ALHAJERO
La seguridad en el sureste
El tema ya resulta inevitable. Por más que el objetivo central del encuentro fuera dar un panorama de lo que se está haciendo en el país -tanto a nivel gubernamental como empresarial para motivar el turismo nacional e internacional-, el fantasma de la seguridad asomaba como el elefante en la sala, aunque muchos evitarán hacer referencia a éste.
“Cancún, Ciudad del Futuro” era el nombre del foro que había convocado a las 100 compañías del sector turístico de mayor facturación en Quintana Roo, cuyo programa incluía un diagnóstico del Cancún actual, y buscaba la posibilidad de elaborar un plan maestro de largo alcance.
Y sí, decíamos, resultaba imposible ignorar el impacto de la violencia y la inseguridad en el turismo, aún y cuando la región del sureste (Tabasco, Quintana Roo, Campeche, Yucatán) representa, a nivel nacional, sólo 3% del total de ejecuciones en el país. Eduardo Guerrero Gutiérrez, experto en seguridad, fue el encargado de exponer ante el empresariado las perspectivas de seguridad en el sureste.
Comenzó por Campeche.- En esta entidad, expuso, la depresión económica “está dando al traste con la seguridad”: la reducción de los precios del petróleo y la reforma energética han afectado la seguridad. Su economía fue la que más decreció (-3.2%) y ello ha aumentado delitos como fraude, robo y amenazas verbales.
Quintana Roo.- Esta entidad, indicó el doctor Guerrero, ha padecido “muy malas gestiones en seguridad por parte de gobiernos previos”, lo que produjo una “debilidad institucional”. El gobierno actual (de Carlos Joaquín) ha tomado medidas de fortalecimiento institucional “que aún no han dado resultados inmediatos, pero pronto los podrá tener”. Es “afortunado” en ese sentido, el nombramiento de Alberto Capella como secretario de Seguridad Pública y las medidas que está implementando. “Vamos a ver qué pasa”.
Tabasco padece la expansión del cártel Jalisco Nueva Generación. Es el estado con mayor incidencia delictiva. La entidad sufre notablemente la extracción ilegal de combustible por el poliducto que pasa por el estado. Este delito se ha convertido en el tercer negocio más importante del crimen organizado en el país.
Yucatán tiene las tasas delincuenciales más pequeñas del país. Ello –apunta el especialista- proviene de dos gobiernos pasados encabezados por Víctor Cervera Pacheco, “priista tradicional que logró hacer un trabajo de gestoría social que puso límites muy adecuados a los criminales”.
Sin embargo, advierte Eduardo Guerrero, la evaluación más reciente de la policía yucateca muestra que trae un rezago importante en salarios y en capacitación. Sus autoridades “no deberían confiarse descuidando a su policía…”.
Tal es el panorama a grandes rasgos de esta zona a la que el próximo presidente de la República pretende dar un gran impulso, comenzando por el Tren Maya
GEMAS: Obsequio de Alfonso Durazo, próximo secretario de Seguridad: “La delincuencia organizada no puede existir sin involucramiento de funcionarios que les ofrezcan un margen de protección e impunidad.”