El arranque de un programa educativo representa una mezcla de emociones: por una parte, la motivación de responder a la demanda del sector industrial con profesionistas altamente calificados que enfrenten los desafíos del ramo; por otra, los desafíos que implica consolidar una oferta académica en un mundo globalizado.
En 2013, la Universidad Autónoma de Querétaro creó la carrera de Ingeniería Mecánica y Automotriz en la Facultad de Ingeniería, cuya sede se fijó en el Campus San Juan del Río: una apuesta estratégica para el desarrollo regional, al ser un nodo dentro del corredor industrial que conecta el Bajío con la Ciudad de México y Puebla, regiones con mayor concentración de industria automotriz en el país. Su ubicación favorece la vinculación directa con empresas armadoras y proveedoras del sector.
Desde enero de 2018 he tenido el privilegio de coordinar este plan de estudios, tiempo en el cual me ha tocado ser testigo del constante crecimiento del sector automotriz, así como de los retos que implican la consolidación de esta ingeniería.
Un paso fundamental para un programa educativo es formar una plantilla docente y administrativa sólidas. Pero el fortalecimiento depende también de un factor externo fundamental: el reconocimiento de los empleadores hacia los egresados. Cuando quienes contratan validan la calidad de la formación recibida, se genera un círculo virtuoso en el que el prestigio del programa crece; así, los estudiantes encuentran mejores oportunidades laborales y más aspirantes se interesan en ingresar.
Recientemente, gracias a un gran trabajo en equipo, Mecánica Automotriz UAQ logró la acreditación de calidad con reconocimiento internacional por parte del Consejo para la Acreditación de la Enseñanza de la Ingeniería, lo cual la posiciona no solo como la única carrera del área automotriz con este tipo de certificación en el estado de Querétaro, sino de toda la zona del Bajío; en tanto que, a nivel nacional, sólo siete programas de automotriz cuentan con dicho reconocimiento.
Los desafíos van desde la actualización constante hasta la incorporación de nuevas herramientas tecnológicas. La mejora continua no es un eslogan, sino una práctica diaria que implica evaluar, corregir y volver a construir. Porque no basta con mantener lo logrado: es necesario dar un paso más y anticipar los cambios que exige la sociedad y el mercado laboral.
Contar con una acreditación de reconocimiento internacional no solo respalda la calidad académica del programa, sino que también abre nuevas oportunidades para su comunidad. Para los estudiantes, representa una puerta de acceso a programas de movilidad nacional y mundial, fortaleciendo su formación en contextos globalizados. Para el personal docente, facilita la vinculación con instituciones, propiciando el desarrollo de proyectos colaborativos, estancias académicas y redes de investigación que enriquecen la docencia y la proyección del programa educativo.
Dr. Ángel Pérez Cruz. Coordinador de Ingeniería Mecánica y Automotriz UAQ







