunas situaciones de estas han provocado que su medio de desplazamiento permanente, su silla de ruedas, sufra estragos, y dado que el costo de adquisición de una es muy elevado, ha tenido que aprovechar al máximo la que posee, de hecho, es esa misma silla que ha usado para competir, aun cuando no tiene las características adecuadas para poder desenvolverse en las carreras de manera adecuada.
“Me da pena decirlo, pero si personas que cuentan con su salud a veces les cuesta trabajo subir y bajar de los camiones o de las rampas, ahora imáginate a alguien como yo (…)”.
Por último, y con la esperanza de poder continuar ayudando a las demás personas, espera poder cumplir su sueño de llevar un mensaje de motivación mental y física que le ha permitido a él seguir su día a día.