- Daba la noticia en el noti de Guillermo Vela
- Faustino, todos los caminos llevan a Roma
- Querétaro sin deuda, citado ayer por AMLO
- Celebran fin del boicot y nunca dijeron nada
PARA EL ARMERO, ESPERÁNDOLO
AL PIE DEL CAÑÓN.
Periodistas.
De niño escuchaba los noticiarios transmitidos a través las radiodifusoras de la Ciudad de México: W, La Voz de la América Latina, la B Grande de México y la XEX con el pionero Guillermo Vela al frente de un equipo en el que figuraba -fíjese nada más- su secretario y redactor Jacobo Zabludovsky, los locutores Pedro Ferriz Santacruz y León Michel y “el ágil y certero reportero de Excélsior Manueeel Mejido”, personajes como de otra galaxia.
Oírlos en el Philips Bi Ampli de mi padre hizo el camino hacia el mejor oficio del mundo y, sin haberlo soñado, me permitió conocer y tratar a los líderes de la comunicación.
A Guillermo Vela – “Buenas noches, muy buenas noches a usted”- lo entrevisté en mayo de 1980 en sus cabañas de Tequisquiapan, en donde vivió y murió.
Con Manuel Mejido, el periodista que ganó la exclusiva mundial del Golpe de Estado contra Salvador Allende, coincidimos en El Sol de México, en donde escribió su columna Alto Poder hasta su muerte, el mes pasado.
“Fue el mejor reportero de su generación y de muchas otras, Colocó a Excélsior en el punto más alto de toda su historia con su trabajo en los sucesos de 1973 en Chile, fuente y documento de consulta y referencia para toda la prensa internacional” escribió aquí Rafael Cardona.
Me lo presentó en los años 80 el comunicador Bardo Ortiz Acuña, su amigo de toda la vida y un día que no olvidaré me hizo favor de invitar a comer en un restaurante japonés de las calles de Arquímedes en Polanco, en donde el autor de México Amargo y el Camino de un reportero me contó alucinantes anécdotas y experiencias de sus entrevistas con Nikita Kruschev, Ronald Reagan, Gabriel García Márquez, Pablo Neruda, Pablo Picasso y otros personajes. Ahí le conté cómo me marcaron las noticias del ágil y certero reportero de Excélsior en el noticiario de Guillermo Vela.
Al término del encuentro me hizo una extraña pregunta: “¿Trae viaticos?”
Tras la sorpresa le respondí que sí (era entonces coordinador de comunicación social del gobierno de Querétaro con Mariano Palacios Alcocer) que no se preocupara.
“Se lo digo, explicó, porque sino yo me hago cargo de la cuenta. El restaurante es mío”. Me compartió entonces que este lugar tan bueno era su favorito y no siempre había reservaciones disponibles, por lo que habló con el dueño, un japonés muy práctico, y se lo compró.
Nos volveríamos a encontrar en El Sol, en donde escribió desde 1996 y hasta su muerte, la noche del 17 de septiembre pasado. La última nota que ganó fue la de su partida con una columna titulada “Adiós” despidiéndose de sus amigos, familiares y lectores. “La vida me la gané escribiendo, y así es como hoy me despido de ella. Me voy porque debo entrevistar a Dios”.
Capaz que sí.
A Jacobo Zabludovsky lo conocí en un cumpleaños de su mejor discípulo, Joaquín López Dóriga, junto con nuestro maestro Mario Santoscoy y los colegas Miguel Reyes Razo, Elena Gallegos, Javier Alatorre, Guillermo Ortega Ruiz, Rosa Elvira Vargas, Wilbert Torre y otros.
Una inolvidable fiesta en la que cantaron a dúo Tania Libertad y Marco Antonio Muñiz, amigos del Teacher.
Zabludovsky y Mejido, le decía al principio, comenzaron con Guillermo Vela que inició con el noticiero de cigarros Belmont con el que pudo viajar por numerosos países y conocer jefes de Estado. En nuestra entrevista recordó haber estado con Nasser, en Egipto, en dos ocasiones y a las orillas del Nilo con Tito, en Belgrado, para una reunión de países no alineados y con Fidel Castro desde el primer día en que tomó poder.
Por cierto, Jacobo Zabludovsky hacía y redactaba los noticieros que Vela leía. Entró con él a los 18 años y duro ocho.
Desde esa experiencia, en la entrevista publicada el 13 de mayo de 1980 Guillermo Vela habló de la libertad frente al tan debatido tema del derecho a la información: Entre menos legislación haya en esta materia, mejor, porque después se le aprovecha en contra de la libertad, en contra de la expresión crítica pero responsable. Lo mejor que puede hacerse es que quienes escriban o digan las noticias sean personas preparadas.
Eso sostuvo quien también pensaba que la crítica con responsabilidad y ética, la que propone soluciones, lejos de enfurecer debe ser agradecida por el poder público.
A principios de los 70 Guillermo Vela decidió radicar en Tequisquiapan y se retiró definitivamente del radio y la televisión, en donde había iniciado en 1949.
Las radioescuchas de entonces recordamos otra de las frases de Vela: “Yo regreso con más noticias… ahora Pedro Ferriz, el hombre que siempre fuma Belmont”.
¿Cómo ve a quienes hoy le han sustituido en los noticiarios? ¿quiénes son los mejores? le pregunté al término de la charla. “El número uno es sin duda Jacobo y me enorgullezco mucho de ello. Los demás son demasiado jóvenes y hay muchos valores falsos que cobran grandes sueldos y no los valen”.
Habló también del desarrollo de Querétaro, que “es increíble que ni siquiera lo soñamos” y que “vamos a tener que pensar mucho en programas en la urbanización y vivienda”. Que Querétaro crecería proporcionalmente, en mayor medida que Monterrey Guadalajara.
Así lo veía Guillermo Vela, el hombre de los noticiarios que inspiraron a ese niño que lo escuchaba en el maravilloso radio Philips Bi Ampli con las notas del “ágil y certero reportero de Excélsior… Manueeel Mejido”.
Grandes.
-BLANCAS Y NEGRAS-
Misionero.
Solo cuatro representantes latinoamericanos (entre los 25 de todo el mundo) participan en la Comisión Teológica para la preparación del Sínodo de los Obispos cuyo proceso arranca este sábado en Roma y culminará en octubre de 2023 con la Asamblea Sinodal: el mexicano Faustino Armendáriz Jiménez, el brasileño Agenor Brighenti, el venezolano Rafael Luciani y el argentino Carlos María Galli, todo ellos con un papel destacado en la reflexión teológica de nuestra región.
El órgano es coordinado por monseñor Luis Marín de San Martín, subsecretario del Sínodo que tiene como tema “Por una Iglesia Sinodal: comunión, partición y misión”. Así nos lo compartió desde Europa el arzobispo de Durango, Faustino Armendáriz, quien estará presente mañana en la instalación y el domingo en una celebración con el Papa Francisco.
Cabe recordar que el hoy Santo Padre y el noveno obispo de Querétaro trabajaron juntos en la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, también llamada Conferencia de Aparecida, celebrada en Sao Paulo Brasil entre el 13 y 31 de mayo de 2007 bajo la guía de Benedicto XVI. En aquél momento el arzobispo de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio, era ya cardenal y Faustino obispo de Matamoros, Tamaulipas.
En La Mañanera de este jueves el presidente Andrés Manuel López Obrador puso como ejemplo a Querétaro como estado que el gobernador saliente, o sea Francisco Domínguez, dejó sin deuda y el estado de Tlaxcala en donde por ley no puede contratarse.
El primer mandatario habló también de las entidades que aportan al Producto Interno Bruto. Mencionó a la Ciudad de México con 16.1% al Edomex y Nuevo León con 8, Jalisco con 7.1 y Querétaro con apenas 2.3% al igual que San Luis Potosí y Tabasco, con datos del INEGI publicados en el portal Político MX.
Hoy, a una semana del cambio de gobierno, aparecen los sabios analistas que, junto con los troles, lamentan el fin del boicot sexenal a comunicadors o medios y anticipan el fin de la crítica. Así entienden el periodismo desde su pequeño criterio y grandes intereses.
“La Corregidora”. Así le llaman los cronistas de futbol de la tele nacional y también a algunos locales al Estadio Corregidora -con cuyo nombre está registrado en la placa inaugural y hasta en la fachada. De nada sirve que los colegas que sí saben, como Álvaro Rico, se los puntualicen. Da mucho coraje, diría Anaya.
Por cierto. El nombre del estadio que también lleva el auditorio, en honor de doña Josefa Ortiz de Domínguez –y que ya llevaban la calle principal de la ciudad, un municipio y varias escuelas- no tiene nada que ver con el futbol. Pero no debe extrañarnos, porque tampoco lo jugaban los aztecas y así se llama el mayor escenario deportivo del país, sin tener siquiera (como decía mi maestro Ernesto Sandoval Rojas) una grequitas que justifiquen el título o una piedra del sol donde ofrendar a los dioses las entrañas de un árbitro. Nota: Los árbitros no tienen entrañas.
Y menos ahora con el VAR.
-JUGADA FINAL-
Timoratos.
Al analista político que ahora celebra el fin del veto gubernamental a varios periodistas pero que no dijo nada durante los seis años y a esos otros que lamentan -según ellos- el fin de la crítica, un oportunista y acomodaticio ¡JAQUE MATE!