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Tras su fracaso en “Solo”, y la gran caída de la taquilla de su “Episodio VIII”, los fans de Star Wars (SW) nos preguntamos si era tiempo de darle una pausa a la franquicia, pues las ideas parecían que se habían agotado y la posibilidad de tener un buen material parecía lejana; afortunadamente estábamos mal, y gracias a Disney+, tenemos The Mandalorian, una excelente serie que hasta ahora parece ser lo mejor que hemos visto de SW en mucho tiempo.
Esta serie, que es la primera de SW en acción real, sigue a un caza recompensas similar a Boba Fett, interpretado por Pedro Pascal (“Game of Thrones”, “Narcos”), que tras aceptar un misterioso encargo se topa con, ni más ni menos, un bebé de la misma especie que Yoda. Ya sé que esto puede sonar a spoiler, pero las redes sociales están inundadas con este peculiar personaje, al grado de que Hasbro ya anunció una serie de juguetes que estarán listos para la temporada navideña.
Como era de esperarse, el caza recompensas, del que hasta ahora solamente sabemos que pertenece a los “Mandalorianos” y que es un huérfano, se enfrenta a la decisión de entregar al bebé y dejar quién sabe qué tantos experimentos le hagan, o adoptarlo bajo su manto. Creo que todos pueden saber la respuesta.
De esta primera temporada –ya hay una segunda confirmada- quedan tres episodios para responder las interrogantes sobre ambos personajes protagónicos, los cuales han sido recibidos con aplausos por todos los fans de Star Wars. Disney se apuntó un nuevo éxito.
Esto sí parece Star Wars
Quizá el éxito de “The Mandalorian” radique en que el producto parece más a las primeras entregas de la franquicia que a lo realizado por Disney, me explico:
La historia es fresca y en ningún momento parece forzada, como pareció con el filme “Solo”, en donde en el intento de Disney por abordar la juventud del personaje Han Solo, los fans obtuvimos una entrega aburrida, sin chipa y con apenas algunos destellos interesantes que no fueron suficientes para que los estudios confiaran en seguir explorando dicha historia… por el contrario, gracias a la cinta, decidieron hacer pausas más largas entre sus estrenos en cine (estaba programado que tuviéramos un filme de SW por año).
No se preocupan por tener diversidad si no lo necesitan. Aquí no hay personajes de relleno que solamente cumplen con “cuotas”. Lo contrario sucedió con los Episodios VII y VIII, en donde aparecieron dos de las figuras más criticadas de la saga intergaláctica, me refiero a Finn y Rose, un hombre afroamericano y una mujer asiática que acaban por tener una muy forzada relación sentimental. ¿Cómo sabemos que sus papeles son forzados? La respuesta es muy sencilla. Si borramos (o nos saltamos) sus escenas en las películas -sobre todo en VIII-, la historia sigue siendo perfectamente entendible y coherente. Y si a alguien no le gusta Finn y Rose, eso no los hace racista; racista es meter personajes forzados de distintos grupos nada más para cumplir y que no te ataquen.
The Mandalorian va a lo que va. Cuenta una historia nueva, sin elementos forzados y sobre todo entretenida que también apela a nuestros sentimientos. Bien por Disney+.
Paréntesis cultural
The Mandalorian se convirtió en unas de las series más pirateadas en nuestro país gracias a que la plataforma todavía no llega a México, y todo parece indicar que será hasta fines del próximo año cuando la tengamos. La plataforma ya tiene más de 10 millones de usuarios.
