Colin “Smiley” Petersen, baterista original de los Bee Gees, murió a los 78 años.
La noticia fue confirmada a través de las redes sociales de Best of the Bee Gees, banda tributo con la que Petersen había estado tocando en los últimos años.
“Con gran pesar anunciamos el fallecimiento de nuestro querido amigo Colin ‘Smiley’ Petersen. Él enriqueció nuestras vidas y unió a nuestro grupo con amor, cuidado y respeto. Te amamos, coronel. Descansa en paz”, escribieron en Facebook, sin mencionar las causas del deceso.
Nacido el 24 de marzo de 1946 en Queensland, Australia, Frederick Colin Petersen inició su carrera artística como actor infantil, ganándose el apodo de “Smiley” tras protagonizar la película australiana homónima de 1956.
A los 20 años, dejó Australia para mudarse a Londres, donde se unió a los hermanos Barry, Robin y Maurice Gibb como miembro oficial de los Bee Gees, según el medio internacional New York Post.
De 1967 a 1969, Petersen tocó la batería en seis de los primeros siete álbumes del grupo, incluyendo Spicks and Specks (1966), Bee Gees’ 1st (1967) y Odessa (1969). Durante este tiempo, sus habilidades musicales quedaron inmortalizadas en éxitos como “To Love Somebody” y “Holiday”.
Sin embargo, en 1970 dejó la banda tras una disputa con el manager Robert Stigwood.
Tras su salida, Petersen cofundó la banda Humpy Bong junto al cantautor Jonathan Kelly y el rockero Tim Staffell, aunque su colaboración fue breve.
Posteriormente, regresó a Australia con su esposa Joanne Newfield y sus dos hijos, Jaime y Ben, donde emprendió una carrera como pintor y empresario.