VOCES DE MUJERES
El jueves 30 de mayo el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador se reunió con los gobernadores emanados del PAN en Palacio Nacional. En la foto oficial es evidente la falta de algo, la voz de las mujeres.
Ese mismo día y de manera unánime la LIX Legislatura de Querétaro, al igual que han hecho otros 14 estados, votó a favor de incluir el principio de paridad en la Constitución de nuestro país. Esta reforma a los artículos 2, 4, 35, 41, 52, 53, 56, 94 y 115 obliga a incluir de manera paritaria a mujeres en los Gabinetes, el Consejo de la Judicatura y la Suprema Corte Justicia de la Nación; en los tribunales electorales y de justicia federales y locales; en los organismos autónomos de los tres niveles de gobierno y en las candidaturas a diputados, senadores, alcaldes y regidores que propongan los partidos políticos tanto por mayoría relativa como por representación proporcional, buscando así garantizar la participación de las mujeres en los puestos de toma de decisión en la vida pública y política de nuestro país.
Por supuesto las reacciones no se han hecho esperar. Muchos saltaron como chapulines en comal a cuestionar esta acción afirmativa argumentando que la selección de funcionarios y funcionarias debe ser por méritos (de acuerdo), que no debe ser por cuotas (no debería), que las mujeres deben llegar porque son mejores que los hombres no por ser mujeres (así debió haber sido siempre). La expresión más frecuente que he escuchado ha sido “¿Y que pasa con los hombres?” La respuesta es muy sencilla: los hombres ya están ahí.
En la SCJN de 11 ministros solamente 2 son mujeres Norma Lucía Piña y Yasmín Esquivel. En la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación de 7 Magistrados Janine Otálora y Mónica Soto son las únicas mujeres y en las salas regionales tan solo 6 mujeres ocupan una de las 18 magistraturas. De acuerdo con el Censo Nacional de Impartición de Justicia 2017 solo el 20.2 por ciento de los jueces y magistrados federales son mujeres.
En las elecciones de 2018, de los mil 613 ayuntamientos que eligieron presidente municipal 440 fueron mujeres es decir 27 por ciento. En las gubernaturas es aun peor ya que solo Claudia Sheinbaum y Claudia Pavlovich gobiernan una entidad federativa. Gracias a las reformas en materia electoral que obliga a postular mujeres y que iniciaron en 1997, en 2018 el Congreso de la Unión estuvo muy cerca de alcanzar la paridad, con 241 parlamentarias en la Cámara de Diputados y 63 en la Cámara de Senadores lo que equivale a 48.2 y 49.2 por ciento respectivamente. En Querétaro, por segunda ocasión consecutiva, tenemos mayoría de mujeres en la Legislatura con 13 de 25. Sin embargo, en lo que se refiere a organismos autónomos ni la UNAM, el INE, la CNDH, PEMEX o el Banco de México han sido dirigidos por una mujer en toda su historia.
En lo que se refiere al gabinete federal actualmente tenemos 7 mujeres y 9 hombres debido a la renuncia de Josefina González Blanco, sin embargo sigue siendo el gabinete con mayor participación de mujeres y el primero en el que una mujer tiene las riendas de la política interna con Olga Sánchez Cordero al frente de SEGOB. Sin embargo esto no se repite a nivel de estados ni municipios, donde la participación de las mujeres es mínima o prácticamente nula. Tal es el caso de Querétaro donde solo Mariela Morán, Paulina Aguado y Romy Rojas forman parte de gabinete de Pancho Domínguez esto 3 mujeres de 27 integrantes. En el municipio de Querétaro, a cargo de Luis Nava, de 16 secretarías 4 las encabeza una mujer. Esta falta de presencia femenina se repite en los gabinetes municipales de Roberto Sosa en Corregidora con 2 mujeres de 13; en El Marqués, presidido por Enrique Vega con solo 2 de 9 secretarías cargo de una mujer y que decir de Memo Vega en San Juan del Río con solo una mujer en su gabinete. Y así ocurre en todo el estado de Querétaro, aun cuando el municipio sea presidido por una mujer.
El ejemplo tal vez más patético de la falta de mujeres en las mesas de toma de decisión es la Junta de Gobierno del Instituto Queretano de las Mujeres. Esta junta esta integrada por los titulares de las secretarías de Gobierno (hombre), Salud (hombre), Educación (hombre), Planeación y Finanzas (hombre) Contraloría (hombre), Desarrollo Sustentable (hombre), Seguridad Ciudadana (hombre), Juventud (hombre), del Trabajo (hombre), Desarrollo Agropecuario (hombre), el Director del DIF y el Fiscal General del Estado quienes tienen voz y voto. Las mujeres que participan en la junta de gobierno del IQM, su directora y cuatro mujeres representantes de la sociedad civil, pueden dar su opinión pero no tienen voto.
Hace unos días la Senadora estadounidense Kirsten Gillibrand fue cuestionada sobre la necesidad de incluir a más mujeres en la vida política de ese país. Ella respondió “Queremos que las mujeres tengan un lugar en la mesa”. Su interlocutor la interpeló diciendo “¿Y qué pasa con los hombres?”, a lo que la Senadora respondió “Los hombres ya están ahí ¿no lo habías notado? El propósito no es ser excluyente. El propósito es la inclusión.”
Y ese exactamente es el propósito de la reforma de paridad. Incluir a mujeres preparadas y capaces para que lleven nuestras voces a la mesa donde se decide el futuro de México. Los hombres ya están ahí.
Maricruz Ocampo