Como parte de las nuevas cláusulas laborales en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), México debe buscar incluir la protección de los derechos de sus trabajadores migrantes en Estados Unidos, a través de una reforma al Acuerdo de Cooperación Laboral de América del Norte (ACLAN), sugiere una investigación realizada por el Centro de Estudios Internacionales Gilberto Bosques.
El documento “Temas laborales en la renegociación del TLCAN: propuestas para el acuerdo laboral y su significado para las posiciones mexicanas”, señala que entre las cuestiones que se discuten ya en el marco de la modernización del Tratado se encuentra una eventual reforma al ACLAN, que pretende incrementar la facultad de sancionar violaciones de derechos laborales en los países miembros.
La investigación sugiere identificar los rubros donde radican los intereses de México en el contexto de los cambios propuestos al ACLAN, entre ellos: incluir derechos laborales de los trabajadores migrantes mexicanos en los Estados Unidos; los riesgos del nuevo sistema único de solución de controversias al que se pretenden incluir todas las posibles violaciones laborales, lo cual expondría a México a eventuales sanciones comerciales como medios de reparación.
También se señala que México debiera avanzar más rápido en la implementación de su Reforma Laboral de 2016 y sus leyes secundarias, toda vez que diversos actores políticos en Estados Unidos, principalmente asociados al Partido Demócrata, han sugerido que si México no hace cambios sustantivos a su legislación laboral, éste tema generará nuevas discrepancias en el proceso de renegociación del TLCAN.
Lo anterior tendría como consecuencia que hubiese escasa disposición a establecer mecanismos de cooperación intermedios antes de recurrir a los páneles de resolución de controversias en el acuerdo final.
La investigación subraya que el ACLAN dispone de garantías que las partes deben cumplir y que se refieren principalmente al salario mínimo, horas establecidas de trabajo por día y semana, y al pago de horas extras. En caso de que estas no se cumplan, el acuerdo prevé mecanismos de revisión de denuncias que fungen como el punto de contacto para los casos presentados para la solución de controversias laborales en cada país.
De acuerdo al documento, del total de casos presentados por presuntas violaciones a derechos laborales desde la vigencia del ACLAN, el 59 por ciento (23 casos) de ellos han sido contra México, mientras que solamente 13 y 3 casos han sido recibidos en contra de Estados Unidos y Canadá, respectivamente.
Se señala que las violaciones a derechos laborales con más recurrencia en América del Norte son a la libertad de asociación y protección, al derecho a organizarse, y a la negociación colectiva.
Dado que el proceso del ACLAN se ha utilizado en gran medida en contra de México para mostrar deficiencias del sistema de relaciones labores mexicanas, tanto México como Canadá deberían utilizar la misma vía para promover los derechos de los trabajadores migrantes, refiere el análisis del Centro de Estudios Internacionales Gilberto Bosques.