Las compañías en América Latina se enfrentan a una serie de riesgos para sus calificaciones crediticias durante este año, incluidos los altos costos del financiamiento, advirtió Moody’s Ratings.
Según Moody’s, los cuatro temas principales que influirán en la calidad crediticia son tasas más altas durante más tiempo; reformas y regulaciones; adaptación a cambios estructurales; y polarización.
“Los altos costos de financiamiento reducen tanto la flexibilidad de gasto como los márgenes, especialmente en más de dos tercios de las empresas latinoamericanas calificadas de grado especulativo”, explicó Moody’s.
La agencia calificadora destacó también entre los riesgos las futuras elecciones presidenciales, como en México, junto con la desaceleración económica en China para las materias primas que exporta la región, además de riesgos ambientales y tensión social.
“Los esfuerzos de descarbonización y el riesgo físico del cambio climático se están intensificando en la región. Sin embargo, la flexibilización de las condiciones de financiamiento y el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) beneficiarán al sector financiero, que ampliará sus préstamos”, afirmó.
En ese sentido, la relajación de la política monetaria probablemente beneficie los márgenes netos de los bancos en la región.
Los países de la región iniciaron ciclos de reducción de las tasas de interés, aunque una persistente inflación ha hecho dudar de la cuantía de los siguientes recortes en el costo del crédito, tal como ha retrasado la esperada primer baja en la tasa de parte de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed).
“La digitalización será fundamental para mantener la rentabilidad y competitividad de los bancos latinoamericanos en un contexto de mucha competencia y cambios en las necesidades de los clientes. Los bancos seguirán adoptando marcos más estrictos de capital basados en riesgos como medida de protección contra crisis financieras”, dijo Moody’s.
Con respecto a las compañías no financieras, Moody’s afirmó que las condiciones crediticias se flexibilizarán este año, aunque las aún altas tasas de interés seguirán frenando el desempeño, principalmente en sectores orientados al consumo.
México, que según Moody’s verá junto con Brasil una desaceleración de su crecimiento en 2024 tras un 2023 “sorprendentemente sólido”, se verá beneficiado por las prácticas del nearshoring en las industrias automotriz, inmobiliaria y de tecnología de las telecomunicaciones.