Suspende Francisco Domínguez todas sus actividades públicas, incluidas las de las Fiestas Patrias
SERGIO VENEGAS RAMÍREZ
En una decisión histórica, el gobernador Francisco Domínguez Servién ha decidido suspender, con casi cuatro meses de anticipación. las festividades de la Independencia, incluida la ceremonia del Grito y el desfile, ante la contingencia derivada del Coronavirus que ha causado más de mil infectados y 114 muertos en Querétaro.
José de la Garza, oficial mayor del gobierno estatal anunció ayer la cancelación de todos los actos públicos del mandatario y hasta dejó en suspenso la fecha de su quinto informe, programada para ese mes.
En rigor el jefe del Ejecutivo del Estado dejó de tener actividades presenciales desde marzo, sobre todo después de que fue amenazado a través de la página del gobierno, hackeada el miércoles 18 de ese mes por supuestamente haber incumplido un acuerdo con alguien que se hizo llamar “ReyDeReyes”, dándole un plazo que vencía el 4 de abril a las 15 horas.
Posteriormente, el 30 de marzo se informó que Domínguez Servién había dado positivo a Covid-19, del que oficialmente ya se ha repuesto, pero mantiene la suspensión de actividades al menos hasta septiembre y no dará el Grito.
El anuncio contrasta con la decisión del presidente de la República Andrés Manuel López Obrador que este fin de semana reanudó sus giras por el país.
Cabe recordar que por la contingencia ya se habían cancelado este año los ritos de Semana Santa, incluida por primera vez la Procesión del Silencio, así como la conmemoración del Día del Trabajo, las del maestro y las madres, además de interrumpirse hasta hoy todas las actividades laborales y académicas, que gradualmente se irán reanudando.
Se tienen pocos antecedentes de la suspensión de las fiestas patrias, establecidas como celebración nacional en 1825, siendo presidente de México don Guadalupe Victoria. En Querétaro, la verdadera cuna de la Independencia, la conmemoración sólo se ha limitado durante la Revolución.
Ni siquiera el 15 de septiembre de 1875 con la muerte del gobernador Benito Santos Zenea, a causa de un infarto, cuando se preparaba para asistir a la ceremonia del Grito en el Teatro Iturbide, hoy de la República. Esa misma noche fue nombrado como interino el presidente del Tribunal Superior de Justicia, Luis G. Lanchazo, quien cumplió con el rito.
Tampoco se canceló cuando el gobernador Rafael Camacho Guzmán decidió remodelar la Casa de la Corregidora en los años 80, porque dio el Grito en uno de los balcones del Gran Hotel, con vista a la Plaza Constitución.