Tras la confirmación por parte del Tribunal Electoral, de que los partidos políticos deberán postular al menos 5 candidatas a las 9 gubernaturas que se disputarán el año entrante, el partido en el poder anunció, el pasado viernes, los nombres de quienes buscarán las gubernaturas que habrán de elegirse en 2024.
De esta forma, el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, acompañado por las dirigencias nacionales de sus aliados, el Partido del Trabajo y el Partido Verde Ecologista de México, dio a conocer a las mujeres y los hombres con mayor competitividad, según las encuestas que realizaron. De esta forma, los nombres que surgieron son: Clara Brugada, en CDMX; Alma Alcaráz, en Guanajuato; Claudia Delgadillo, en Jalisco; Margarita González, en Morelos; Rocío Nahle, en Veracruz; Eduardo Ramírez, en Chiapas; Alejadro Armenta, en Puebla; Javier May, en Tabasco y Joaquín “Huacho” Díaz, en Yucatán.
Las dirigencias explicaron que el criterio que se siguió fue que en los estados en los que la ganadora de la encuesta fue una mujer, la precandidata será ella misma, tal fue el caso de Morelos y Veracruz. Para completar las cinco entidades exigidas por el Tribunal Electoral, se decidió designar a las mujeres mejor posicionadas, aunque estuvieran por debajo de algún hombre. De acuerdo con las encuestas presentadas por ese instituto político, si las elecciones fueran el día de hoy, Morena ganaría las nueve gubernaturas en disputa, las cuales, sumadas a las 22 que encabeza ahora, podrían llegar a ser hasta 26.
De esta forma, el partido de Andrés Manuel López Obrador, alinea la batería de actores que habrán de buscar mantener tanto el Ejecutivo Federal, los gobiernos estatales y con ello, empujar la propuesta de que Morena y aliados obtengan dos terceras partes del Congreso Federal, con el fin de impulsar cambios, principalmente en el Poder Judicial.
Como siempre ocurre en estos casos, se han escuchado expresiones de algunos que, molestos han anunciado que dejarán Morena. Sin embargo, salvo el caso de Morelos, parecería que el proceso, no conllevará desbandas significativas. Cabe recordar que en la entidad suriana, la senadora Lucy Meza competirá por el Frente Opositor, con el fin de capitalizar el mal gobierno que ha hecho Cuauhtmémoc Blanco.
Más allá de este caso, al no haber defecciones relevantes, queda la idea de que el gran poder decisor, sigue en manos de solo una persona. AMLO mostró una vez más que él es el único que realmente manda en ese partido. Claudia Sheinbaum tiene el “bastón de mando”, pero dicho mando solo llega hasta donde López Obrador quiere y considera prudente. La designación de Clara Brugada se ha percibido en todos los rincones de la CDMX como resultado de ello. Pese a que Omar García Harfuch era la propuesta de Claudia y pese a haber ganado la encuesta, no fue seleccionado como prioridad de ese partido. La exigencia de cinco mujeres por parte del TEPJF solo sirvió de coartada para ocultar la decisión y apoyo presidencial a una de sus “cercanas y leales”.
En paralelo, la renuncia del ministro Arturo Saldívar -ocurrida también la semana pasada- podría ser parte de las pretenciones del actual mandatario. Al ocurrir un año antes de tiempo y dado que López Obrador será quien nombre al ministro o ministra que habra de sustituirlo, es probable que AMLO -en acuerdo con el propio Saldívar- busque acumular todo el poder que le sea posible. Ya definió que la revocación de mandato sea un mecanismo de remoción del titular del Poder Ejecutivo; ya estableció quién será coordinador de los diputados y de los senadores en el siguiente año; ya propuso cual será la agenda legislativa prioritaria para el último mes de su gobierno frente al nuevo congreso federal; ya avaló que una “cercana” a su equipo sea candidata a la CDMX; ahora también aprovechará para dejar a alguno de sus cercanos en la SCJN, en lugar de que lo haga Sheinbaum.
Sirva este recuento para juntar las piezas de un posible “mapa de ruta” en el que AMLO busque garantizar su legado y fuerza política. Parecería que la apuesta es tener una candidata y posible mujer en la Presidencia, que tendrá que lidiar con la presencia, intereses y voluntades del tabasqueño. En este contexto, el único antídoto posible, para evitar que el país se estreche a la visión de un solo hombre, sería la organización e incidencia articulada de la #SociedadHorizontal.