- Autonomía, logro colateral, dijo Arreola a PDA
- Hoy presentan el plan sexenal de Mauricio Kuri
- Y ahora baños incluyentes, para todas y todo
- El miércoles rinde informe la rectora de UAQ
Irrepetible.
Este fin de semana despidió Querétaro a uno de sus personajes más entrañables: Álvaro Arreola Valdez, líder del movimiento que logró la autonomía de la UAQ en 1958 y que surtió efecto el 5 de febrero de 1959.
Fue, dijo el presidente del comité de huelga, fallecido el sábado, un logro colateral del movimiento estudiantil que originalmente buscaba y consiguió la reinstalación del rector fundador, Fernando Díaz Ramírez.
Entrevistado en 2019 por PLAZA DE ARMAS, El Periódico de Querétaro, con motivo de los 60 años de los hechos, aquél líder estudiantil, compartió sus recuerdos, que hoy recuperamos.
Va de cuento.
Eugenio Chelet les dio la noticia del cese del primer rector en el Jardín Zenea a Álvaro Arreola, Jorge Hernández Palma y Jaime Murúa: ¿Qué creen?, Juan Gorráez acaba de quitar a Fernando Díaz y nombró a Pepe Alcocer.
De inmediato se trasladaron al edificio universitario, en 16 de septiembre, y citaron a todos los alumnos. “Éramos como 120”. Ahí, recuerda, informamos de lo acontecido y uno de las primeras decisiones fue solicitar una entrevista con el mandatario estatal para decirle que no estábamos de acuerdo en el cambio.
En el encuentro participaron solamente los estudiantes. “No invitamos a los profesores porque eran burócratas o tenían despachos con intereses” explica.
-Era un movimiento completamente estudiantil. El único maestro que nos dio su apoyo fue el doctor Calzada.
Aquí hace un paréntesis Álvaro Arreola para aclarar que José Alcocer Pozo era aceptado, respetado y querido, pero no estaban conformes por la forma adoptada por el gobernador para designarlo, sin tomar en cuenta a la base de la institución, el alumnado.
Y en efecto, al titular del Poder Ejecutivo del Estado no le importaba la opinión de los universitarios.
Lo primero que les dijo al recibirlos fue: Necesitan leer su Ley Orgánica. Ahí dice que es facultad del gobernador nombrar y remover al rector. Lo segundo que les soltó fue: Vengo de ser presidente de la Junta de Conciliación y Arbitraje del Distrito Federal y ahí enfrenté a los tranviarios, dirigentes cetemistas y de todos los sindicatos, ¿creen que ustedes van a espantarme?
Inconformes con la negativa de Juan C. Gorráez a reinstalar al rector Fernando Díaz, Álvaro y sus compañeros decidieron hablar con el doctor José Alcocer Pozo.
También el rector sustituto los remitió a la Ley Orgánica y las facultades del gobernante y que él no le podía decir a Gorráez que siempre no aceptaba el cargo. “Le dijimos que íbamos a cerrar la Universidad y nos advirtió que nos íbamos a meter en un lío”.
No les importó a los muchachos y se pusieron en huelga. Del 17 al 27 de enero de 1958, los diez días que conmovieron a Querétaro y lo pusieron en la vitrina nacional porque pidieron ayuda a todas las universidades para que enviaran telegramas -medio de comunicación privilegiado en ese tiempo- al Presidente de la República, a los secretarios y a la sociedad en general.
Pronto recibieron apoyos, especialmente del dirigente estudiantil Héctor Pastrana, de la UNAM (que les aconsejó el tema de la autonomía universitaria) y Jesús Guízar, coordinador nacional de estudiantes universitarios, con sede en Morelia, Michoacán.
Era tanto el interés oficial de aplacar el movimiento que a Pastrana lo interceptaron en la Central de Autobuses para llevarlo a platicar con el gobernador, quien le argumentó que se trataba de un movimiento de comunistas.
-Nosotros no sabíamos lo que era eso, confesó Arreola, porque nuestros maestros no nos lo habían enseñado, ni en las materias económicas ni en las de ideas políticas. Nada. Ignorábamos de qué estaba hablando Gorráez. Era un asunto sin intereses partidistas ni nada. Puramente estudiantil.
Así lo entendió la sociedad queretana, porque hasta los empresarios los apoyaron, aunque cerraran no solamente la Universidad sino algunas calles del Centro Histórico.
-¿Cómo le hicimos para no ser rechazados? Hablamos con los posibles afectados, los taxistas y los comerciantes. Sólo nos exigieron que fuera todo pacífico y no se rompiera ni un vidrio, porque entonces sí se opondrían.
Fueron los choferes los que cerraron las calles con sus vehículos. “Nosotros no teníamos ni bicicletas”.
Fueron días intensos. De comunicaciones telegráficas y telefónicas.
Los telegramas eran todo, como hoy los tuits, pero el teléfono era más seguro, bueno en ese tiempo, y los dueños de la panadería de El Sol Divino, en 16 de septiembre y Altamirano, les prestaban su línea.
Hasta que, gracias al apoyo local y de otras universidades, intervino el gobierno del presidente Adolfo López Mateos para recomendar la reinstalación de Fernando Díaz y el reconocimiento de la autonomía, porque ahí empieza todo, en la elección del rector. Y bueno. Ya vemos que la autonomía depende del presupuesto, “el pleito eterno, porque es el único medio de control del estado”.
Ocurrió el triunfo del movimiento estudiantil encabezado por Arreola con la participación de su comité, en el cual figuraban los hermanos Salvador y Pedro Septién, Hugo Terán, Jesús Galván, Jaime Murúa, Alejandro Maldonado Franco, Rogelio Garfias Ruiz, Antonio Jaramillo, Manuel Suárez Muñoz, Elisa Urbiola Basaldúa, Gloria Montes y Jesús Figueroa.
Era el mero día del santo del gobernador, que tenía fiesta en su casa de Juárez y Arteaga, hasta donde llegaron los huelguistas para fumar la pipa de la paz.
Ahí se produjo el famoso episodio de la corbata.
Héctor Pastrana le dijo a Gorráez que en toda solución de un conflicto se hace algo simbólico para celebrar. “Y surgió lo de cortarnos todos las corbatas. Hernández Palma consiguió unas tijeras y ¡zas!”
¡El fistol no!, los contuvo el gobernador, porque me lo acaba de regalar mi esposa.
-Yo me quedé con las corbatas, reveló Arreola, pero cometí el error de entregarlas en la rectoría y desaparecieron.
Esa historia y muchos documentos más se depositaron hace tres años en una cápsula del tiempo que se abrirá en 2059. Lamentablemente ya no estará Álvaro Arreola para atestiguarlo.
A lo mejor sí Jorge Hernández Palma, Lichita Urbiola Basaldúa, Pedro Septién Barrón o Manuel Suárez Muñoz, los sobrevivientes de los de antes.
Descanse en paz, nuestro querido Álvaro.
-OÍDO EN EL 1810-
Personaje.
Este miércoles rendirá su cuarto informe la rectora de la UAQ, Teresa García Gasca, en el campus Tequisquiapan. Habrá un gran ausente: Álvaro Arreola Valdez.
Lo echaremos mucho de menos.
-¡PREEEPAREN!-
Sexenal.
Hoy será presentado en sociedad el Plan de Gobierno de Querétaro para la administración de Mauricio Kuri González. El trabajo fue coordinador por el titular de la nueva Secretaría de Planeación, Luis Antonio Rangel Méndez.
Estaremos pendientes.
-¡AAAPUNTEN!-
¿Baños incluyentes?
Ahora que avanzan las propuestas igualitarias y que se habla de tener servicios sanitarios unisex, cabe recordar que en Querétaro no son novedad. Hace unos años inició uno de tipo experimental el Tec de Monterrey y, a fuer de ser sinceros, el más antiguo baño incluyente está en la tradicional cafetería La Mariposa.
¿A poco no?
-¡FUEGO!-
Vivito y coleando.
El sábado comenzó a correr la falsa noticia de la muerte de otro de los líderes del 58: Jorge Hernández Palma. La información fue desmentida por el propio personaje. “Todavía estoy aquí dando lata” le respondió a la colega Coco Ontiveros, su amiga.
No sean así.
¡Porca miseria!