ALHAJERO
Usted es ilegítimo de origen
Un mes y 21 días después de “la caída del sistema”, en pleno proceso la calificación electoral, una reunión secreta en casa del empresario Juan Sánchez Navarro definió el rumbo de las elecciones de 1988.
Ocurrió la noche del 27 de agosto y asistieron a ese encuentro Carlos Salinas de Gortari, candidato del PRI a la Presidencia de la República; Manuel J. Clouthier (candidato presidencial del PAN); Luis H. Álvarez, presidente del blanquiazul; José Luis Salas Cacho, coordinador de la campaña de Maquío; Luis Donaldo Colosio, el hombre de confianza del candidato priista y Manuel Camacho Solís, encargado de la negociación.
En ese encuentro pactaron el arribo de Salinas a Los Pinos (y no apoyar a Cuauhtémoc Cárdenas), a cambio de varias cosas.
La historia nos la narró Salas Cacho (para el libro 1988: El año que calló el sistema). Según el regiomontano, las palabras contundentes de Luis H. Álvarez para Salinas en esa reunión fueron las siguientes:
“Usted es ilegítimo de origen, pero se va a legitimar en el poder si es que cumple sus acuerdos. Usted para nosotros es un Presidente ilegítimo porque está accediendo al poder de una manera ilegítima, pero este país nos deja en una posición que nosotros tenemos que abstenernos (en la calificación de la elección presidencial), porque si votamos en contra vamos a tener un Presidente espurio y el PAN no quiere un Presidente espurio.
Y sobre todo, no puede crear la condición de que llegue alguien que ni siquiera vamos a saber quién es. Aquí cuando menos tengo yo la posibilidad de tener su cara enfrente de la mía y le podré exigir en su cara que cumpla”.
Los puntos a los que el Presidente del PAN se refería y a los que Salinas se comprometió a cumplir para lograr la calificación presidencial, fueron cinco:
1.-Cambiar las leyes electorales. Fundamentalmente, un padrón confiable e inviolable; y un organismo ciudadano que no dependiera del gobierno a cargo de las elecciones.
2.-Darle viabilidad a la economía, con una apertura económica y tener libertad en el campo (desaparecer el ejido).
3.-Regresar la banca (nacionalizada entonces) a manos privadas.
4.-La creación de algún organismo que defendiera a los ciudadanos (lo que a la postre sería la Comisión Nacional de Derechos Humanos).
5.-Apertura religiosa, relación con las iglesias. Restablecimiento de las relaciones con el Vaticano.
Con el compromiso de parte de Salinas de Gortari de cumplir esos cinco puntos, se selló la negociación. El priista cumpliría a cabalidad con lo que Carlos Castillo Peraza idearía y denominaría como la “legitimación en el poder” y “la victoria cultural” del PAN.
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Gemas: Obsequio de Emilio Gamboa: “El 88 le costó mucho a Salinas, tanto que empezó a negociar con Acción Nacional. Le abrió las puertas de Los Pinos y de Palacio Nacional al PAN.