Tumultuoso, a gritos, en una carpa especialmente montada en el Zócalo, con más de medio Gabinete federal, y con la próxima Mandataria, Claudia Sheinbaum, y el Presidente Andrés Manuel López Obrador en el centro de la atención, aunque sin decir nada, la escritora Beatriz Gutiérrez Müller presentó su libro “Feminismo silencioso (Planeta)”.
Fue en apariencia una despedida de Gutiérrez Müller, la investigadora, escritora, esposa del Presidente, y quien en ese libro escribió sus memorias en Palacio Nacional, recinto al que llegó desde 2018.
“Es como el final de las películas que ya se acerca, y como yo no pedí estar en la esfera pública, yo me voy a retirar de igual modo, sobre todo de la esfera política. No es lo mío, y aunque fui pública o soy pública por razones ajenas a mi voluntad, me retiraré silenciosamente también para vivir con toda la prudencia que me caracteriza lo que resta de mi vida”, dijo.
A pesar de que el libro presentaba una forma del feminismo y de que López Obrador no quería ser el centro de la atención, éste lo fue.
En la esquina de Palacio y la Suprema Corte había más retratos de él, libros, mensajes y seguidores que lo coreaban a él, que a quien era la protagonista del evento: “¡Es un honor estar con Obrador!”.
Sólo a veces, los asistentes–unos 250 que alcanzaron lugares detrás de políticos, y otros mil más detrás de las vallas– se acordaban de que el acto era para Gutiérrez Müller, y gritaban: ¡Es un honor estar con Bety hoy!”.
Silencioso también, el Presidente salió de la mano de Gutiérrez, caminó 50 pasos y ocupó un lugar en la primera fila, frente a la mampara con una foto de ella vestida de rojo en un pasillo de Palacio Nacional.
Cinco presentadores, entre ellos la ex Embajadora de México en Ecuador Raquel Serur, la gobernadora del Estado de México, Delfina Gómez, y la productora Verónica Velasco reseñaron el libro, elogiaron a la autora y festejaron los avances del régimen.
Incluso Gutiérrez, que cuando su marido deje el cargo no se irá con él a su finca, reivindicó al Gobierno en un discurso que mezcló sus sentimientos.
“Este País ya cambió, no pueden tratarnos como hace años. Ojalá lo entiendan los que están renuentes a comprender este principio elemental, que es la comprensión de nuestro prójimo. Si no hay una comprensión de sus necesidades, de sus emociones, no se ha entendido nada”, señaló.
La ex Embajadora Serur dijo que la obra es una reflexión de cómo es vivir al lado del hombre más poderoso de un País, en el que su rostro se llega a confundir con el de él, y las críticas e injurias le afectan igual a Gutiérrez Müller que a sus hijos, sin aceptar el papel de ‘primera dama’ porque es discriminatorio.
“La doctora me hizo desvelarme para entender por qué el silencio, y saben qué, ya lo entendí y efectivamente el silencio es una manera de demostrar quizás nuestra rebelión o nuestra situación de decir, con mi silencio te digo todo”, agregó la Gobernadora del Estado de México.
Verónica Velasco destacó el concepto de “feminismo silencioso” en un País donde entre 9 y 10 mujeres son asesinadas cada día, y también la intención de no figurar ni aprovecharse de los privilegios, a pesar de que tenía a medio Gabinete enfrente y que la carpa fue montada especialmente para ella en el Zócalo.
Gutiérrez moderaba, pedía silencio, promovía la compra de su libro, agradecía la paciencia cuando la presentación ya pasaba una hora y media.
“Nunca les quité mucho tiempo tampoco”, expresó.
Quería decir que no por haberse quedado callada en muchos temas no tenía algo qué decir. Que su manera de protestar durante el Gobierno que ya se acaba era, dijo, guardar silencio.
“El silencio tiene lugar para hablar también como forma de protesta. Y a los que van ahora a gobernar, empezando por nuestra Presidenta, pedirles que nunca se olviden de dónde vienen. Así de simple. Y que si guardamos silencio nuevamente, algo andamos protestando”, añadió.
El primero en retirarse con 50 pasos fue el Presidente. Entró a Palacio solo, levantando el brazo, mientras Gutiérrez insistía en que ya habrá otro momento para firmar los libros.
Caída ya la noche, poco a poco se fueron también María Estela Ríos González, consejera jurídica presidencial; Manuel Bartlett, director de la CFE; Luisa María Alcalde, Secretaria de Gobernación; Miguel Torruco, de Turismo; Rafael Ojeda, de Marina; Rosa Icela Rodríguez, de Seguridad Ciudadana; Leticia Ramírez, de Educación; Raquel Buenrostro, de Economía; Jorge Alcocer, de Salud; Víctor Villalobos, de Agricultura; Ernestina Godoy, próxima consejera presidencial; German Martínez, director de Conagua, y se fue también el ex Gobernador de Chihuahua y ex panista Javier Corral.