Érika Hernández
Tras dos horas de resumir sus logros y algunos pendientes en casi seis años de gestión, el Presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que se va con la conciencia tranquila y muy contento.
“Estoy por terminar mi mandato y quiero confesar, aquí en la plaza principal del País, en este Zócalo donde tantas veces nos concentramos durante nuestra lucha por la justicia y la democracia, me voy a jubilar con la conciencia tranquila y muy contento”, aseguró ante miles de seguidores congregados en la Plaza de la Constitución.
“Nada me hace más feliz que haber contado con el apoyo muchos de ustedes, de millones de mexicanos, reducir la pobreza y la desigualdad en el País”.
Como lo hizo en diversos puntos de su mensaje, el Mandatario elogió a su sucesora en el cargo, Claudia Sheiunbum, quien se levantó de su lugar, en primera fila, y lo miró y se llevó sus manos al corazón, y saludó a los asistentes, mientras él arengaba: “¡Presidenta!” “¡Presidenta!”.
“Es una mujer excepcional, experimentada, honesta y, sobretodo, de buenos sentimientos, de buen corazón, afín a los principios fundamentales de nuestro movimiento, de transformación, y auténtica defensora de la igualdad, de la libertad, de la justicia, de la democracia, de la soberanía, Claudia Sheinbaum”, aseguró.
El político tabasqueño sostuvo que se va con el orgullo y honor de haber servido a un pueblo bueno, trabajador, inteligente, fraterno y heredero de grandes virtudes y valores, y siguiendo los valores de héroes y heroínas conocidas y desconocidas.
Es indudable, añadió, que se avanzó en la revolución de las conciencias y se sentaron las bases para consolidar la nueva política denominada humanismo mexicano.
Sin embargo, advirtió, pese a lo logrado, todavía es notorio el atraso que padece México.
“Por el largo y tormentoso periodo en que el gobierno estuvo en manos de oligarcas insensibles, que nunca se preocuparon por el bienestar del pueblo, que sólo se dedicaron a saquear e impedir el progreso con justicia de quienes nacimos y vivimos en este paraíso llamado México”, dijo.
“Por lo mismo, es indispensable seguir luchando para fortalecer lo alcanzado y continuar construyendo una patria nueva, generosa, eterna. Tengamos presente que la vida es demasiado corta para desperdiciarla en cosas que no valen la pena”.
López Obrador concluyó su mensaje con frases que lo han distinguido en los últimos 20 años, como “La felicidad no reside en el dinero”.
“Por último, gracias, gracias de corazón. ¡Que viva el pueblo de México! ¡Viva México! ¡Viva México! ¡Viva México!”, gritó mientras la multitud le aplaudía y coreaba “¡Presidente!” y “¡México!”.