Recientemente se dio a conocer el Primer Proyecto del Marco Mundial de la Diversidad Biológica Posterior A 2020, en donde se asienta que “A pesar de esfuerzos constantes para evitarlo, la diversidad biológica se está deteriorando en todo el mundo y se proyecta que en escenarios en los que todo siga igual ese deterioro continuará e incluso empeorará” y por ello, se establece como objetivo del marco “el impulsar a los Gobiernos y a la sociedad en su conjunto, incluidos los pueblos indígenas y las comunidades locales, la sociedad civil y el sector empresarial, a adoptar medidas urgentes y transformadoras…”
El documento más adelante señala que “El marco está elaborado en torno a una teoría del cambio que reconoce que se requieren medidas urgentes de políticas a nivel mundial, regional y nacional para transformar los modelos económicos, sociales y financieros de manera que las tendencias que han exacerbado la pérdida de diversidad biológica se estabilicen en los próximos 10 años (para 2030) y permitan una recuperación de los ecosistemas naturales en los siguientes 20 años”
Mientras tanto, en Querétaro desde el 2016 se cuenta con una Ley de Biodiversidad que dentro de sus principios se encuentran los siguientes:
I. El Estado garantizará la preminencia del interés público para promover, conservar y aprovechar la biodiversidad con respecto a otros derechos;
II. La biodiversidad es un bien jurídico ambiental que importa un valor sujeto de protección por este ordenamiento y tiene un carácter colectivo en cuanto a su disfrute y titularidad;
En el Proyecto del Marco Global se establece como meta “controlar o erradicar las especies exóticas invasoras para eliminar o reducir sus impactos, concentrándose en especies prioritarias y sitios prioritarios.” Lo cual es determinante sobre todo para los contextos urbanos, donde se atestigua una frecuencia y magnitud importante de introducción de dichas especies invasoras que están alterando por completo la biodiversidad urbana.
Y llama la atención, que el Proyecto sólo le dedique un párrafo y una meta a los contextos urbanos señalando lo siguiente: “Meta 12. Aumentar la superficie de espacios verdes y azules en zonas urbanas y otras zonas densamente pobladas, el acceso a esos espacios y los beneficios que brindan para la salud y el bienestar humanos.” Cuando en realidad es relevante, en tanto que la mayor parte de la población de humanos, se asentarán en las urbes.
Por ello, en Querétaro, se ha dado un primer paso, que da un giro paradigmático en cuanto a la protección y conservación de la biodiversidad urbana basada en especies nativas, a partir del concepto de fragmento de biodiversidad urbana.
En este sentido, he escrito lo siguiente en relación con el concepto de fragmento urbano, entendiendo que es la manifestación del espacio temporalizado y a su vez, es el tiempo espacializado, con complejas relaciones hacia el exterior, pero también a su interior, mismas que se ven influenciadas y revalorizadas por su interactuar conectivo al ser parte de la red en su lógica zonal. Es el espacio delimitado y finito del marco de proximidad de convergencia.
El fragmento urbano, es un concepto analítico para comprender las relaciones sociourbanas, y al mismo tiempo, es operacional a guisa normativa, para la planeación del desarrollo urbano bajo la visión de la ecología urbana y al mismo tiempo, es el lugar de interacción social, del espacio vivido, del o los ciudadanos que se relacionan de distintas formas con el fragmento.
El fragmento urbano es la expresión de la desterritorialización del medio físico y también, la territorialización del medio urbano en la perspectiva espacio-tiempo.
Las conexiones y los flujos, que implican las discontinuidades espaciales, ahora pasan a ser más relevantes en los contextos urbanitas como acontece con los fragmentos urbanos. Ya no se trata de inicios y finales fijos, ahora transcurre como entradas y salidas en movimiento.
El fragmento urbano, como espacio temporalizado, presente-futuro, denota o significa un proceso nuevo de territorialización, como construcción de nuevos territorios que sirvan de instrumentos para las nuevas relaciones socioambientales (conservación de la biodiversidad basada en especies nativas) y de apropiación de los espacios públicos en relación con el derecho a la ciudad y el derecho a un ambiente sano.
Luego entonces, la lógica reticular de los fragmentos urbanos, consiste en proteger y conservar la biodiversidad de especies nativas como medida compensatoria o restaurativa de las especies de flora y fauna nativa. Además, también está implícita la lógica de incrementar los servicios ecosistémicos de la biodiversidad y por supuesto, el aprovechamiento de los beneficios de tales servicios ambientales (captura de CO2, producción de oxigeno, remoción de contaminantes etc.) o tangibles en cuanto hierbas medicinales, frutales u otros usos.
Si bien la fragmentación conlleva la pérdida de continuidad y a su vez, de la conectividad ecológica, luego entonces, si aceptamos que la desterritorialización del medio físico es una tendencia en la fundación, crecimiento y desarrollo de las ciudades, entonces, la constante será esta discontinuidad, por lo que nos lleva a considerar que la lógica de conectividad será menos probable y, en consecuencia, bajo la lógica de fragmento-red, la estrategia será de contigüidad, es decir, se trata de un elemento que está tocando o que está muy aproximado, cercano, vecino, adyacente, pegado, lindante y confinante de otro objeto y sin nada igual en la parte mediana, además de formar, en su conjunto, un mosaico asociativo de fragmentos.
Y si bien la pérdida de hábitat y la fragmentación de los ecosistemas, se han convertido en las principales amenazas para la subsistencia de la biodiversidad, lo que hoy se persigue o se busca en esta nueva realidad es el restablecimiento de la biodiversidad en los fragmentos urbanos de conservación.
En dicha medida, y tomando en cuenta lo señalado en el proyecto en cuanto a que se require de “un enfoque de toda la sociedad que sea participativo e inclusivo .., ciudadanos en general y otros interesados directos.” En el camellón de Av. Chabacano y calle Lima, se constituyó el primer Comité Ciudadano de Conservación de la Biodiversidad, que tiene la responsabilidad en coordinación con autoridades estatales, municipales y la academia de fundar, proteger y conservar la biodiversidad basada en especies nativas a partir del fragmento de biodiversidad, mismo que será certificado por la Universidad Politécnica de Santa Rosa Jauregui, para pasar de ahí a la colocación local de Bonos de Conservación.