La Presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) rechazó hoy que el diálogo entre Poderes sea equivalente a subordinación.
“Como sociedad, debemos tener muy claro que, en una recta interpretación de nuestra Constitución, no debemos confundir nunca la colaboración y el diálogo entre los poderes del Estado, con la subordinación del Poder Judicial Federal frente a los otros Poderes”, dijo la Ministra Norma Piña.
Lo anterior, al participar en la mesa “El Futuro de la Suprema Corte de Justicia”, como parte del XIX Congreso Nacional de la Barra Mexicana de Abogados (BMA) en el Centro de Congresos Querétaro.
“Si aceptamos como sociedad que esa independencia judicial se trastoque o se destruya, ello impactará, sin lugar a duda, tarde o temprano a una impartición de justicia que atienda a influyentismos, a razones ajenas al derecho, que acabará perjudicando necesariamente a las personas más vulnerables”, agregó la Ministra.
El pasado miércoles, el Presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que Arturo Zaldívar, antecesor de Piña, “le hablaba a los jueces” a petición del Gobierno, en asuntos de su interés, lo que Zaldívar rechazó ayer, diciendo que se trató de “diálogo respetuoso entre Poderes” como en sexenios previos.
En la mesa con Piña participaron los Ministros Javier Láynez y Luis María Aguilar, así como la académica Ana Laura Magaloni, con el Ministro en retiro José Ramón Cossío como moderador, con el foco puesto en los 30 años de la reforma de 1994 que transformó a la Corte y al resto del PJF.
Láynez, quien desde la Consejería Jurídica del Ejecutivo participó en el diseño de la reforma, pidió no regresar a la época del partido único que controlaba todas las instituciones y poderes.
“No hay que olvidar qué pasó en nuestro País. No es solo que estemos repitiendo la importancia de la independencia judicial. Es que ya lo vivimos, ya vivimos lo que es tener un Poder Judicial que no es autónomo, con un Congreso sometido, y creo que no queremos nadie repetir esa parte de la historia que nos costó 70 años en abandonar”, dijo.
“Para mí es importante, como parte de la defensa de ese Constitucionalismo contemporáneo, porque yo creo que nadie quisiéramos volver a vivir, por eso es importantísimo defender a las instituciones autónomas, defender el equilibrio de Podres, no como un lugar común, sino porque no queremos volver a algo que nos costó tantos años abandonar”, agregó.
El Ministro sostuvo que no es bueno para el Poder Judicial que, ante la falta de consensos políticos, tenga que estar resolviendo de manera constante sobre asuntos de alto perfil.
Por su parte, el ex Presidente Luis María Aguilar, quien ayer calificó de “mandaderos” a los jueces sin independencia, se dijo preocupado por quién ocupará su lugar en la Corte, de la cual se retira a finales de noviembre.
“Me preocupa porque en mis 55 años de servicio en el PJF es mi casa, quiero a esta institución como parte de mi ser mismo, aunque suene cursi, y me preocupa mucho que la Suprema Corte vaya a perder esa posibilidad Constitucional de hacer valer la propia norma en contra de leyes que no son congruentes con ella”, dijo, en alusión al candado de ocho votos para invalidar en el Máximo Tribunal.
Aguilar también defendió anular leyes cuando el Congreso viola reglas de procedimiento, en respuesta a acusaciones de que con ello la Corte suplanta las funciones del Legislativo.
Locura, elección de jueces: Magaloni
Ana Laura Magaloni Kerpel, investigadora del CIDE que al igual que Láynez participó en la reforma de 1994, calificó de “una locura” la iniciativa de López Obrador para que todos los jueces del País sean electos por voto popular.
“La reforma es la captura del Poder Judicial, con una destrucción institucional que no tendría paragón. Es una locura la elección de jueces, y destruiría algo que ha costado décadas construir, porque la reforma judicial inició desde el sexenio de Miguel de la Madrid”, dijo.
La académica destacó que jueces, magistrados y ministros han sido la única resistencia ante la concentración de poder entre el Ejecutivo y el Legislativo en este sexenio, lo que califico de impresionante, pero también de una carga muy pesada.
“Ha sido muy importante la Corte para que, en este sexenio, todavía sintiéramos que estamos en una democracia Constitucional”, sostuvo.
La académica, a la que López Obrador incluyó en la terna para relevar al Ministro Eduardo Medina Mora en 2019, afirmó que la reforma de 1994 tiene dos debilidades: el candado de ocho votos en la Corte para invalidar leyes, y la facultad del Presidente para designar directamente a un Ministro o Ministra si no hay consenso en el Senado.
Consideró que Morena ya no va a dejar la idea de que los Ministros “buenos” son los que están con el movimiento, lo que podría llevar a más designaciones directas del Ejecutivo en la Corte.
“Solo si gana Xóchitl (Gálvez) cambiará este proceso, pero con Morena, para la mitad del sexenio que viene, la Corte ya prácticamente no va a tener ninguna credibilidad en el mundo jurídico, eso puede pasar.
“Si la Corte pierde esa fuerza y esa autonomía, qué va a pasar con el Poder Judicial, que vamos a hacer para que el Poder Judicial resista”, concluyó.