LA APUESTA DE ECALA
El crecimiento de Querétaro se basa en dos grandes acciones que se llevaron a cabo: en 1951 la apertura de Kellog´s, la transformadora más importante de alimentos y en 1958 la ampliación de la carretera panamericana, misma que aperturó la oportunidad de mover piezas hacia San Luis Potosí, con esto, la ciudad buscaba dejar de tener la faceta de la agricultura y era ya tiempo de comenzar a cambiarlo todo por lograr una ciudad industrial, pero ello no sería fácil.
Pero debemos poner las cosas históricamente hablando, en orden, porque hubo intentos serios y desde la misma presidencia de la república para detonar al estado como una fuente de inversión constante, debido tal vez a la acelerada población de la zona metropolitana de la ciudad de México, a las limitaciones en inversiones de capitales extranjeros que varios gobiernos federales aplicaron y la una guía de lograr mejores terrenos para zonas indutriales y la potencialidad del agua, recurso más que necesario en la producción.
CANACO Saltillo ya desde 1943 había solicitado al gobierno federal la construcción de una ruta que llevara desde el norte hasta la ciudad de México, con posibilidades de transportación de insumos para la industria, por ello se crea el tramo federal Comité especial de carretera Piedras Negras-Sabinas-Monclova-Saltillo-Matehuala-San Luis Potosí-Querétaro-México.
Al presidente Manuel Ávila Camacho no le parecía mala la idea, solo que le hacia ruido una cosa: el desnivel de la ciudad de México —por la altura 2 250 m/mar— comparada con la ciudad de Querétaro —1 820 m/mar— era peligrosa, una pendiente de carretera que necesitaba que los ingenieros revisran la posibilidad de lograrla.
Poniendo mayor atención al tramo Querétaro-México, debido a que se diseñó una vía corta, dejando a un lado la ruta de la plata (antiguo camino real) y se estructuró lo que hoy conocemos, con esta vía —que tardó varias décadas en construirse— se logró que Querétaro se convirtiera en el centro del sistema carretero nacional, gozando aún hoy día de tal privilegio.
Esto detonó —aparte de las acciones del gobernador Agapíto Pozo para disminuir los impuestos y prediales al 80% para lograr incentivar a los inverionistas y que con estos apoyos sería sencilla la inversión — y a corto plazo se vislumbraban resultados.
La ciudad también necesitaba de agua potable y alcantarillado, debido a que los mantos que se utilizaban no daban abasto a la población, mucho menos a los turistas e inversionistas que desearan asentarse en la región.
Por ello en 1943 en Banco Nacional Hipotecario Urbano y de Obras Públicas S.A. BNHUOP, prestó al gobierno de Querétaro la cantidad de 630 mil pesos, pero que solo serían entregados si la CANACO era la encargada de administrarlo, debido a que en dos ocasiones el gobernador Agapito Pozo Balbás (1943-1949) no había dado sustento ni cumplimiento al Banco, de que haría lo obra —no tenía listo el proyecto en varias ocasiones que se le solicitó—.
El gobernador alegó que era inconstitucional el dotar a CANACO de este dinero, así que no se llevó acabo, pero el gobierno federal al ver que la obra la había suspendido el gobierno estatal, determinó que subiría el recurso a 950 mil pesos, que administraría el Monte de Piedad y la obra de agua potable y alcantarillado de la ciudad la haría la secretaria de salubridad y asistencia (SSA) y el aval de 650 mil pesos sería el gobierno del estado.
Al gobernador Agapito no le gustó la idea y dijo que mejor los particulares del estado pagarían la obra —por medio de impuestos— siendo la recaudación la mínima y la obra se suspendió, esto paró los planes del gobierno federal de constituir a Querétaro en infraestructura para lograr mejores y mayores empresas e industrias se asentaran en el estado, y en su segundo informe de gobierno dejó claro Agapito que no se haría la obra por falta de recursos.
Al entrar Octavio S Mondragón como gobernador lo primero que hizo fue reconstituir las obras —debido a que la ciudad estaba toda picoteada y con obras sin concluir— y solicitó al gobierno federal la activación de la obra como se había diseñado desde el principio, con la participación del Monte de Piedad y el BNHUOP, siendo el subsecretario en aquel entonces de salubridad el propio Octavio S. Mondragón quien sería el encargado de llevar a cabo la obra, pero ahora bajo la reciente secretaria de nueva creación, la de Agricultura y Recursos Hidráulicos (SARH).
Perforaciones de pozos en la Noria de Casa Blanca, La Cañada —que posteriormente secaría el socavón del acueducto— el Tepe y la calle de Allende hasta el ferrocarril, así como tuberías que extraían del acueducto parte del agua, Querétaro se dotó de infraestructura para lograr sentarse en una nueva dinámica: atraer inversionistas serios.
Lograr la infraestructura para inversiones de empresas nacionales e internacionales y así se comenzó a promocionar por todo el mundo.
Para 1958 SINGER de México abre sus puertas para la fabricación de máquinas de coser en Querétaro, fuera una de las primeras en reaccionar —los problemas de falta de ventas muchos años después de varias décadas de éxito de sus máquinas, ocasionaría que en 1998 trasladaran la fábrica de Querétaro a Brasil—.
Nuestro estado necesitaba de mayor energía eléctrica para que las empresas lograran asentarse en la entidad, por ello en 1962 el Banco Mundial concedió un préstamo de 162 millones de dólares para tal uso de construir hidroeléctricas para dotar a entidades clave del país, entre ellas Querétaro, para 1965 nace la hidroeléctrica de San Ildefonso en Amealco, misma que dotaría de energría a las futuras empresas a colocarse en el Estado, dentro de un corredor llamado San Juan del Río-Querétaro.
Fue el resultado tan benéfico con la llegada de más industrias al estado, que el director de la CFE Guillermo Martínez Domínguez propuso al gobienro federal un préstamo de 3 750 millones de pesos al Banco Mundial, mismos que dotarían de energía para lograr una sustentabilidad y que nunca faltara la energría eléctrica en Querétaro para el crecimiento de nuestro estado, esto en 1966.
A su vez, bajo el mismo préstamo, se logró que Salamanca y Tula Hidalgo, lograran hacerse también de hidroeléctricas, para el desarrollo de la región.
Una vez que el tramo carretaro, eléctrico y los cambios a las legislaturas locales y federales en materia de dotar a Querétaro como centro de crecimiento hacia los próximos 50 años, faltaba el recurso hidráulico fuera potencialmente benéfico a la población y a los inversionistas.
Un poco antes —en 1961— la CANACO, CANACINTRA y los colegios de ingenieros civiles reconstruían los proyectos de lograr mejorar la infraestructura del estado en pro de lograr atraer a más inversionistas, bajo el plan nacional de inversiones del gobierno federal, a la llegada del gobernador Manuel González de Cosío (1961-67) se reunieron con él para lograr reactivar el proyecto.
Cabe mencionar que el agua potable en Querétaro —de extracción de los pozos anteriormente mecionados— contenían altos residuos de bacterias, así como amibas y tifoidea, generando a nivel local una verdadera pandemia de enfermedades gastrointestinales, fue el mismo gobernador González de Cosío quien recibía constantes cartas del presidente de CANACO Querétaro Jesús Oviedo acerca de que la obra de drenaje de la ciudad requería urgentemente inversión porque se estaban contamiando los mantos acuíferos.
Ante la insistencia de CANACO el gobernador González de Cosío y el municipio perforan el pozo ubicado en Zaragoza e Ignacio Pérez con una inversión de $ 160 531 pesos logrando agua potable no contaminada a una velocidad de 8 litros por segundo —en el diario de Querétaro de fecha 10 de diciembre de 1992 comentó que la obra la hizo porque una de sus hermanas murió de tifoidea—.
El propio González de Cosío invita al representante del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) a visitar Querétaro, para lograr extraer una deuda para lograr potabilizar el agua y separar el drenaje, con ello se rescatarían inversionistas y turistas que habían llegado a la ciudad, pero que se habían retirado por haberse enfermado, en sí por el agua consumida que salía directo de las tomas de las casas.
Así el representante del BID Gonzalo de la Plazuela, otorga un préstamo de 8 824 000 dólares, para la obra, que sería por medio de Nacional Financiera, mismo monto que ayudaría a la ciudad de Durango, y se repartirían de acuerdo a la licitación de la obra.
Dentro de este presupuesto se debería de incluir los trabajos de la obra del proyecto Lerma-Chapala-Santiago, y el monto destinado a Querétaro se pagaría con un impuesto de 2 pesos con 50 centavos para cada habitante, debido a que el BID requería que se le regresara el préstamo.
El proyecto de alcantarillado y agua potable permitió que disminuyeran considerablemente las enfermedades por evitar la contaminación de mantos freáticos, y este sistema ante el asombro de todos, no incluyó el agua ni el alcantarillado de las zonas industriales, a lo que CANACO se molestó junto con CANACINTRA, pero el gobierno les contestó que las industrias Kellog´s, y productos Lácteos construyeron sus propios pozos, grupo ICA había construído en su parque industrial un gran pozo, Gerber perforó de igual manera su pozo y la empresa Uniroyal hizo lo propio, solo que las industrias no habían avisado a las cámaras.
Un dolor de cabeza se sucita cuando varios mandos medios —directores de recursos humanos de las empresas asentadas ya en Querétaro— fundan la Asociación de Jefes de Personal de Querétaro, en 1967, misma que buscaba atención a las demandas de los sindicatos —cada empresa privada tenía su sindicato— y tratar de llevar un clima laboral adecuado.
CANACO, CANACOPE, CANACINTRA y la nueva asociación de mandos de recursos humanos comenzaron a sentir los golpes de los sindicatos, debido a que eran los amos y señores de las rotaciones de personal, de contratación, de paros técnicos, y de la llamanda “grilla sindical”, debido a que en el estado no había autoridad institucional, era la CTM la encargada de conglomerar a estos sindicatos y tener a los empresarios atados de manos en los contratos colectivos de trabajo.
El crecimiento de Querétaro industrial trajo también el ambiente laboral confuso, y era necesaria una contraparte.
Así nació el Club Rotario, el Club de Leones y el Club de la Sierra, que buscaba un espacio libre de la industria y del gobierno en donde ambas partes podían coincidir y llevar a cabo una relación social y amena para la toma de decisiones.
A su vez, Roberto Ruiz Obregón funda en 1969 el club de industriales en Querétaro, en donde tendrían como principal comisión conjuntar a todos los industriales del estado, y resolver la problemática que se veía venir con la CTM, ante el crecimiento de la clase sindical.
Para 1970 Ramón H. Eberstan presidente de CANACINTRA junto con el gobernador Juventino Castro y varios empresarios, establecieron un dren pluvial porque las zonas industriales y la ciudad se inundaban cada época de lluvias, un dren de 7 kilómetros que fue pagado por el gobierno y los empresarios.
Para 1971 y al ver que CANACO, los industriales, CANACINTRA, la CTM y el nacimiento de los clubes rotarios y de leones, los inversionistas vieron un lugar seguro de inversión, y comenzaron a acercarse para lograr detonar el estado industrial, y dejar a un lado el agro, porque a su misma vez el sector ganadero ya tenía fincados sus reales en el estado.
Se detonó la venta de automóviles Chevrolet, Opel y Renault, de servicios llanteros, naciendo Goodrich Euzkady de José Chávez.
A su vez Jesús Oviedo inaugura el centro de herramentales —Ferretería Oviedo— en la esquina de 5 de mayo y corregidora.
Para dar cabida a los visitantes se construye el majestuoso Hotel Impala de los hermanos José y Evaristo Estévez, muebleros importantes de la ciudad que, en sociedad con Gerardo Otero, lograron la infraestructura en cuartos de hospedaje necesaria para la ciudad.
Fue hasta entonces que la ciudad de Querétaro contó con todo lo requerido por el plan nacional de inversiones, para lograr atraer a las industrias que le darían la cara que hoy tiene la ciudad, y en posterior al estado, siendo la infrestructura un largo camino de casi 60 años, hasta tener las condiciones que gozamos hoy, en donde las cámaras y los colegios de profesionistas, acompañan al gobierno para lograr la atracción de inversiones.
Esto gracias al interés de que Querétaro tuviera las carreteras, la electricidad, el agua potable y las condiciones adecuadas para el desarrollo, y una preocupación constante del gobierno federal por la entidad, históricamente así se ha demostrado.