ALHAJERO
Ha transcurrido más de una semana del Para la Unión Europea (UE), la expulsión de funcionarios diplomáticos “es una medida extrema e inamistosa que debe reservarse a situaciones de gravedad”.
Así es en realidad en el mundo de la diplomacia. Como tal lo declaró la delegación de la UE en La Paz, luego de la decisión del gobierno de facto de Bolivia de expulsar a dos diplomáticos españoles y a la embajadora de México.
Y es que para declarar “persona non grata” a un funcionario de una embajada debe ocurrir algo realmente grave entre los países en cuestión. Se trata –cuando se despliega con seriedad-, de un llamado de alerta, un paso previo a la posible ruptura de relaciones.
Al hacer pública su postura –en realidad un reproche a los bolivianos-, la Unión Europea deja ver dos cosas más allá de explicitar su solidaridad con España: O no vio gravedad en el “incidente” en la residencia de la Embajada de México, o de plano le pareció una farsa.
La segunda hipótesis lleva a plantearse una pregunta: ¿Por qué querrían las autoridades bolivianas hoy en el poder enemistarse no sólo con México y Argentina (dos de los tres países líderes en América Latina), sino también con España y hasta la propia Unión Europea?
Algunos podrán aducir error de cálculo, falta de oficio, o incluso mera soberbia. Cualquiera de estas (sin)razones, o las tres en conjunto podrían aplicar.
Incluso hay quienes piensan que Bolivia está escalando el conflicto a nivel internacional para jugar con esa carta con vistas a su próxima elección; o a evitar la elección si es que las condiciones no les son convenientes. Pero desde el caso de México hay más elementos –además de los anteriores- a tomar en cuenta para analizar el porqué de la decisión del gobierno interino de Bolivia de expulsar a la Embajadora de México, María Teresa Mercado.
Algunas de las posibilidades que se barajean son estas: Cobro de facturas (por el asilo a Evo Morales), búsqueda de legitimidad (del gobierno en funciones encabezado por Jeanine Añez), y por estrategia electoral, que ya mencionamos antes.
El presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, Héctor Vasconcelos lo apuntó así: “Independientemente de los juicios que se puedan tener sobre el desempeño de Evo Morales como Presidente de la República, creo que se trata de defender la vigencia del asilo… México otorgó este asilo y yo diría que en represalia hemos sufrido una serie de actos agresivos por parte del actual gobierno de facto de Bolivia”.
El coordinador de la bancada de Morena en el Senado, Ricardo Monreal, lo expuso así: “La falta de argumentos y el aislamiento internacional de ese gobierno de facto les lleva a cometer excesos diplomáticos”,
•••
GEMAS: Obsequio del historiador Lorenzo Meyer: “México y Bolivia no tienen relaciones sustantivas (económicas o políticas). México, con un gobierno legítimo, no se ve afectado por acciones o declaraciones de un gobierno golpista de derecha en La Paz. Cualquiera que sea el desenlace, será políticamente positivo para México”.