El ex presidente estadounidense Jimmy Carter, quien ocupó la Oficina Oval durante una dura temporada de crisis en casa y en el extranjero, murió este 29 de diciembre a los 100 años, rodeado de su familia.
Tiempo atrás, Centro Carter, reconocida fundación del exmandatario demócrata, anunció que el político había comenzado a recibir cuidados paliativos tras una serie de breves estancias en el hospital.
James Earl Carter Jr., nacido el 1° de octubre de 1924 en Plains, Georgia, fue un reconocido político estadounidense que se desempeñó como senador estatal, gobernador de su estado y presidente de los Estados Unidos (1977 – 1981). Además, Carter fue reconocido con el Premio Nobel de la Paz en 2002, gracias a sus labores humanitarias y su mediación en conflictos internacionales.
En 1974, antes de que terminara su mandato como gobernador de Georgia, Carter anunció una sorprendente postulación a la nominación demócrata para la carrera presidencial, ya que no contaba con base política. Sin embargo, ser un desconocido en la escena, además de mostrarse con principios sólidos, lo ayudó a capturar los votos necesarios para ganar la nominación y posteriormente la presidencia. El país, para entonces, se recuperaba del escándalo de Watergate.
La administración Carter estuvo marcada por los problemas, tanto a nivel local como internacional. Empezó con propuestas ambiciosas de reformas sociales y económicas, tildadas de populistas, que no lograron tener el apoyo de un Congreso que parecía centrado en castigar al Ejecutivo por el escándalo de Watergate.
Pese a todas las trabas, logró crear el Departamento de Educación y Energía, reformar el sistema de seguridad social y establecer una política energética nacional que introdujo un impuesto al petróleo y el impulso a otras fuentes de energía, luego de la crisis energética derivada de la dependencia del país del petróleo extranjero.
En el campo internacional, Carter selló el tratado del Canal de Panamá e inició los Acuerdos de Camp David que pusieron fin al estado de guerra entre Egipto e Israel que se registraba desde 1948. También estableció relaciones diplomáticas con China y rompió lazos con Taiwán; y lidió con una crisis diplomática con la Unión Soviética, luego de la invasión de esta a Afganistán. Estados Unidos, en respuesta a esa acción, impuso un embargo a los cereales enviados a la Unión Soviética y boicoteó los Juegos Olímpicos celebrados en Moscú.
Los éxitos de la administración Carter se vieron opacados por eventos como la crisis de rehenes de Irán, en donde el gobierno demócrata demostró ineficacia, y el enorme descontento con sus políticas económicas. La inflación pasó del 6 % cuando recibió el cargo a más del 12 % cuando cerraba su gobierno. Tanto los líderes empresariales como el público culpaban a Carter de no tomar acciones para controlar la inflación. Esto llevó a que fuera derrotado abrumadoramente por el exactor y gobernador de California, Ronald Reagan, en las elecciones presidenciales de 1980.
Al concluir su mandato, Carter regresó con su esposa, Rosalynn, a Georgia, en donde establecieron una organización que actúa como observador en procesos electorales y mediadora en crisis internacionales, además de fomentar la investigación en distintos campos.
Carter se desempeñó como mediador en conflictos en varios países como Nicaragua, Haití, Etiopía y Corea del Norte. Además, escribió dos libros sobre el conflicto en Oriente Medio.
El ex presidente fue reconocido con el Premio Nobel de la Paz en 2002, debido a sus “décadas de incansable esfuerzo para encontrar soluciones pacíficas a los conflictos internacionales, por promover la democracia y los derechos humanos, y por promover el desarrollo económico y social”. En el campo internacional, fueron sus iniciativas como los Acuerdos de Camp David los que le valieron este reconocimiento, mientras que en el campo local sirvieron sus esfuerzos por impulsar las energías renovables.