- Juez sentencia al ex presidente de Colón por tranza
- Felifer Macías creará Patronato del Centro Histórico
- Mujeres en al menos cuatro de las siete delegaciones
- Quién preside la LXI Legislatura: ¿Ángeles o Andrea?
Del cielo al infierno.
Atrás había quedado la vida difícil en un entorno familiar complejo. Alejandro Ochoa Valencia había comenzado a escalar socialmente, al convertirse en operador de una importante familia de Ezequiel Montes. Entonces pertenecía al PRI.
Era 2010.
Cinco años después, se convirtió en alcalde de Colón, pero por el PAN (luego brincó a Morena), apoyado por el candidato a gobernador Francisco Domínguez. Fue cuando perdió la cabeza, no sé si por contagio.
Casas, autos, escándalos de faldas y saqueos al erario, además de su locuaz idea de ser el candidato a gobernador, condenaron -literalmente- a Ochoa Valencia.
Desde que arrancó su gobierno, AOV mostró el talante:
Se llevó como “intérprete” una gira internacional del gobernador anterior a una joven que luego se supo, era todo, menos eso.
Posteriormente, como el mandatario estatal decidió no incluirlo en las últimas visitas al show aéreo de París, Ochoa fue por su cuenta, pero ya con familia, presentándose en actividades a las que no había sido convocado.
Más allá de eso, en el ámbito local, protagonizó escándalos de alcohol y mujeres, como cuando fue detenido por agentes de la PGR, a los que amenazó, para después huir con su acompañante y esconderse en unos departamentos por el libramiento sur poniente de la capital.
Meses después, se le vio con otra joven, muy contento, bailando en un antro de San Miguel de Allende, en día laborable, a 100 kilómetros de su despacho.
En el tema de medios de comunicación, Ochoa Valencia agredió verbalmente a este columnista y a los periodistas Miguel Ángel Álvarez y Adán Olvera. Ambos dieron cuenta al mecanismo de protección a periodistas. Nosotros no, porque en anteriores ocasiones, no funcionó para esta casa editorial.
Pero hubo otros episodios:
1.- Quiso ponerse a la altura de Diego Fernández de Cevallos, al lanzar un borrego de que El Jefe debía casi mil millones de pesos en impuestos prediales en Colón. Luego dijo que no, que eran como 30, luego como 15. Pero el tema ya había subido al ámbito nacional. Al final, Fernández de Cevallos demostró que el locuaz alcalde mentía. Era fuego amigo, situación que molestó a la dirigencia blanquiazul.
2.- En su estilito de gobernar, Alejandro Ochoa quiso imitar a otro malandrín metido a la política: el ex alcalde verde ecologista de Tequisquiapan, Raúl Orihuela. Al sitio que llegaba, el panista sacaba dinero y lo regala a los ciudadanos. Quinientos, mil, dos mil pesos, lo que saliera del bolsillo.
Y otra del presidente borrachín:
Durante el cierre de los festejos de la reina de Colón, Lupita I, al final de su gobierno Ochoa Valencia subió al templete totalmente alcoholizado y habló como sabe hacerlo:
“Yo trabajo con honestidad y arriba Colón, Querétaro, los que vienen de afuera, aprendan como se hacen las cosas, esos que chiflan son los que critican siempre, diría Obrador, dejen les digo a su mamá pa que mañana los regañe, pinches imbéciles, los que chiflan, aquí somos derechos, aquí no andamos con mamadas”.
Y cerró con mentadas de madre.
-CASA DE GOBIERNO-
En la cárcel.
Ayer, Alejandro Ochoa Valencia fue condenado por el delito de corrupción consistente en tráfico de influencias.
En 2017, la Fiscalía Especializada recibió una denuncia, en la que se señalaba que un desarrollador pagó en efectivo la porción de terreno, que por ley debe entregar al municipio, para equipamiento, muy por debajo de su costo real, contraviniendo lo que establece el Código Urbano.
Así, tras investigar y presentar el caso, el juez impuso la reparación del daño por más de 42 millones de pesos, a favor del Municipio de Colón, así como un periodo de prisión por 4 años y 9 meses.
Le salió barato.
Doy fe.
-OÍDO EN EL 1810-
Primicia.
El presidente electo de Querétaro capital, Felifer Macías, ha dispuesto la creación del Patronato del Centro Histórico, con la participación de un grupo de ciudadanos interesados en la protección de nuestro patrimonio y la preservación de la ciudad.
Será presidido por: Josecho González Piñuela.
Doy fe.
-¡PREEEPAREN!-
Equipo.
A solo cinco días del inicio de las nuevas administraciones municipales, este armero les puede confirmar algunas designaciones del alcalde Felifer Macías en tres secretarias de la capital.
Finanzas: Carlos León.
Obras Públicas: Francisco Villegas.
Servicios Públicos. Armando Presa.
Vale.
-¡AAAPUNTEN!-
Y de una vez.
Cuatro de las siete delegaciones de la capital:
Centro Histórico: Estrella Rojas. Cayetano Rubio: Ana Florencia Maldonado. Carrillo Puerto: Sandra Díez. Epigmenio González: Valeria Guerrero.
De primera.
-¡FUEGO!-
La LXI.
Nunca habíamos visto tanta expectación por la instalación de una Legislatura local, como hoy cuando Morena se convertirá -numéricamente- en la primera fuerza. Ni cuando el PAN desplazó al PRI, hoy su aliado.
Según el Instituto Electoral del Estado de Querétaro, los partidos de la 4T tienen 14 diputaciones contra 8 del PAN, dos del PRI y una de MC, es decir 11.
Esta mañana los 25 legisladores, técnicamente divididos en dos bloques, emitirán sus votos de manera individual para elegir a los integrantes de la mesa directiva, presididos por Gerardo Ángeles Herrera de Acción Nacional o Andrea Tovar Saavedra de Morena.
La duda surgió luego del cónclave cuatroteísta del viernes pasado en donde fue electo al güero Edgar Inzunza como coordinador de la bancada en lugar de Sinuhé Piedragil.
Ahí, al desplazar al fundador y primer presidente de Morena en Querétaro, se habría fracturado la unidad de la oposición local. Lo sabremos en la elección de la primera presidenta o presidente de la Cámara que requiere 13 de 25 votos. Teóricamente los tres partidos de la 4T tendrían 14.
Pitágoras no miente.
Maximiliano quién sabe.
¡Porca miseria!