GASOLINAZO
En conferencia de prensa, la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA) informó que el próximo 31 de enero realizarán una marcha en la Ciudad de México contra el gasolinazo y exigirán también la cancelación de otras políticas que impactan al sector; desde Querétaro se unirán mil agremiados.
Y es que, señalaron, el aumento de los precios en el combustible ha originado que diversos servicios como el transporte público también suban sus costos en el semidesierto y la Sierra Queretana.
Igualmente, se han registrado alzas en algunos productos de la canasta básica. Por ello, su líder, Oscar Gutiérrez, manifestó que el gasolinazo es producto de la irrespondabilidad de las útlimas administraciones federales, aun cuando el país es eminentemente petrolero.
“En nuestro rubro, que es el campo mexicano, es un duro golpe al bolsillo de los campesinos, ya que la mayoría de ellos se transportan en transporte público (…). A pesar que ha aumentado la canasta básica, nuestra gente del campo se ha visto en la necesidad de mantener sus precios a los intermediarios porque ellos amenazan que si aumentan el costo sus productos, no les compran, a pesar, como les decimos, que ha aumentado la canasta básica”, explicó.
Además de este aspecto, añadió, la llegada de Donald Trump a la Presidencia de los Estados Unidos también genera incertidumbre entre los agremiados, puesto que varios dependen de las remesas que mandan sus hijos en Estados Unidos para poder mantener sus parcelas.
“Por ello, nuestra organización se manifestará este 31 de enero para exigir se derogue el gasolinazo, pues nadie ha salido beneficiado con esta medida y por ello, marcharemos en la Ciudad de México”.
Asimismo, informó que de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografìa (Inegi), al 13 de agosto de 2015, en Querétaro el 40 por ciento de nuestros campesinos son mayores de 60 años, el 9 por ciento tiene entre 75 y 85 años, el 2 por ciento son mayores de 85 años y solo el 1 por ciento son jóvenes de entre 18 y 25 años.
Ellos, refirieron citando al Inegi, son quienes “enfrentan los altos costos de los insumos y servicios, la falta de capacitación y asistencia técnica, las pérdidas por causas climáticas, plagas y enfermedades.
Finalmente, señalaron que de acuerdo con estudios con los que cuentan, solo el 11 por ciento de la población económicamente activa en el estado se dedica al campo, cuando en 1910 era el 95 por ciento.
Víctor Polenciano