La calificadora Moody’s Investors Services bajó la evaluación crediticia de Petróleos Mexicanos (Pemex) desde B1 a B3 con perspectiva negativa ante sus altos riesgos financieros.
La baja en la calificación a la petrolera está fundamentada en el deterioro de la calidad crediticia intrínseca que tiene, y en vista de las necesidades de efectivo crecientes, detalló Moody’s.
“La baja refleja las necesidades de liquidez incrementales de Pemex debido a mayores requerimientos de capital, un mayor costo de capital y a los elevados vencimientos de deuda que enfrentará en los siguientes dos a tres años.
“La compañía enfrentará mayores riesgos de negocio al continuar ampliando su capacidad de refinación y al tratar de incrementar su producción. La acción también toma en cuenta que la falta de medidas de Pemex para reducir su exposición a riesgos ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG, por sus siglas en inglés), ha conllevado a algunos bancos a limitar su exposición a la compañía”, refirió.
El complejo panorama de deterioro de las condiciones fiscales del Gobierno mexicano durante 2024 incrementa las dificultades para Pemex, pues Moody’s considera que el apoyo que recibirá pasó desde ‘muy alto’ a ‘alto’.
Indicó que el deterioro fiscal del Gobierno se debe a un aumento considerable de su déficit, impulsado por un mayor gasto social, costos de endeudamiento persistentemente altos y gastos elevados en proyectos emblemáticos.
“La baja también incorpora el riesgo de que la compañía podría realizar una transacción como un intercambio de deuda, una recompra o cualquier otra transacción que pudiera reducir la deuda a través de un importante descuento de par o cualquier otro cambio que Moody’s pudiera considerar como canje de deuda forzoso, lo cual se considera incumplimiento de pago bajo la definición de Moody’s”, apuntó.
Con esto, Pemex queda solo a un paso de las calificaciones de riesgo sustancial, que van desde la Caa1 hasta la Caa3, advirtió.
Se espera un vencimiento de deuda que alcanzará los 13 mil 700 millones de dólares y una disminución importante en el flujo de efectivo operativo a causa del negocio de refinación, el cual generó pérdidas por unos 31 mil 500 millones de dólares entre 2019 y 2022.
Tan solo el 30 de septiembre pasado, Pemex reportó 4 mil millones de dólares efectivos para hacer frente a sus vencimientos de deuda por 10 mil 900 millones de dólares para 2024.