Con más de 360 millones de dólares recaudados a nivel mundial, “Super Mario Bros” se convierte en el mayor debut para una película animada en sus primeros tres días de proyección y la mejor apertura de cualquier filme en lo que va del 2023; un éxito que tiene garantizada la secuela. ¿Pero vale la pena verla? Sencillamente sí.
“Super Mario Bros” no busca reinventar el cine ni ambiciona arrasar en la temporada de premios, sino darnos un golpe de nostalgia para quienes crecimos con la franquicia. Una carta de amor al videojuego llena de easter eggs en donde más de uno señalará la pantalla cada pocos minutos.
Uno de los grandes aciertos, es el tratamiento que le dan a la princesa Peach, que al contrario de ser la víctima con necesidad de ser rescatada, se transforma en un personaje fuerte y cool, que por ratos (casi todos) se roba la película.
Mario, por su parte, nos da al humano común, pero de gran corazón, que a base de esfuerzo y nunca rendirse logra conseguir sus metas. ¿Quién no podría querer a ese gordito chaparrito con gorra y bigote?
Sí, hay quienes critican a la película por su historia simple, más si la comparan con los maravillosos trabajos que ha realizado Illumination (“Secret life of pets” y “Minions”), pero yo me pregunto si realmente amerita complejidad un título que nos garantiza risas, emoción y un buen rato en familia.
Sin temor a equivocarme, en la secuela -todavía no anunciada, pero que seguramente tendremos- veremos una mayor profundidad y desarrollo que algunos acusan faltó en la primera parte. Calmen, apenas fue una primera probadita de lo que se viene para lo que ya podríamos llamar el universo de Mario Bros. Por lo pronto este fin de semana hubo salas llenas y familias disfrazadas; ganó el cine.
Por cierto, la película tiene dos escenas post-créditos, la primera es divertida y la segunda importante.