YANIRETH ISRADE
Los análisis que permitirán determinar en Guanajuato los daños acumulados en 117 ejemplares resguardados en el Museo de las Momias y el Parador Sangre de Cristo se han aplazado por la falta de los recursos que aportaría el gobierno municipal.
Este estudio, encargado por las autoridades locales a especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), forma parte de la tercera de cuatro fases de un convenio suscrito entre la Alcaldía y el organismo federal.
Ilán Santiago Leboreiro Reyna, miembro de la comisión científica que desde 2021 examina los cuerpos áridos para dignificar la manera en que se exhiben —lo cual requiere conocer sus identidades y su antigüedad, así como sus deterioros—, informó a Agencia Reforma que entre 2021 y 2023 terminaron las primeras dos fases, que consistieron en investigación documental para conocer los datos de los fallecidos, así como fechas de deceso y exhumación.
La tercera estaba programada de finales de junio a principios de agosto, pero la falta de recursos frenó los trabajos.
“No fue posible llevar a cabo esta tercera fase y estamos esperando que liberen recursos en el Municipio”, dijo el investigador de la Dirección de Antropología Física del INAH, e indicó que, hasta ahora, no han revisado físicamente el estado de las momias.
“Hay que considerar que estas momias llevan más de un siglo en exposición. Entonces falta terminar esta tercera fase, que es prácticamente antropología física o antropología forense, para poder valorar precisamente estos daños: si son recientes, si son antiguos…
“Pero sólo hasta que terminemos esa fase podríamos concluir qué tanto este daño es reciente”, previno Leboreiro Reyna.
No obstante, la evidencia documental y fotográfica apunta a que los daños, al menos en uno de los cuerpos momificados, se han agudizado recientemente, hasta provocar el desprendimiento de un brazo, de acuerdo con un comunicado que el INAH difundió el pasado 27 de mayo.
Una semana antes, el día 21, el organismo deploró modificaciones unilaterales al interior del Museo de las Momias de Guanajuato, sede de los ejemplares bajo análisis.
“Estos hechos confirman que la manera como se han realizado los movimientos de la colección del museo no es la correcta y, en lugar de aplicar estrategias de conservación correctivas y preventivas, las acciones realizadas han incrementado los daños, no solo en el cuerpo antes citado.
“A todas luces, esta situación está relacionada con el desconocimiento de protocolos adecuados, así como con la falta de capacitación del personal encargado de realizar tales tareas”.
Aunque el INAH ha recomendado no mover las momias por su fragilidad, incluso por cuestiones de bioseguridad debido a los microorganismos que pueden contener, el municipio de Guanajuato las ha presentado en ferias, foros, rallies y festivales.
Mover sin el debido cuidado los cuerpos momificados les perjudica, puntualizó Leboreiro Reyna.
“Son elementos muy frágiles; uno de los objetivos de este proyecto es precisamente ayudar al museo, darle recomendaciones en cuestión de manejo de material”.