ALHAJERO
Ya no es priista formalmente, pero Beatriz Pagés Rebollar lleva aún en la sangre al tricolor. Tanto, o más, como el periodismo del que la imbuyó desde niña su padre, José Pagés Llergo, fundador de Siempre, revista que hoy ella dirige.
Quizás por ello le duele tanto ver al PRI convertido en nada.
En la marcha opositora de hace un par de semanas miraba a uno y otro lado buscando algún rostro significativo del tricolor. Ninguno. En el discurso público: ausentes. En la defensa de las instituciones, nadie.
-¡El PRI está muerto! ¡Muerto en vida, que es peor!-, apunta Beatriz y agrega:
¿Dónde están los priistas en la Cámara de Diputados, dónde están los priistas en el Senado? ¡No están! Y no están frente al atropello que se está cometiendo en contra de la Constitución. Ni siquiera se están atreviendo a defender lo mejor que construyeron para el país.
Pagés reconoce que el PRI “no era democrático”, pero la Cuarta Transformación “es autocrática, por no decir dictatorial; son dos cosas muy diferentes”, sostiene.
-(Mario) Vargas Llosa los calificó como la “dictadura perfecta”-, apunto.
-Sí, pero le puso el adjetivo: ¡perfecta! ¿Sabes por qué? Porque a pesar de los defectos (como el 68, golpes y acoso a la prensa), había espacio y garantía para las libertades. Esa ‘dictadura perfecta’ logró que se reformara la ley electoral. Y pese a todo, se construyó mal que bien una democracia. En cambio hoy estamos en sentido inverso…
-¿Cómo ves ahora a Andrés Manuel López Obrador?-, le pregunto durante la charla que sostuvimos para El HeraldoTv.
-Es todo un fenómeno psicológico y social. Es un hombre enamorado del poder. Tiene la necesidad de mandar, de que se le obedezca. No tiene autocrítica. Es de una gran vanidad; no de su forma de vestir, que es bastante desaliñada, Pero sí en cuanto a que él cree que tiene la verdad. La verdad única. Es mesiánico, quiere pasar a la historia, ¡considera que él es la historia!
-Tú como periodista, ¿ves un diálogo circular en las Mañaneras?
-Yo más bien creo que el círculo es alrededor de él (de AMLO) porque habla de lo que quiere hablar, da la palabra a quien quiere darla, responde lo que quiere responder; incluso ahora vemos que están sembrados algunos seudo periodistas que le ponen el tapete para que se luzca… Y lo peor no es eso, sino que utiliza un lenguaje polarizante que está hecho para crear incertidumbre. No hay certeza ni en lo que dice ni en lo que promete…
“Ojalá hablara menos. Le haría bien a él y al país”, asienta.
El lenguaje de Beatriz Pagés también es duro, radical. Ella lo explica así:
“Estamos en una etapa en que los ciudadanos debemos hablar fuerte porque hay en el poder un discurso fuerte”.
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GEMAS: Las Redes Sociales Progresistas, encabezadas por Fernando González, alcanzaron ayer en Aguascalientes los requisitos mínimos para convertirse en partido político.