Los días de marzo en el Castillo de Chapultepec son una eterna primavera ¡El lago luce sus mejores tonos! El azul del cielo se refleja en gran parte de la superficie acuática, dando espejos llenos de radiante brisa ¡Un paseo en estos lares refresca el alma! A lo lejos la ciudad se abre apenas en una intrincada calle que le parte por la mitad ¡Es el paseo de la Reforma! Construido por el otrora emperador Maximiliano quien habitó este único castillo en toda la América conocida ¡Ni los norteamericanos tienen uno! – reflexiona James Creelman, el periodista de la revista Pearson’s.
Le acompañan al periodista Creelman todo un equipo de fotógrafos especializados en paisajes, otro más de retratos, un compañero de la revista se fue a la ciudad a preguntar a las personas la opinión del presidente Díaz, que a los ya casi ¡Treinta años! Tiene sumergido al país en un franco desarrollo, pero con una explotación a obreros, campesinos y maestro que ha dejado la creación de grandes latifundios, así como la explotación de los recursos naturales por compañías extranjeras. El petróleo lo controla la compañía S. Pearson & Son Limited de británicos, la Mexican Petroleum Company y Huasteca Petroleum Company del gran amigo del presidente Díaz, el magnate Edward L. Doheny.
Los encargados de traer el Banque Franco-Égyptienne fueron los mexicanos Antonio de Mier y Celis, Félix Cuevas, León Stein, quienes arropados por el gobierno porfirista insistieron en la presencia del mejor banco de Europa con sede en París; a la par, durante el imperio de Maximiliano ingresó al país el London Bank of Mexico and South America – que será después del Banco de Londres- con sede en Inglaterra, que busca no solo tener un sistema financiero a los negocios de los franceses – se creyó que el imperio mexicano duraría eternamente- sino que hubiera inversiones en el país en diferentes rubros, uno de sus mejores inversionistas que tiene el 5% de acciones son los descendientes de la familia de Don Cayetano Rubio.
Díaz con su visión futurista de un México comunicado entre todos sus puntos cardinales ideó un sistema que le pudiera tener conectado la producción algodonera del norte, el henequén de Yucatán – que se autoconsidera otra república- la producción de los ingenios azucareros de Morelos, las importaciones de los puertos de Acapulco y Veracruz, con el creciente industrialismo de la ciudad de México, para ello el ferrocarril pertenece a uno de sus sistemas favoritos, junto con el telégrafo.
Pero para ello debía dejar invertir a los norteamericanos, la empresa Atchison, Topeka and Santa Fe Railway Company es la encargada de que todo el norte del país tenga conexión con Estados Unidos; aunque de nombre Ferrocarril Nacional Mexicano los dueños e inversionistas William J. Palmer y James Sullivan fundaron la constructora Compañía Constructora Mexicana, que tenía como principal función diseñar e implementar las rutas nuevas del ferrocarril además de construirlas con mano de obra norteamericana, porque alegaban que en las convocatorias para trabajo ningún mexicano quiso aceptar, uno de los requisitos era que supieran leer y escribir.
Los mexicanos Francisco Arteaga y Delfín Sánchez lograron constituir una empresa de ferrocarriles mexicana con el apoyo e inversión de la empresa británica Weetman Pearson, que también invirtieron en petróleo en los yacimientos del golfo de México, buscaban estos dos inversionistas nacionales unir el Pacífico con el
Atlántico por el diseño del Tren Interoceánico en el Istmo de Tehuantepec.
De todos ellos, sin dejar de contar a la Southern Pacific Company que implementó el Ferrocarril Internacional Mexicano del americano Collis Potter Huntington; el Southern Pacific of México que une por toda la costa del Pacífico a ambos países; el ya en funciones Ferrocarriles Nacionales de México bajo la fundación de la primera empresa mexicana Ferronales; el más relevante de todos ellos fue el llamado Ferrocarril Mexicano que conecta la Ciudad de México con el estado de Veracruz, es el más utilizado que permite el flujo de importaciones al país.
Los equipos de apoyo del presidente Porfirio Díaz han sido claros con el periodista James Creelman acerca de que la entrevista debía de mostrar a un presidente férreo, importante, con ínfulas europeas, de estilo del héroe de batallas que tanto le dio permanencia a la república y que ha conseguido lo que ninguno de los sistemas conservadores, liberales, centralistas y monarquías fallidas trató de hacer por la nación ¡Libertad y crecimiento!
La revista Pearson’s, aunque de comienzo era la mejor revista británica de política y negocios, pronto se colocó cómo una de las mejores páginas en su versión americana para dar a conocer las personas que están cambiando al mundo, en especial aquellos que con sus políticas, sistemas y estrategias han llevado a sus países, empresas y consorcios a la mejor etapa de su historia ¡Porfirio Díaz pasa como el mejor presidente de toda América! Según los datos, encuestas y estadísticas que la propia revista se hace a la tarea de investigar, por medio de expertos académicos, si es propicio que salgan estos líderes en sus portadas ¡No reparan en gastos para que suceda! Eso hace que la revista se venda mejor.
El nervio normal del equipo de la revista es que están ante un presidente que durante treinta años ha tenido de su mano ¡El control total de una de las naciones de mayor extensión territorial! Apenas segunda después de los propios Estados Unidos, pero no solo esa preocupación salta, fue un general de todas las batallas que permitieron la expulsión del fallido emperador Maximiliano, al realizar el sitio de la Ciudad de México que permitió saliera huyendo a la pequeña virreinal ciudad de Querétaro, de constitución conservadora siempre ¡Enfrentó al masón de mayor jerarquía que presidía el país! Benito Juárez y expuso públicamente su afán de reelegirse.
Los grandes cuadros que lucen el majestuoso Castillo de Chapultepec con la efigie del propio Díaz en su bridón, el lago que, con su imponente espejo refleja la bonanza y abundancia de este país, elegantes aposentos, fina loza y copones estilo Francia dejan mucho al olvido las situaciones de miseria y pobreza que tunden a gran parte del país, en especial en las zonas agrícolas ante los hacendados que a partida libre ¡Hacen de la suyas!
Un piquete de soldados cubren la guardia, capitanes en estilizados y brillantes estoperoles de uniformes de gala son la escolta personal de Díaz, quien ha hecho se prepare un suntuoso desayuno al periodista norteamericano y su comitiva: ates de membrillo y pera, cajetas, nieves en canastos de hojas de trigo, pavos y aves de diferentes tamaños envueltos en granos espejos de salsas, vinos y exquisiteces de diferentes partes del país adornan el gran festín en redondas y pequeñas mesas hay servicios de té y café, no cualquiera ¡Infinitas infusiones de la herbolaria mexicana! Fuertes aromas del café de las montañas de la Veracruz.
El encargado de la entrevista y el protocolo por parte de Don Porfirio Díaz era su mano derecha, discreto de baja estatura, nunca deslumbra, antes bien callado, buen observador, le organiza la agenda al presidente cómo nadie, su nombre Rafael Chousal y Rivera Melo de voz suave y con un estilo sobrio ¡Puede decirse que es el trabajador modelo del sistema porfirista! – ¡Ojalá todos fueran cómo mi Rafa Chousal! – esgrimía en sus reuniones el presidente- ¡México sería una potencia si todos nos calláramos la boca y nos pusiéramos a hacer lo que nos corresponde! – remataba siempre. Tocó el turno del discreto Chousal hacerle indicaciones al periodista.
-Mi muy estimado Míster Creelman, deseo que la fotografía del señor presidente dé hacia el lago ¿Observa usted? Es una toma magnífica, es la parte que más le gusta a nuestro señor presidente – Con sus manos hace un ademán de cuadro jugando con sus dedos índices y pulgares- ¡Aquí creo es el mejor lugar! – El periodista le responde – ¡Mire Míster Chousal! Ya mis “fotografous” hacen por “realizare” la “mejour” toma ¡Nos complacer! ¿Sí se dice así? – ¡No mi señor! Se dice complace- ¡Ok! Nos complace su idea – en un estirado y desajustado español ¡Común entre los gringos!
¡En eso estaban cuando llegó el presidente!
El primero en acercarse fue por supuesto el periodista James Creelman quien lo saludó con un abrazo fuerte, de amigos, el presidente Díaz fue recíproco, sin soltarle aun sosteniendo el brazo derecho del reportero con fuerza le dijo: ¡Esta es su casa señor! Bienvenido, o cómo dicen ustedes ¡Your welcome!- dirigiéndose a su particular Chousal les dijo a ambos: -¡Mira mi Rafa! Estos son periodistas de cepa, distinguidos, llenos de valentía y con hambre de hacer una mejor nota ¡Ya no se hacen de estos!- En esa pose uno de sus camarógrafos hizo una placa – … ¡No se muevan de favor! Sostengan un minuto – ¡El destello del polvo de magnesio los alcanzó a cegar un poco!
Ambos se sentaron en uno de los espacios previamente asignados por la comitiva de recepción, mientras se preparan la plática fluyó…
-¡Dígame Míster Creelman! ¿Cómo lo trató el viaje? Está tal vez en una de las ciudades más antiguas de toda la América que conoce, desde este lugar de los chapulines se veía el gran imperio mexica, una raza poderosa que tenía sus lares hasta la propia zona Inca ¿Sí lo sabe Míster?
En lo que se sienta saca sus cuadernos el afamado periodista, se le considera un “muckraker” o sensacionalista, encantado de hacer una grata plática para sacar los mejores “ganchos” periodísticos ¡Por eso la revista lo había solicitado para dicha entrevista! Busca a toda costa hacer que Díaz pierda los cabales, se moleste y surjan palabras que no diría en su quehacer de calma.
-¡Aunque señor presidente considero que los Incas jamás rindieron tributo a los aztecas! – Con una mueca sabe por dónde llegar, continuó- Así que usted me diga presidente que los aztecas fueron un gran imperio ¡Lo dudo! La mayoría de las personas consideran al único imperio ancestral a los Egipcios ¡Esos sí que fueron vastos! – Díaz con un gesto llamó a Chousal, ya cerca le indicó: -¡Ponle un poco de coñac a mi café! Este gringo me quiere hacer enojar – ¡Sí señor!
– Señor presidente, si Usted fuera un monarca europeo de setenta y seis años y tuviera un reinado tan largo y glorioso como el suyo, ¿No creería que ha llegado el momento de ceder el poder a una generación más joven?
¡Díaz asombrado solo levanto la ceja! Se peinó su bigote mientras Chousal le acerca el café que le solicitó, después contestó con calma, haciendo lucir su uniforme ¡Él sabe cómo! Se mueve en el sillón y baja una de sus rodillas para que toque la espada de mando el suelo, haga su característico ruido ¡Cómo unas espuelas! Respondió:
– No importa lo que el mundo diga, yo me retiraré cuando termine mi actual período, y entonces no aceptaré un nuevo nombramiento, continuaré viviendo de mi salario. He esperado pacientemente a que llegue el día en que el pueblo de la República Mexicana esté preparado para elegir y cambiar sus gobernantes en cada elección, sin peligro de revoluciones armadas, sin lesionar el crédito nacional y sin interferir con el progreso del país. Creo que, finalmente, ese día ha llegado- ¡Suspira! Mientras observa a lo lejos.
El rostro del periodista asume, coloca su mano bajo el mentón y hace una mueca de estar al interés de lo que se dice, toma nota, un ayudante escribe con taquigrafía todo lo que se dice con una rapidez trepidante, sigue escuchando la respuesta del presidente…
– Doy la bienvenida a cualquier partido de oposición en la República Mexicana. Si aparece, lo consideraré una bendición y no un mal. Si no podemos mantener un partido de oposición cuando llegue el momento de las elecciones, no podemos ser una democracia, y si no somos una democracia, no podremos tener la libertad…
¡Toda la entrevista se mantuvo en un estado pactado y controlado! A pesar que Creelman deseaba exasperar al presidente, era notorio que lo que se buscaba era más propaganda de todo lo realizado por el presidente Díaz ¡A pesar que el tono de comienzo fue frontal! Al paso comprendió el periodista que esta entrevista tenía pacto del porfirismo con los propios editores de la revista ¡Inclusive hasta monótona! Esgrimiendo las preguntas que le mandaron realizar, trató de ser honesto en las percepciones finales:
-¡Le observo sencillo presidente! A pesar de todo lo que se dice de usted ¡No lo bajan de tirano! De quererse perpetrar en el poder, le miro trabajador presidente ¡Inclusive paternal!
Ante las palabras Díaz consideró que debía de dejar claro algunas cosas y respondió:
-México debe de seguir en un sistema de paz, tranquilo, con un progreso independiente, dejando que las empresas inviertan y se tenga cuidado de que esto genera más oportunidades, tanto las comunitarias como las personales de cada quien, aunque mis detractores no lo vean ¡Deseo un país democrático! El marxismo está fluyendo por todo el globo terráqueo ¡Ellos quieren desaparecer el estado! Debemos saber elegir a nuestros propios líderes, sin intervención de nadie ¡Durante todo el siglo pasado el país estuvo en guerra! Fui el único que paró esto ¡Hemos vivido treinta años de paz y progreso! ¿Porqué cambiarlo? Prometo no reelegirme y dejar que existan votaciones abiertas y respetadas.
El periodista se fue más que satisfecho, de comienzo pensaba que Díaz era un explotador oligarca ¡Un rey fastidioso! Pero al saber de los avances dentro de todo el territorio del país en materia de ferrocarriles con más de veinte mil kilómetros de vías, setenta y ocho mil kilómetros de líneas de telégrafo, la llegada de la empresa canadiense para fundar The Mexican Light and Power Company Limited que proveía de electricidad al país entero acompañada de la empresa Compañía Mexicana de Gas y Luz Eléctrica que eran los encargados del alumbrado público, la fundación de hidroeléctricas provistas por The American and Foreign Power Company y la Compañía Eléctrica de Chapala le dejaban un país modernizado y acorde de los retos que de principio de siglo se observan en materia internacional.
Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Alemania incrementaron el flujo de importaciones a México durante todo el porfirismo en materia de maquinaria, textiles, materia prima de ferrocarriles, mantenimiento de grandes infraestructuras y maquinaria ¡Toda una ingeniería que apenas llega!
El periodista se retiró del Castillo de Chapultepec no sin antes tener un recorrido donde pudo constatar la opulencia de un país rico, poderoso, industrial y con futuro, que seguramente teniendo elecciones democráticas las personas podrían tomar una decisión inteligente sobre quien los gobernaría las siguientes décadas.
-¡El marxismo avanza con rapidez por México! ¿Qué opciones de candidatos tendrán? – escribe en sus notas el periodista de la revista Pearson’s James Creelman, quien sale asombrado del Castillo.
Continuará…