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Mimetizados.
Insistimos en este espacio durante toda la semana pasada sobre la identidad del hombre ejecutado el 5 de noviembre en la Placencia Muebles de Boluevard Bernardo Quintana sin que la autoridad diera información precisa.
Hasta el viernes pasado, cuando el fiscal del estado, Alejandro Echeverría Cornejo reconoció que no sabía –al menos hasta ese momento- quién era el personaje que fue ultimado frente a su esposa y a pesar de tener dos escoltas con permiso de portación de arma:
“Nosotros estamos en espera de los resultados de genética. Seguramente tú te preguntarás por qué los resultados de genética… bueno, en primer lugar la persona traía una identidad y la familia decía otra identidad, es decir a nosotros nos causó mucha duda y mucha incertidumbre, el que la familia identificará a esta persona con un nombre y resultará que trajera otra identidad, pero además en los actos de investigación que nosotros llevamos a cabo su domicilio –autorizado por un juez de control en los cateos, todavía encontramos una tercera identidad”.
El hecho, aunque pareciera novedoso, no sorprende.
Según las primeras investigaciones, el hombre asesinado, se hacía pasar por empresario de la industria restaurantera, donde ya había hecho amistad con colegas locales, quienes reconocen que hasta su muerte, hablaba de importantes inversiones en ese rubro. Lo conocían como Ángel. Nunca dijo de dónde provenían sus recursos económicos.
Igual ha sucedido con otros “empresarios, ganaderos” y hasta un “anticuario” que han buscado lavar activos en la zona metropolitana.
Por ejemplo, el 25 de enero de 2017, la Procuraduría General de la República (hoy FGR) reveló lo que aquí era un secreto a voces: Juan José Esparragoza Monzón, alias El Azulito, hijo de Juan José “El Azul” Esparragoza Moreno, uno de los jefes del cártel de Sinaloa, tenía importantes activos en Querétaro, donde era reconocido como un empresario formal.
En ese momento se dijo que su cartera de intereses abarcaba parques industriales, centros comerciales, fraccionamientos, agencias de autos, joyerías, restaurantes, bodegas, locales y terrenos.
El conocido sinaloense murió en enero de este año víctima de covid-19.
Otra historia de doble o triple identidad quedó al descubierto en octubre de 2014, cuando fue detenido en San Miguel de Allende Héctor Beltrán Leyva.
“El H”, como también se le conocía, se movía en altos círculos sociales queretanos, haciéndose pasar por un acaudalado anticuario con domicilio en Juriquilla.
La Marina lo detuvo cuando comía en una marisquería.
Uno de los casos que más preocupó a los queretanos asiduos a restaurantes de alta gama y vida nocturna, fue el registrado en noviembre de 2018.
El día 8 de ese mes, para ser exactos, ya entrada la noche, elementos de la Policía Federal adscritos a la División Antidrogas, de Interpol y Cisen, ubicaron a presuntos integrantes del Cártel de Sinaloa (Pacífico) en una de las mesas del concurrido restaurante Mochomos Querétaro, en el bulevar Bernardo Quintana.
Ahí departían el colombiano Ángel Humberto Chávez Gastélum y su hijo Alonso.
Las autoridades llevaban semanas tras su pista. 90 días, para ser exactos.
Y es que el día 14 de septiembre de 2018, uno de los líderes detrás de la operación del cártel de Sinaloa era procesado en un tribunal de Los Ángeles tras ser extraditado de Colombia. Víctor Hugo Cuéllar-Silva llegó el día anterior por la noche al Aeropuerto Internacional de Los Ángeles y ante las autoridades comenzó a hablar de sus contactos en México.
Ahí surgió el nombre de Ángel Humberto, por quien inmediatamente se emitió una ficha de captura para la Interpol.
Previo a la extradición de Cuéllar, confiscaron un total de 7,700 libras de cocaína y otras drogas valoradas en 500 millones de dólares durante una investigación de cuatro años, según LA Times.
Los investigadores encontraron la cocaína en submarinos, en lanchas rápidas detenidas en el Océano Pacífico, en un jet privado que se estrelló en el mar Caribe y, quizás lo más extraño, en cubos congelados de jugo de naranja transportados en camiones.
Según una acusación federal, Cuellar-Silva era uno de los jefes de la base colombiana de la organización sinaloense, responsable de obtener toneladas de cocaína y otras drogas de los laboratorios sudamericanos y coordinar su transporte con Chávez Gastélum para la venta en EE.UU. y en otros países.
A partir de ese momento, mediados de septiembre, se le vino la noche a Ángel Humberto Chávez Gastélum, conocido como “Don Ángel”, “Rolex”, “Checo” y “Netflix”.
Él, a diferencia del hombre ejecutado en la mueblería, tenía hasta cuatro identidades y/o apodos.
Y los meseros de Mochomos y hasta Josecho, se peleaban por atenderlo.
Las propinas eran de 20 mil para arriba.
El otro Querétaro.
-OÍDO EN EL 1810-
Confundidos.
Santiago va a seguir siendo noticia. Ayer en el periódico Reforma su relevo en la UIF, Pablo Gómez, habló de investigarlo, mientras el líder senatorial Ricardo Monreal -ambos de la 4-T- expresó su deseo de incorporarlo a la Cámara Alta como asesor en temas de lavado y para la elaboración de iniciativas.
sí andan.
-¡PREEEPAREN!-
Cierran filas.
El gobernador Mauricio Kuri González sí va con Marko Cortés en su proyecto para fortalecer al PAN. Así lo compartió desde Mérida, Yucatán, en donde se reunió el lunes con el dirigente nacional y la y los mandatarios estatales de su partido, con el lema “Juntos, adelante”.
“Ahí pudimos compartir las experiencias y retos que tenemos por delante en nuestro gobierno” apuntó el queretano que está para sumar y suma.
Doy fe.
-¡AAAPUNTEN!-
De alianzas.
Hoy vemos en el Congreso el bloque opositor PRI-PAN-PRD que algunos piensan puede mantenerse para efectos electorales en el 2024, como ya ocurrió en algunos estados (no en Querétaro) en los procesos de este año. Eso platiqué con un amigo muy enterado.
¿Te imaginas un candidato presidencial del PRI y PAN, por primera vez?
Como Meade, me respondió tranquilamente.
¡Ups!
-¡FUEGO!-
Mutantes.
Algunos se sorprenden todavía del pragmatismo de los políticos nacionales y locales migrantes que cambian de partido como el señor Manuel Espino, ex dirigente nacional del PAN y hoy probable candidato de Moreno al gobierno de Durango y quien por cierto en 2003 celebró aquí el triunfo de Paco Garrido gobernador.
En Querétaro hay muchos casos de mutantes -¿a poco no?- que aplican la frase atribuida al humorista Groucho Marx: si no les gustan mis principios, tengo otros.
¡Porca miseria!
