Felix Cortes Camarillo
Francisco Bañuelos se fue a pasar la Nochebuena y esos festejos a su pueblo natal con su familia, en La Tinaja, muy cerca de Tepetongo, municipio de Valparaíso. Pancho, como se le conocía, era hasta el 24 de diciembre subsecretario de Ganadería del gobierno de Zacatecas, que por el momento quiere decir de la familia Monreal. Al amparo de ese clan, aspiraba a ser alcalde del municipio de ese municipio.Ya no podrá serlo: fue asesinado a balazos en su pueblo el 25 de diciembre hacia la media tarde.
Me dicen que Las Tinajas está a unos sesenta kilómetros de la cabecera municipal de Valparaíso, pero que para recorrer esa distancia toma más de cuatro horas. ¿De qué tamaño debe ser el mensaje que sus asesinos quieren enviar a la familia Monreal? Haberse tomado la molestia de subir hasta lo alto de la sierra por los sinuosos caminos allá debe contener una signalética muy especial, aún en un feudo de la violencia organizada, como lo es Zacatecas. Y Michoacán, y Guerrero y Sinaloa, y Veracruz….
Lo peor de esta nueva realidad es que con una velocidad pasmosa nos hemos acostumbrado a ella; la hemos integrado a una cotidianeidad que ya no admite sorpresa y eso es muy grave. Cuando ya perdimos la capacidad de sorpresa es que ya no podemos aspirar a la esperanza.
PARA LA MAÑANERA DEL PUEBLO (porque no me dejan entrar sin tapabocas): Aunque lo publique el periódico grandote, que o quiere decir un gran periódico, es cierto y lamentable: la tremebunda tramitología que el capricho de Lopitos de someter a voto directo la integración de todo el poder judicial, hará de ese espectáculo el próximo junio una mascarada cruel: basta ver las plantillas para ¿votar?
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