Una mujer de la Policía Municipal de la capital caminando tranquilamente en las calles de Corregidora, frente al Jardín Zenea con su arma de alto poder como si nada, a unos días de haber sido desalojados los comerciantes ambulantes y artesanas de los andadores del Centro Histórico, en donde por cierto se mantienen las vallas metálicas para recordar que es una área restringida. Tal vez tenemos que ir acostumbrándonos a ver escenas como ésta en el “Querétaro seguro” que tanto pregonan las autoridades y que los datos del Semáforo Delincuencial contradicen mensualmente. Por lo pronto sería bueno enseñar a los agentes cómo deben llevar este timo de armamento en la vía pública, para evitar un lamentable accidente. ¿A poco no?