Bien se podía dudar acerca de la raíz ideológica de la 4-T., pero no de la estrategia montonera para llegar al poder: la movilización con todos sus componentes violentos, porque el hecho físico de cerrar una avenida, apropiarse de una plaza pública, bloquear vías de comunicación, tomar un aeropuerto, es intrínsecamente un acto de violencia tumultuaria. Con o sin. vidrios rotos.
La protesta callejera como máxima expresión de la democracia, hoy le pone en la mesa a la 4-T, un plato de su propia sopa. Y no precisamente de fideos. Más bien, de jodeos.
Los maestros de la ignorancia (basta escuchar los balbuceos de sus dirigentes) presionan y ponen condiciones (o las imponen), porque se saben impunes, porque lo han hecho antes y lo seguirán haciendo en el futuro.
La “movilización” es su argumento superior. En este caso el método supera la posible (o imposible) valía de sus argumentos.
¿Por qué? Porque no los tienen.
Después de cerrarle la puerta por fuera a la presienta de la República (con un bloqueo al Palacio Nacional), los insurrectos volvieron a plantear sus argumentos sin argumento, tras haber exigido las condiciones del diálogo. Ahí comienza el problema.
Debería condicionarse el diálogo al cambio de actitud, no antes. Si la estatura institucional de la presidencia no resulta suficiente para imponer la única potestad exclusiva del Estado, el monopolio de la fuerza. –no para exterminar, sino para ordenar–, el asunto se torna grave porque se permite un diálogo de falsos iguales.
Los líderes de una fracción minoritaria de una tribu de burócratas consentidos a quienes todo se les tolera, no son pares del legítimo Poder Ejecutivo. Ellos representan un grupo rijoso y proclive a la holganza; ella, una voluntad nacional mayoritaria.
En esas condiciones compararse es inconveniente para la presidenta.
“…Nosotros nos manifestamos muchas veces, muchísimas, INCLUSO EN APOYO A LA CNTE, nos manifestamos muchísimas veces en el periodo en que estábamos en la oposición, pero siempre fue pacífico, siempre…”
El ADN es insobornable, no está sujeto a negociación, sólo a repetición.
Pero la “movilización” sigue siendo el mayor talento de la izquierda, hasta puntos insostenibles como haber girado instrucciones al paisanaje desde el gobierno mexicano en contra de una ley soberana de los Estados Unidos, conducta intolerable si fuera de allá para acá.
“…Y vamos a seguir informando porque, DE SER NECESARIO, NOS VAMOS A MOVILIZAR, porque no queremos que haya impuestos a las remesas de nuestros paisanos de Estados Unidos a México, que atienden a los más necesitados”
Cómo es posible movilizarse aquí por una ley de allá. ¿Cercará el gobierno la embajada de los Estados Unidos?, azuzará a sus grupos para la quema de banderas?
–¿Cómo nos vamos a movilizar? ¿Les pediremos a los de Ayotzinapa robar autobuses como saben hacer para ir a Washington? De todos modos van a Chicago…
¿O enviaremos a Noroña las puertas de la Casa Blanca?
DOÑA BEATRIZ
Mientras decide –o no– su futuro en España, la señora Gutiérrez de López, cosecha elogios en el extranjero. Recibo esta información de Costa Rica:
“Se ha publicado «Poesía reunida» de Rogelio Fernández Güell, (Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y Ediciones del Lirio) por la Dra. Beatriz Gutiérrez Müeller…
“…dice que es “un homenaje póstumo a un costarricense, maderista y escritor, quien por su pronta muerte (fue asesinado en 1918, Buenos Aires de Puntarenas) no tuvo la fortuna de vivir mucho para convertirse, como lo creo convencidamente, en un prominente escritor y pensé que es valioso rendirle tributo a este gran costarricense mexicano y amigo de [el presidente Francisco I.] Madero”.
“…Congratulaciones a la Dra. Gutiérrez Müller, grande y buena amiga de Costa Rica, por su incansable trabajo como investigadora y difusora de la obra del compatriota y benemérito Rogelio Fernández Güell — ¿más conocido allá que acá? Que Tatica Dios se lo pague”.
Sí, que se lo pague…