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Madero Esquina Querétaro

La Apuesta de Ecala

por Luis Núñez Salinas
27 junio, 2025
en Editoriales
22 de febrero de 1867, Querétaro, Qro.
107
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Febrero de 1909, Ciudad de México.

Ya el desayuno ha pasado, sucumbieron ante unos deliciosos cortes de carne con huevo, ensalada llamada “rusa” que no es otra cosa que verduras hervidas picadas con crema y aderezos, algunos jugos de remolacha, apio, al sabor de un exquisito café decidieron dar paso a la reunión del día, esperando que todo lo legal, como la conformación del nuevo Partido Nacional Democrático, resultado de su Club Antirreeleccionista con sede en la propia ciudad, estuviera en orden, con los encargados de registrarlo en la secretaria electoral, uno de los cuatro poderes de la república de Don Porfirio Díaz.

Los asistentes destacan de todos los intelectuales de la época, contando allegados del senador Venustiano Carranza y del propio Francisco Madero, el tamaulipeco Emilio Vázquez Gómez, de Zacatlán de las Manzanas allá en Puebla Luis Cabrera Lobato, el propio José Vasconcelos con veintiséis años ya pinta para ser uno de los mejores escritores y políticos, Roque Estrada y Paulino Martínez, acompañado siempre Madero cuando llega a la ciudad por Félix Fulgencio Palavicini quien le diseña los discursos, asigna agenda de las ciudades a visitar en la gran gira nacional que levanta ya ruido por toda la nación.

La fundación del partido Nacional Democrático ha dejado huella en la posibilidad de una vez y por todas “bajar” de presidencia al general Porfirio Díaz, aún sabedores que el propio José Vasconcelos es gran aliado del Comité de Celebraciones del Centenario de la gesta Independentista, que tiene ocupado a más de la mitad del sistema porfirista con cartas a embajadores, visitas plenipotenciarias, ferias internacionales, congresos y algunas de las ya intricadas relaciones de embajadores a los Estados Unidos, en especial a Washington.

Madero es una persona de imagen imponente, pese a que no es alto, su desarrollo en cualquier actividad muestra dotes de palabra y gran elocuencia, inteligente en la toma de decisiones y astuto como nadie en revirar ideas contrarias a su único plan de existencia ¡Ser presidente de la república en elecciones libres y democráticas! Se ha valido de infinidad de intelectuales, asesores de primera línea, él lo que más admira de una persona es el don de saber decir lo que se tenga de decir, sin rodeos y en plenas facultades de que llegó el momento del cambio democrático.

José Vasconcelos por el contrario es un joven impetuoso, que ambiciona con mucho el poder político centrado en un congreso dinámico y variado, piensa que la educación es el único camino para lograr una mejor patria, pero tiene un defecto ¡Es cercano a Díaz! Cualquier improperio puede llegarle al propio presidente sin retraso de tiempo. A los porfiristas por ya casi treinta años de desarrollo y orden han ideado una serie de códigos y palabras clave para darse a entender entre ellos, un sistema de símbolos alfanuméricos que hacen de la comunicación un sistema efectivo, en el cual por medio del telégrafo envían información privilegiada, la cual un simple telegrafista solo escribe palabras unidas, pero quien lo recibe es todo un sistema de signos.

La reunión después del desayuno versa en informar ¡Cuánto es la cantidad que aportará Madero a la campaña que está por comenzar! – seguramente en Coahuila-  ¿Cuántos de los presentes lo van acompañar? ¡Para Francisco la lealtad se muestra con acciones no con palabras!

-Así que estimados todos… ¡Pásame el portafolios!- le indica a su efectiva Amira, la mora de ojos deslumbrantes- será buen momento de mostrarles el itinerario de lo que será mi campaña ¡Recorreré toda la República! No sin antes haber enviado ya mi libro de la “Sucesión”, para que no llegue de empujón mi presencia – en eso comenta cuando llegó el senador de la república por Coahuila el general Venustiano Carranza, entallado en su uniforme color caqui, con su sombrero de plancha y sus revólveres a la cintura- ¡Una disculpa Francisco! El deber me llama, tuve que hacer de tiempos para resolver algunos problemas- la disculpa corre mientras abraza a todos y cada uno de los presentes, quienes en señal de respeto se levantan de su lugar.

-¡Mira Francisco esta es la ruta! – le comenta Palavicini mientras da a cada uno de los asistentes un documento igual, con destino, fechas, auditorios y plazas en donde dará un discurso, que previamente ya ha clasificado el propio Madero cómo ¡Secreto! Nadie debe de saber lo que dirá ¡Le puede ocasionar que lo apresen! – Si observan señores podemos ver que la ruta, si el clima ayuda y nada sale fuera le llevará unos ocho meses llevarla a cabo, contando los hoteles y que en algunas ciudades pernoctaremos en casas de afiliados a los clubes democráticos ¡Está todo en orden! ¿Con cuántos de ustedes contaremos para la gira?- alza la mano y saca su lápiz, chupa la punta para convertir la tiza en tinta, observa a los interesados…¡Nadie reaccionó!- Pero señores ¿Deseamos un cambio y nadie nos acompaña a la gira? ¡Hechos son amores! Acaso saben algo ¿Qué nosotros no?

-Mira Félix – suspira- estamos todos quienes deseamos que el general Díaz convoque a elecciones, que el poder electoral cuente los resultados, asigne ganador a quien los colegios electorales voten, pero dime ¿Qué seguridad tienen nuestras familias de no ser arrestados en la campaña? – preguntó José Vasconcelos.

Félix Palavicini hace por voltear a ver a Madero para que responda, quien le hace una señal con la mirada hacia Carranza- ¡Senador su opinión! – El general es una persona sólida, norteña, fajado en los negocios, pero también en acciones militares en contra de algunos levantamientos, su barba le hace ser un símbolo de lo mexicano, cómo aquellas ilustraciones en dónde los norteamericanos hacen gala de ser un “bravío nacional”, limpiándose el mostacho por el café y dando una bocanada a su aromático tabaco veracruzano responde- ¡Miren señores el país apremia acciones! Somos igual de frágiles aquí en este desayuno ¡Qué en cualquier parte del territorio! Por supuesto que Díaz sabe de estas reuniones ¡Un mozo! Cocinera, alguacil o policía del barrio seguro ya mandó el mensaje cifrado de nuestra presencia, pero ¡Qué importa! La oposición comienza con lograr que todos los presentes signemos una prolífica relación en contra del sistema porfirista ¡Sí no lo hacemos! Nos separan y resquebrajan ¡Yo te acompaño Madero a tu gira! Te proveo cuidado y protección-.

¡En el entusiasmo todos aplauden, se anotan! Madero se siente congratulado por el apoyo del general Venustiano Carranza, le da seguridad y habilidades para continuar con el plan, además de saber que su coterráneo también siente el deseo de ser presidente ¡Solo que el general lo desea hacer con el uso de las armas! Ya cuenta con ellas, vasta es su hacienda en Coahuila para almacenar cantidades ¡Cómo si deseara armar todo un ejército!

Mismo día, entrada la media noche, Callejón de Santo Domingo.

Madero es un asiduo de los lugares en la ciudad de México en dónde ocurrieron hechos que dice la gente se aparecen espectros, asesinatos, brujería y todo lo relacionado con el umbral del descanso eterno, ávido de estos temas se hace de valor y comienza a investigar, en esta ocasión le han dicho los parroquianos que han descubierto un alma que se aparece justo del lado del frontispicio del templo de Santo Domingo, un elegante y barroco edifico que durante la reforma de 1860 perdió gran parte de su quehacer arquitectónico.

Acompañado de su amada Amira, quien ya le ha aprendido algunos de los ritos con los cuáles el propio Madero asegura tener contacto con los espíritus, auxilia en lo que se necesite, en el fondo sabe la mora que estos embrollos lo único que hacen es alterar el espíritu y sugestionar al participante, aunque Madero es un creyente profundo y se ha hecho experto en estas artes, además los acompaña en esta ocasión José Vasconcelos que más que creer ¡Trata de comprender! Sin reserva ¡Divertirse un poco! A lomo del propio aspirante a la presidencia, que pierde mucho al creer en estas cuestiones ¡Así lo vislumbra el joven académico!

-¡Acercaos por este lado!- les indica el sacristán que por unas monedas permite hacer la labor de visitar el templo dominico en altas horas de la noche.

Madero y Vasconcelos caminan despacio, en Londres aprendió durante sus mocedades que los espíritus tienen la facultad de comunicarse con quienes abren su mente y espíritu, si uno es escéptico seguramente no se llevará a cabo, Vasconcelos ríe un poco, pero observa que Francisco lo toma en serio, le dedica tiempo a su respiración y al hecho de que logre realizar el contacto ¡Si lo hace vaya embrollo en el que Vasconcelos tendrá que explicar! Continuaron caminando hacia la callejuela donde se dice aparece el espectro, sin duda alguna será una experiencia para comentar ¡De pronto Madero quedó en trance!

Sus ojos se llenaron en total blancura ¡Se perdió el iris! Vasconcelos observa a la joven Amira quien le hace una seña que todo está bien, Madero comienza a entablar un diálogo ¡Pero no hay nadie! -¿Cómo dices que te llamas?- pregunta – ¡Acércate! Solo deseo saber un poco más de ti…- le dice Madero en voz baja, ambos, Vasconcelos y Amira solo hacen por observar, el primero incrédulo que no sea un soliloquio, Amira está acostumbrada.

-¿Dime desde cuándo estás por estos lugares?- Madero escucha la contestación: -¡No comprendo tu pregunta!- con un acento de la vieja Nueva España…- Camino desde hace tiempo, pero no encuentro el destino, voy hasta el fondo y regreso…- con una voz en dónde los ojos miran hacia arriba, Madero piensa la próxima cuestión, porque asiste que no le comprende la aparición – ¿Cuál fue tu ocupación? – ¡Un frío helado pasó por la nuca de Vasconcelos! -Camino por hace mucho tiempo por estos lugares- contestó – no observo el rostro de las personas, veo sombras, cuando me acerco la gente huye, dime… ¿Soy un espectro verdad? De aquellos que suelen vagar por el tiempo- ¡Con un grito aterrador! Pasó de frente a Madero ¡Quien solo se cubrió su rostro!

-¡Corran se escapa! – Grita Francisco mientras hace por limpiarse sus ojos, pareciera lloró, pero es el resultado de su encuentro con el alma. Después de que los tres dieron la vuelta al callejón el espectro se encuentra delante del portón de la entrada al templo dominico ¡A Madero de nueva cuenta se le ponen los ojos en blanco! Se pierde el iris, comienza a hablar con él…

-¿Qué deseas hacer? ¿Quieres que te abra la puerta? – Preguntó Francisco- ¿Eso puedes lograrlo?- viendo al cielo le dijo.

Madero de inmediato se acercó para abrir el portón, una vez en el interior logró prender unas veladoras vio cómo el espectro se tapa el rostro, la luz de las velas no hacen sombra en sus ropas, simples girones de lo que fue un hábito dominico, Madero observa su cabeza rasurada que debiera hacer sombra en el muro del templo ¡No se ve! – Dime ¿Hay agua bendita! – le pregunta aun flotando – Veo que puedo caminar por dónde tú pasas, acércate al altar- Caminó, al acercarse ¡Los tubos del órgano comienzan a sonar en disturbio! El aire hace de las suyas, expone notas graves al azar.

-¡Acércate al sagrario! – caminaron- ¡Quita el velo del altar! – Madero descubre una hermosa loza de mármol tallada con acabados de la pasión de Cristo, en un realismo considerable ¡Al ver el espectro la imagen recordó! – ¡Fui un fraile! Recuerdo muchas cosas que pasaron aquí, este lugar me es cercano ¡Mira esa talla! Es mi maestro, recuerdo un poco más… ¡Cuidado! – ¡Uno de los copones cayó, se destrozó! Confeccionado de fino mármol pareciera alguien lo empujó, Vasconcelos y Amira esperan en la parte de afuera del templo ¡Solo hacen por esperar y asombrarse de los malabares que hace Madero dentro!

-¿Esto pasa seguido?- le pregunta a la joven mora, quien no contesta- ¡No me cabe en la mente que lo diestro y atinado de Madero se desvanece ante estas cosas! – Mi señor entrega su fe a cosas que aún no podemos comprender – Vasconcelos continúa intrigado, se comprometió en acompañarlo ¡Pero no deja de pensar en lo desatinado de la persona que considera un demócrata completo! ¿Cómo puede creer en estos desatinos?

¡Después de un rato Madero regresó sudando! Limpiándose con su pañuelo, logra atinar que ha regresado cómo si hubiera tenido un trance, respira con fuerza, el color blanco de su piel aumenta ¡Sus ojos se miran encajados en un rictus de cansancio!

– ¡Lo siento amigo José! De seguro has de pensar que tengo un desatino considerable o alguna insanidad mental ¡Coincidiría contigo si te hago saber que lo he vivido justo como ahora platico! Es real, logré descifrar algunas cosas que tanto me intrigan ¡Ellos nos ven! Pero si tuvieron una vida llena de dolor y fatiga ¡Deben obtener la paz! Sea por sus propios conocidos con algún rezo, pero si pasa el tiempo ¡Por la eternidad vagan! En busca de que alguien se apiade de ellos, él fue un fraile dominico que vivió en esta casa, ofrendó su vida al sufrimiento de los demás, pero al paso del tiempo murió de una gran pandemia, cómo muchos murieron igual ¡Nadie vio por su alma! Camina por la eternidad.

-¡Vaya locura amigo Francisco! Solo porque me lo cuentas trato de hacer una memoria de cuándo hayas perdido la razón – Vasconcelos hace por tratar de ser ecuánime, continuó- ¿No consideras revisarte con alguna persona que observe tu condición como poco cercana a una realidad? ¿De verdad los ves? – En toda su capacidad de dar una explicación que ya tiene bien aleccionada la respuesta, le dijo:

-Mira José, he visto cosas que no te pudiera explicar, pero suceden, deseo decirte que tal vez muchos de mis tinos en los negocios han sido porque me han ayudado mis amigos los espectros, ellos nos escuchan, su espíritu no es lejano, hacen por atendernos por tratar de visitarnos, si pones atención a lo cercano que están ¡Observarás sus señales! A lo mejor una puerta que se cierra antes de que entre un ladrón a la habitación es una señal, o cuando vas a pasar por un camino en oscuridad y no te atreves a hacerlo ¡Son ellos advirtiendo que algo te puede pasar! Si alguna vez dejaste olvidado algo en tu casa o no lo encuentras y pierdes tiempo en hallarlo ¡Son ellos que lo han escondido! Desfasando la línea del tiempo, dónde tal vez un accidente a caballo sería tu destino de no haberte detenido un poco ¡Algunos les llaman ángeles!

¡Son ellos! Te lo aseguro… pueden romper la línea del tiempo.

Continuará…

Etiquetas: ConstitucióndíazMaderoPORFIRIO

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