Por: Sabino Medina
Llaman la atención dos cosas de inmediato: una de ellas, de parte de la Secretaria de Gobernación, que agradece, partida doble, al C Gobernador del Estado y al C Presidente Municipal de Querétaro, por su anfitrionería.
¿Qué no el recinto Patrimonio del Senado de la República, fue adquirido por éste en 100 millones de pesos y con ello adquiere, aunque siempre lo tuvo, carácter federal, independientemente de su atribución histórica nacional?
Sorprende que el Gobernador del Estado de Querétaro, salga con la ocurrencia determinista biológica con aquello de que se necesitan dos vacunas: una contra la pandemia del Covit 19 y otra contra el odio y la polarización. ¿Por qué no proponer también, vacunas contra el crimen organizado y contra el empobrecimiento social, o contra los peculados privados y públicos?
Además de que el Gobernador no hace suyas las propuestas de sugerir vacunas en favor de sí mismo, como aquello de reciclar a casi todos sus colaboradores como cartas electorales plurinominales.
¿No entrañan estas ocurrencias, fuera de tono, un total desentendimiento y menosprecio de la solemnidad del acto y una provocación estúpida a las políticas que en materia de salud pública se siguen?
¿Qué quiso decir Pancho, con esta expresión y no lo expresa a la manera como los Constituyentes, sí se lo se plantearon a Carranza y a la Nación con aquellos famosos artículos que introdujeran al proyecto constitucionalista original?
Entre la biología, la historia y la política existen procesos dialécticos distintos hasta en lo conceptual; no es lo mismo la naturaleza físico material, que lo social y lo histórico, saltándonos la ética y la moral pública, de la que el señor gobernador de Querétaro no dice ni media palabra en su alocución conmemorativa, sí así se le puede llamar.
¿De haber asistido AMLO a ese acto, con la investidura que tiene, se hubiera atrevido el Gobernador de Querétaro a hablar en el mismo tono y en tales términos? En tal caso Pancho ya hubiera comprado una de las dos vacunas, al menos, para predicar con el ejemplo.
Pero se trató de una conmemoración constitucional del Estado Mexicano, y no de un acto darwinista maltusiano de un veterinario y pésimo político.
Es de destacarse, que no asistiera a esta ceremonia el Ministro Arturo Zaldívar, Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por añadidura Queretano, ni el Fiscal General Justicia: Licenciado Alejandro Gertz Manero.