ALHAJERO
El terco de Andrés Manuel
De su terquedad no cabe duda. Él mismo lo reconoce: “Es de dominio público…”
Y sí, ayer Andrés Manuel López Obrador se convirtió por tercera ocasión en candidato a la Presidencia de la República. Por Morena esta vez, partido que él mismo fundó, hace apenas cuatro años.
Con él, viejos luchadores políticos igual de obcecados que el tabasqueño. De aquellos que vienen desde hace 30 años, como Ifigenia Martínez. Porque este andar, diría Porfirio Muñoz Ledo, “es el curso de una lucha que iniciamos en 88”
-Sólo nos falta el ingeniero (Cuauhtémoc) Cárdenas –apunta la maestra-, deberíamos convencerlo… El salón Don Diego del Hotel Hilton de la Alameda está lleno. Hay alrededor de mil asistentes entre invitados, delegados y consejeros de Morena que atestiguarán el momento en que AMLO responda con un enfático: ¡Sí, protesto!
Ahí están Marcelo Ebrard, Martí Batres, Huberto Bátiz, Bertha Luján, Delfina Gómez, Horacio Duarte, Claudia Sheinbaum, Gertz Manero, Agustín Ortiz Pinchetti, Javier Jiménez Espriú, Alberto Anaya, Mario Delgado, José Antonio Rueda, Clara Brugada…
Algunos de ellos le acompañaron durante su gestión en el Gobierno del DF, otros son “nuevas adquisiciones”.
Que de ello precisamente trataría la comidilla al final del evento. Porque, adelantemos, ¡vaya nombres que aparecieron en la lista de plurinominales para el Senado!
¿Creerán que está el ex presidente del PAN, Germán Martínez Cázares? Pues sí, codo a codo con la ex comandante de la Policía Comunitaria de Olinalá, Néstora Salgado; con el ex gobernador de Tlaxcala y ex del PRI, José Antonio Álvarez Lima.
Ahhhh, pero el nombre que levantó ámpula –sobre todo en las redes sociales- fue el del líder de los mineros: Napoleón Gómez Urrutia, quien seguramente ocupará escaño al lado de Ricardo Monreal, Olga Sánchez Cordero y doña Ifigenia Martínez (ella renunciará al PRD el 30 de este marzo). Como extra, valga anotar que Porfirio va para la Cámara de Diputados y espera ponerle la banda presidencial a Andrés Manuel.
En fin, el ambiente que se vivía en este momento –a diferencia de hace seis años- era no sólo de algarabía, sino de una certeza profunda por el triunfo. Así lo transmitía el propio López Obrador a cuyo discurso añadió, en la parte final, algo que nunca antes había dicho: “Quiero ser recordado como un buen Presidente”.
Dijo que seguirá el ejemplo de Benito Juárez, de Francisco I Madero y de Lázaro Cárdenas. Y que va a “persuadir” a todos que “por el bien de todos, primero los pobres”.
Y que actuará como Presidente de la República “con terquedad, con necedad, con perseverancia, rayando en la locura de manera obcecada ¡para acabar con la corrupción!”
Ese fue su grito de batalla final.
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GEMAS: Obsequio de Xóchitl Gálvez: “Voy a la fórmula 2 (de las listas del PRD para el Senado) con Álvarez Icaza, a la calle; y en la 1 pluri…Me voy el 28 de febrero. Ya avisé, porque tengo mi informe el 27, para cerrar la oficina bien. Mi casa se vende…”.