La iniciativa Mérida fue desde un inicio atole con el dedo de Estados Unidos para los presidentes Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
Los vecinos incómodos ofrecieron inicialmente una cifra para combatir los fenómenos del narcotráfico, el tráfico de armas y la explotación a los inmigrantes cercana a los 3 300 millones de dólares, en ¡1300 millones de dólares!
Sabedor que con esos recursos de un acuerdo bilateral para enfrentar a los poderosos carteles de la droga y del tráfico de armas, cuyo potencial económico es infinitamente mayor a los poco más de 1300 millones de dólares de la Iniciativa Mérida, el Canciller mexicano Marcelo Ebrard propuso a nuestros vecinos un nuevo acuerdo para enfrentar con más éxito a los vigorosos integrantes del crimen organizado.
Los términos del nuevo acuerdo fueron difundidos por la Cancillería, cito de memoria, en los siguientes términos. Recordando en esa nueva negociación los resultados tan magros que se obtuvieron con la iniciativa Mérida.
“Estados Unidos y México negocian un nuevo acuerdo de seguridad bilateral que podría reemplazar a la Iniciativa Mérida de 2008, el criticado programa de cooperación cuyos efectos han resonado en toda la región.
“Estados Unidos y México reconocen la necesidad de adaptar una cooperación de seguridad bilateral para abordar las preocupaciones y prioridades de ambos gobiernos”, dijo el jueves a CNN un alto funcionario de la administración de Estados Unidos”.
¿Pero qué fue exactamente la Iniciativa Mérida, y por qué están buscando reemplazarla con lo que México llama “Marco bicentenario México-Estados Unidos para la seguridad, salud pública y comunidades seguras”?
El pacto de cooperación entre EE.UU. y México —firmado en 2007 y en vigor desde 2008— fue diseñado para combatir el narcotráfico y el crimen organizado, y contó con fondos por US$ 3.300 millones durante 13 años, aprobados por el Congreso de Estados Unidos.
Y sus resultados fueron parecidos a un sonado fracaso ante el poderío del crimen organizado.
México y Estados Unidos han asentado este martes el nuevo acuerdo bilateral en materia de seguridad. “Hoy extendemos el acta de nacimiento del Entendimiento Bicentenario”, ha proclamado el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, en referencia al plan que entierra la Iniciativa Mérida, el programa anterior que se remonta a la administración de Felipe Calderón.
El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, ha encabezado la delegación estadounidense que, junto al equipo del titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) ha definido los últimos detalles del nuevo marco de colaboración.
Durante su participación en una breve conferencia de prensa celebrada este martes, en la Ciudad de México, Salazar reconoció que parte de la violencia que se vive en México está relacionada con el tráfico de armas provenientes de EEUU.
“Lo sabemos, pero por ejemplo las armas que vienen de Estados Unidos a aquí, a México, es responsabilidad de las dos naciones, pero reconocemos, como lo ha dicho el Presidente Biden, que estas armas están viniendo de los Estados Unidos, es nada más un ejemplo de la importancia de lo que se quiere hacer”, expresó.
Finalmente, el Canciller mexicano Marcelo Ebrard, como anfitrión de la reunión, dijo asertivamente:
“Se han resumido algunos propósitos comunes: “proteger a nuestra gente, prevenir los crímenes transfronterizos, perseguir a las redes criminales, fuerzas armadas, y la creación de un comité binacional de cooperación”.
En la revisión del nuevo pacto bilateral también estuvo presente la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, quien describió que este nuevo instrumento de cooperación bilateral se enfocará a combatir delitos como la violencia, la impunidad, la corrupción, el homicidio doloso, el reclutamiento de grupos vulnerables, el tráfico ilegal de armas, el trasiego de drogas, la trata de personas y el tráfico humano, así como los crímenes cibernéticos y de lavado de dinero.
La nueva estrategia tiene por objetivo la reducción de la violencia, migración, seguridad fronteriza y la erradicación de la impunidad.”
¡Se acabó el cosmético plan de buenas intenciones conocido como la Iniciativa Mérida!