VOCES DE MUJERES
Ayer fue un día histórico en México. Por unanimidad, el Senado de la República aprobó incluir el principio de paridad de género en la Constitución Política de nuestro país. Este hecho ha sido celebrado por organizaciones y activistas que desde hace décadas luchan por garantizar la participación de las mujeres en los puestos de representación y toma de decisión de las autoridades de nuestro país.
La paridad de género ha sido incorporada de manera paulatina en las legislaturas, tanto federal como locales, pero esto no ha sido fácil. La lucha por garantizar la participación de las mujeres fue combatida con uñas y dientes por dirigentes políticos de nuestro país. Cabe recordar el famoso caso de las Juanitas, aquel grupo de mujeres que llegaron a diputaciones federales como resultado de la obligación de postular mujeres y que, el día que asumieron sus cargos pidieron licencia para ceder su lugar a sus suplentes, todos ellos hombres. En Querétaro, en las elecciones para Alcadías municipales de 2015, tanto el PRI como el PAN solamente habían postulado hombres, a pesar de que la norma electoral les obligaba a nominar de manera paritaria. Y fue por decisión de la Sala Monterrey del Tribunal Electoral que se vieron obligados a incorporar a mujeres y retirar la candidatura a 9 hombres, ya con camisetas, cachuchas y espectaculares listos. En esa elección, por primera vez se eligieron 9 mujeres para las alcaldías y 13 mujeres para la legislatura local, y pasamos de ser uno de los estados con menor representación a uno de los que incorporó el mayor número de mujeres.
Sin embargo la resistencia ha sido dura, sobre todo en las candidaturas a gobernador, la composición del Poder Judicial, la dirección de los organismos autónomos y en los nombramientoS de los gabinetes de los tres niveles de gobierno. Ayer por eso resultó paradójico ver al ahora Senador Mauricio Kuri celebrar la paridad de género que obliga a la inclusión de mujeres cuando en su gabinete como edil de Corregidora no incluyó a una sola mujer. A pregunta expresa de esta servidora, respondió que él había escogido a las personas más preparadas, lo que me pareció un insulto a las miles de mujeres de ese municipio que han demostrado por años una enorme capacidad para ocupar esos puestos pero a las que no se les permitía llegar. Y como no recordar la promesa rota de Marcos Aguilar Vega de tener un gabinete paritario, lo cual nunca ocurrió. En las administraciones actuales la inclusión de mujeres en los gabinetes tampoco ha sido destacada ya que por lo general son designadas a puestos “propios de su género” como son el DIF y Comunicación Social. Debo reconocer que en el gabinete de Pancho Domínguez destaca Romy Rojas al frente de la Secretaria de Desarrollo Urbano y Obras Públicas, una dependencia tradicionalmente dirigida por hombres.
Ayer se le hizo una nueva grieta al llamado “techo de cristal”, esa barrera invisible de discriminación y prejucios que por décadas ha impedido a las mujeres avanzar profesionalmente y ocupar puestos de responsabilidad y toma de decisiones, independientemente de su capacidad. La minuta ya pasó a la Cámara de Diputados y Diputadas, ahora sólo queda esperar su veredicto, pero si nos podemos guiar por lo ocurrido en el Senado, la paridad constitucional será una realidad en nuestro país. A las activistas y organizaciones nos quedará ser vigilantes para asegurarnos de que lleguen las mujeres más preparadas y que la triste historia de las Juanitas no se vuelva a repetir.
¡Será Ley!