ALHAJERO
En ninguna de sus presentaciones en las conferencias de prensa —ni en las Mañaneras ni por la tarde en Palacio nacional- habíamos visto al subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, así: serio, seco, distante, desanimado incluso.
Era claro que los golpes recibidos –por parte de múltiples medios, nacionales e internacionales— debido a la frase que soltó sobre el mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador: “La fuerza del presidente es moral, no es una fuerza de contagio”, lo diezmó.
Porque no sólo se trataba de una frase desafortunada políticamente hablando –aunque muy buena para la Guerra de las Galaxias-, sino que reflejó para algunos lo peor que le podía a López –Gatell en estos momentos de la emergencia epidémica: lucir como un zalamero ante el Jefe del Ejecutivo. Y sí, lucía deprimido el doctor en Epidemiología, aunque hizo un gran esfuerzo para sobreponerse ante los medios en la Mañanera. Recurrió para ello a un discurso seco, casi de tono regañón, para iniciar su participación delante de AMLO: —Vamos a retomar sobre el informe técnico que damos todos los días…,y me gustaría respetuosamente convocar su atención a los aspectos técnicos de este informe y no distraerse con interpretaciones de otra naturaleza.
Vamos a centrarnos en lo técnico —insistió más adelante—.La confianza que depositaron en mí, estriba en la responsabilidad de que se me vea como un funcionario técnico y no se me lleve a la esfera política, la cual no me interesa, ni quiero jugar en ella.
Pero algo más quería López-Gatell responder, y ahí el mensaje no iba precisamente para los medios de comunicación, ni para los adversarios del tabasqueño. Los depositarios eran más bien miembros de la comunidad científica nacionales e internacionales.
Sacó a colación los principios rectores del Reglamento Sanitario Internacional y en particular el hecho de que las medidas de protección, de prevención, de control de epidemias “deben hacerse de acuerdo al riesgo tanto en términos de la magnitud, en términos del tamaño del peligro como en términos de los mecanismos o los mecanismos que permiten enfrentarlo”.
En otras palabras, “procurando no interferir con la movilidad de las personas y el comercio internacional”.
De ahí, el subsecretario agregó una frase más que revelaba su propio desconcierto ante la montaña de críticas recibida:
“En este momento pareciera que el mundo ha entrado en una fase de enorme desconcierto, desconcierto de la sociedad, desconcierto de sus liderazgos políticos y se están tomando diversas decisiones que, si uno hace un análisis cuidadoso y frío, se da cuenta que guardan poca relación con reflexiones de sus comunidades científicas y técnicas”.
Expuesto lo anterior –con el dolor aún a flor de piel-, se sumergió en la historia del día…, la historia técnica frente al coronavirus.
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GEMAS: Según datos del Banco de México, el peso cerró en un nuevo mínimo histórico en el mercado interbancario: 23.16 unidades por dólar.