No importa de quien haya sido la brillante idea, pero enviar al secretario de la Defensa, al de Marina y al de Gobernación para respaldar a Rosa Icela Rodríguez en su presentación ante el Senado, para analizar la política nacional de seguridad, fue un rotundo fracaso. Un ridículo.
Preocupa –valga la digresión–, la cantidad de veces como se usa este concepto, cuando se habla del gobierno. Como diría el clásico: ya chole…
Los secretarios invitados, cuya sola presencia haría suponer la presencia simbólica de la fuerza del Estado, no sirvió para nada. Las Fuerzas Armadas, inermes (inerme significa desarmado).
Entre otras muchas observaciones críticas y comentarios adversos a los resultados ofrecidos por la eminente secretaria de (in) Seguridad, destacan los de la senadora Lili Téllez, quien hizo de Rosa Icela y sus protectores, una bonita pìñata.
Uno de estos enviados a “arroparla”, Adán Augusto López, tabasqueño y secretario de Gobernación hizo mutis y no permaneció toda la función. Los otros, los uniformados, callaron como momias. Tal despliegue de solidaridad ante la ineptitud, no sirvió para nada. Lo mismo si hubieran puesto en las galerías una fotografía de los secretarios.
No fueron a respaldar, fueron a atestiguar.
La señora Téllez les regaló estas cifras y con ellas redujo la comparecencia de Rosa a una frase ingeniosa: no venimos (¿vinimos?) a ganar la guerra; venimos (¿vinimos?) a ganar la paz (¡Ay!, ternurita), pues ni lo uno, ni mucho menos y por consecuencia, lo otro. Como siempre, la izquierda feliz con una frase.
Frente a ella, quien les regaló libros de “El padrino” (para que se entretengan), no pudieron, como tampoco la senadora Malú Micher quien sacó a relucir la historia de Vox y el PAN, cuando se hablaba de violencia nacional. No se estaba analizando eso, sino esto:
“A las pruebas me remito, durante los últimos 2 años México se mantiene como el país con más violencia homicida a nivel mundial, de las 10 ciudades más violentas del mundo 7 son mexicanas; con la 4T hay más muertos que antes, van 91 mil asesinatos y contando, comparado a los tres primeros años del gobierno de Peña Nieto la 4t lo rebasa con el doble de muertos, y comparado con los tres primeros años del gobierno de Felipe Calderón la 4T lo supera con el triple de muertos.
“Los feminicidios aumentaron, cada día matan a 10 mujeres en México en lo que va de este sexenio, han asesinado a 43 periodistas en lo que va de este sexenio, han matado a 68 activistas y defensores de derechos humanos en lo que va de este sexenio, asesinaron a 102 políticos en las pasadas campañas electorales en lo que va de este sexenio…”
Y en la Cámara de diputados las cosas no fueron mejor para la IV-T. Margarita Zavala también los sacudió bien y bonito:
“…Lo que vemos es clarísimo: no optaron por los pobres, optaron por los votos –les dijo en la glosa de la política social–, y regalaron ustedes el dinero de todos los mexicanos para crear una maquinaria electoral, que además empobrece más, empobrece más en la medida que ha quitado las oportunidades…”
“La ex primera dama (SE) también recibió abucheos y los morenistas corearon “ABC, ABC”, (en alusión a la guardería incendiada en Sonora, subrogada a la empresa de sus familiares), por lo que la presidenta de la Mesa Directiva tuvo que pedir orden y respeto…”
Pero eso de nada sirvió, porque a la diputada Zavala le cortaron el sonido.
43
Cada vez son más las maromas y subterfugios de los investigadores de la desaparición de los 43 en Iguala, pero a cada paso confirman el fondo de la “verdad histórica”: los asesinaron y por órdenes del narcotráfico aliado con la narcopolítica guerrerense (viva aun), los incineraron en el basurero de Cocula y parajes cercanos.