En una fecha marcada por el luto, la Diócesis de Querétaro condenó la muerte del sacerdote Javier García Villafaña en Michoacán, lamentó el ataque del que fue víctima el ex obispo de Querétaro Faustino Armendáriz y conmemoró la muerte del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, asesinado hace 30 años en Guadalajara.
Monseñor Martín Lara Becerril, Vocero de la Diócesis de Querétaro compartió los comunicados de la Conferencia del Episcopado Mexicano en la que se expresó el pesar y consternación por el asesinato del padre Fray Javier García Villafaña y el ataque del que fue víctima monseñor Faustino Armendáriz, ex Obispo de Querétaro.
“La intercesión de la Inmaculada Concepción de la Virgen María y los santos mártires duranguenses, en el aniversario de su canonización, lo han protegido”, comentó el Vicario de la Diócesis Martín Lara Becerril sobre el atentado que sufrió monseñor Armendáriz.
En el caso del atentado a monseñor Faustino Armendáriz Lara Becerril dijo que aún no habla con el ex Obispo de Querétaro y que se está investigando el posible móvil del atentado.
Lara Becerril comentó que los hechos violentos son fruto de la descomposición social y del clima de violencia que se vive en el país.
“Condenamos el hecho de violencia que arrebata una vida y atenta contra la paz y la justicia en nuestra nación, es un recordatorio doloroso de la grave situación que enfrentamos como sociedad en donde le crimen organizado y la impunidad amenazan la vida y la segurida de tantos”, leyó el padre Lara Becerril en relación al asesinato del padre García Villafaña en Michoacán.
Lara Becerril externó su solidaridad, respeto y oraciones para seguir construyendo la paz.
“No sucumbamos ante la violencia y la desesperanza, son tres acontecimientos fuertes para la Iglesia de México (…) Nosotros seguimos orando y luchando para construir la paz. La violencia y la sangre no ha cesado de correr en nuestro México, la sociedad no ha dejado de sufrir, y si la sociedad sufre la Iglesia también sufre”, comentó lara Becerril, quien dijo que “El amor a nuestro México, a nuestro pueblo es más grande que la misma muerte y es más fuerte que la misma violencia”.
Lara Becerril dijo que México necesita la paz por lo que hay que construirla entre todos.
Al preguntarle al vocero de la Diócesis si existe temor o han aumentado los casos de violencia contra la Iglesia, luego de los asesinatos de los padres jesuitas en Chihuahua, el ataque al Arzobispo Armendáriz y el asesinato al padre García en Michoacán, Lara Becerril dijo que la Iglesia siempre ha estado amenazada, desde hace dos mil años.
“La amenaza de la violencia y represión siempre ha estado en la Iglesia, desde sus inicios, hace 2 mil años, la Iglesia ha sido perseguida, martirizada, hay una lista grande de mártires (…) En México cada Diócesis tiene un estado particular, depende si se está en zonas del crimen organizado, pero los sacerdotes no somos agua aparte, somos parte de la sociedad; si la sociedad está amenazada, el sacerdote está amenazado”, expresó Lara Becerril.
En lo relacionado a Querétaro, dijo que los sacerdotes no se sienten perseguidos o amenazados, pero sí reconoció que han habido casos de extorsión o se han presentado robos en algunas parroquias.
“Aquí en Querétaro los sacerdotes no tenemos una sensación de temor, el móvil ha sido el robo, pero no un tema de ataques dirigidos contra algún sacerdote, aunque sí algunos casos de extorsión, pero no tenemos un aumento de casos, son casos esporádicos”, comentó.
En los siete municipios de Guanajuato que forman parte de la Diócesis de Querétaro dijo que la violencia aumentó luego de la captura de “El Marro”, pero esa situación ya está más tranquila.
“Después del arresto de El Marro, en esta zona de Guanajuato hubo una reacción violenta fuerte, por precaución y seguridad hubo una especie de toque de queda, pero eso ya no existe, los sacerdotes han retomado sus actividades de forma normal”, explicó Lara Becerril.
Condena Episcopado Mexicano asesinato
La Conferencia del Episcopado Mexicano expresó su consternación y dolor por el asesinato del padre Fray Javier García Villafaña, párroco de la localidad de Capacho, en Huandacareo.
“Condenamos enérgicamente este acto de violencia que no solo ha arrebatado una vida, sino que también atenta contra la paz y la justicia en nuestra nación. Es un recordatorio doloroso de la grave situación que enfrentamos como sociedad, en la que la presencia del crimen organizado y la impunidad continúan amenazando la vida y la seguridad de tantos”, señaló el Episcopado en un comunicado.
Hicieron también un llamado urgente a las autoridades competentes para que realicen una investigación “exhaustiva y transparente” que lleve a la identificación y sanción de los responsables.
“No podemos permitir que este y otros actos similares queden impunes. Es fundamental que se restablezca el Estado de derecho y se garantice la seguridad de todos los ciudadanos, especialmente de aquellos que dedican su vida al servicio de los demás”, añadieron.
Finalmente encomendaron al sacerdote a la misericordia de Dios.
El religioso fue ultimado a balazos durante la tarde del pasado lunes sobre la carretera Jeruco-Capacho, dentro del municipio de Cuitzeo.