ALHAJERO
Alberto Barranco Chavarría, quien ayer fue ratificado en la Comisión Permanente del Congreso como embajador de México ante El Vaticano, es todo un personaje de la 4T.
Es conocido por sus Crónicas de la Ciudad de México, por su columna financiera, por sus participaciones en televisión. Pero lo que lo ha hecho famoso entre los de la 4T son sus aguerridos tuits en contra de todo aquel que ose criticar a López Obrador. Especial tirria le tiene a los expresidentes y particularmente a Fox, al que le ha devuelto desde la red del pajarito azul la frase aquella de “¡Cállate, chachalaca!”, y al que todavía hace menos de un mes le dedicó este apunte:
“El panista Vicente Fox se volvió priista con perfil de porrista cuando el gobierno de Peña le condonó impuestos de sus empresas. Antes, cuando Calderón hizo lo propio, seguía fiel al blanquiazul.”
Y no crean que la perspectiva de su nuevo nombramiento le ha puesto freno a su voz o a su pluma. Hace menos de una semana escribió este otro tuit: “Hipócrita, Claudio X. González, el artífice de la campaña negra contra AMLO en el 2006 y de las zancadillas hacia éste en el 2018, se apresuró a abrazar al presidente electo… y luego seguir tratando de golpearlo desde las sombras”. Bueno, pues ayer el periodista y filósofo de profesión rindió protesta, juró respetar la Constitución y se apresta para viajar hacia la Santa Sede. Barranco lleva en la talega dos encomiendas fundamentales:
-En lo político, llevar el mensaje de lo que está ocurriendo en nuestro país con la 4T, mostrar las coincidencias en temas como el combate a la pobreza y el respeto a los derechos de los indígenas y estrechar los vínculos.
-En lo cultural, con vista al simposio de los 500 años del “encuentro de culturas”, exaltar la figura de nuestro historiador Miguel León Portilla (quien por cierto se encuentra mal de salud), que recoge el ámbito de la Visión de los Vencidos en su libro toral. “Lo que queremos es una mayor colaboración entre el Estado Vaticano y el gobierno mexicano”, indicaría.
Maestro de periodismo en la escuela Carlos Septién durante 20 años, Barranco Chavarría afirma respetar el laicismo, los principios juaristas, la cabal separación Iglesia-Estado. Lo que hay que buscar es el respeto de uno al otro.
“El Estado debe cumplir sus funciones sin recurrir a instancias ajenas”, precisa.
¿Y la Cartilla Moral? ¿Y las continuas referencias bíblicas del Presidente en sus conferencias? La ética está ligada con la religión –aduce-, no hay distorsión; y la Biblia es a fin de cuentas un libro universal.
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GEMAS: Obsequio de la escritora Elena Poniatowska, luego de recorrer los salones de Palacio Nacional con el Presidente: “(Con Andrés Manuel) uno se siente parte de la vida del país; no sólo de la vida social, sino de la vida política y cultural”.