El Presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que no habrá sanciones contra religiosos que se involucren en temas electorales, según sus propias declaraciones.
Señaló que, a pesar de que algunos religiosos se han inmiscuido en el proceso electoral e incluso llegaron a insultarlo, no iniciarán ningún proceso legal en su contra.
López Obrador defendió al Papa Francisco, describiéndolo como el mejor líder político-religioso de la actualidad y elogió los discursos que pronunció durante su visita a México, en los que defendió a los pobres, los migrantes y criticó a la jerarquía eclesiástica que no actúa conforme a los principios cristianos.
El Mandatario mexicano recalcó que el 75% de los mexicanos son católicos, según el último censo, y aseguró que el Gobierno respeta a todas las creencias y defiende el Estado laico.
López Obrador rechazó las acusaciones de comunismo por defender a los humildes, citando al Papa Francisco, quien afirma que defender a los pobres “no es ser comunista, es el centro del evangelio”.
Además, cuestionó retóricamente la justicia de la crucifixión de Jesús, quien fue perseguido por defender a los pobres.