El tiempo
La Apuesta de Ecala
luisnusa@outlook.com / Twitter: @LuisNSDG
Existe un tiempo estimado Lector, en donde algunos de los católicos, nos sentimos como extrañados, como poco distantes. |
Y es justo cuando termina la semana de pascua, cuando ya regresamos a nuestras actividades, a lo cotidiano, y pareciera digo solo pareciera- que es un tiempo en donde nos sentimos que ya cumplimos, que ya nos santificamos, que ¡ya estuvo!, ahora sí dicen algunos- ¡de aquí pal real!
Y a diferencia, es cuando más cerca debemos continuar, con algo de esfuerzo, ¡no tanto¡, porque tampoco se nos está invitando en este tiempo después de la pascua, a cargar bultos de cemento, ¡no!, se nos invita a seguir con nuestra tradición de ir a la Eucaristía, pero también de seguir con la reflexión.
Porque somos un pueblo peregrino, que camina con rumbo fijo, con constantes retos que superar, y que, con la bendición de Dios, al paso, todo va en buen camino.
¿Qué se hace después de la semana de pascua?
Bueno, pues a diferencia de lo que muchos creen, la semana de pascua no es una semana, sino 50 días, entonces le diremos: Tiempo pascual.
Este tiempo lo cerramos con la celebración de Pentecostés, que es una palabra griega solamente, que quiere decir: cincuenta. π pentēkostḗ.
¡Y tiene su historia!
Antes de conocer el significado de este tiempo, debemos adentrarnos en algunos temas, que deseo, como una simple ofrenda, sirvan para una mejor comprensión.
Para el pueblo hebreo, de donde viene Jesús de Nazaret, la palabra PRIMERO es relevante, por no decir que .muy importante”.
El primer mes de los hebreos es el Nisán, conmemora la salida de los hebreos de Egipto.
Para ellos, en este mes, en diferentes años, ocurrieron grandes eventos de su tradición y antropología como pueblo: El Arca de Noé se posó en el monte Ararat, en este mes.
Israel cruza el mar Rojo en este mes, el Mamá cae en ese mes, Amán fue derrotado en ese mes.
¡Cristo Nuestro Señor resucita en ese mes!
Por lo tanto, el primogénito, el primer fruto, la primera cosecha, la primera habitación, el primer camino, la primera preparación, son conceptos milenarios, de la cultura hebrea.
Al heredarla nosotros, de igual manera, lo primero, es lo importante.
El primer apóstol que llega a la tumba de Cristo no es Pedro, es Juan (el apóstol consentido), pero quien sí es el primero en entrar, es Pedro, (esto lo sabía Juan y por eso no entró, ahí la importancia del concepto hebreo del primer).
La primera comunión, por ejemplo, es relevante para los católicos, y preparamos a nuestros hijos con tiempo, atención y cuidado, para lograr un objetivo central: El Primer encuentro con Cristo.
Por ello el Sacramento Matrimonial se adquiere solo una vez en la vida, o se procura que así sea, debido a que es la primera y única esposa, la primera casa, el primer hijo…etc.
Somos culturas, los hebreos y los católicos, de una sola línea, simplemente dividida en el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento.
Miles de años nos preceden en la historia de nuestros tiempos, y caminamos hacia Cristo.
El segundo concepto que debemos tomar en cuenta para comprender de mejor manera el tiempo de la pascua, es la OFRENDA.
Una ofrenda es donar, y la palabra donar bien de DON, por lo tanto, una ofrenda es dar a Dios, nuestros dones, que él mismo nos regaló, es regresar la virtud de ser hijos de Dios a él mismo.
-Ya si nos ponemos exigentes en lo de las raíces griegas, don es dar, y tiene niveles de comprensión: si es una cosa: es un obsequio o donación, si es en particular, es un regalo sobrenatural, si es por extensión es una habilidad . Luego por eso no me gusta explicar las palabras porque son amplios los sentidos, y los ¡hago bolas!-
¡Total un don es un reglo! Y una ofrenda es un regalo, en los anteriores tres conceptos.
Los pueblos hebreos realizaban ofrendas, no solo por quererlas hacer, sino porque nacían de su tradición y obediencia.
-Obedecer viene del griego Akuéin, que significa escuchar y ver. Y en latín oboedoscera . Ob-audire, los audífonos viene de esta raíz: audire/audio… ¡no le digo!-
Regresando.
Un pueblo – los hebreos- que durante miles de años ha comprendido que lo primero, la primicia, era lo importante, y por otro lado la ofrenda, el darse a Dios, era aún de mayor importancia.
Comprender el tiempo de pascua, era el tiempo de mayor relevancia en todo su ciclo.
Durante el primer mes del año hebreo, después de la primera luna llena después de primavera, la fiesta de las 7 semanas representaba para ese pueblo agrícola, una oportunidad de sostener su tradición, no solo por obediencia, sino por completa convicción.
7 por 7 nos da 49, o casi cincuenta días.
El día que falta es el del domingo después del sábado, en donde conmemoraron los hebreos, la salida de Egipto, cuando Moisés los salvó, la pascua judía.
Este pueblo a los 50 días del sábado de pascua hebrea, celebraba la fiesta de los primeros frutos, en específico el pentecostés, y solo con el trigo, como fruto distinguido.
La cosecha de cebada era otra fiesta.
Así que la fiesta duraba 50 días, una megafiesta, como dicen hoy día.
Al cosechar los primeros frutos del trigo, todo era alegría y solemnidad, a la misma vez.
Se cosechaba las gavillas de los primeros frutos, se llevaban al sacerdote, delante del templo de Jerusalén y éste los mecía, con parsimonia y alegría, pero no solo era lo que se ofrendaba, o que fuera primero, tenía un significado.
Era que todos se sentían amados por Dios, el de Abraham, el de los primeros padres, cada gavilla significaba aquellas personas que habían decidido aceptar a Dios como camino, como centro y como guía.
Obedientes, porque veían y escuchaban, no obligados, porque obligar a alguien a obedecer, no va con la raíz de la palabra.
Ahora, pasemos este tiempo, al tiempo de Jesús.
¿Qué pasó durante estos 49 días después de que Jesús resucitó?
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 1, 1-11 En mi primer libro, querido Teófilo, escribí acerca de todo lo que Jesús hizo y enseñó, hasta el día en que ascendió al cielo, después de dar sus instrucciones, por medio del Espíritu Santo, a los apóstoles que había elegido
40 días Cristo, que es Jesús, pero ya resucitado, por eso le llamamos Cristo Jesús (cristo quiere decir el ungido), aleccionó a los Apóstoles, que debieron ser verdaderas palabras de gracia, debido a que ellos no sabían que se iba a retirar, que iba a Ascender.
10 días entre la Asunción de Cristo y pentecostés, con la llegada del Espíritu Santo, tanto a María como a los Apóstoles de hecho, es María quien les lleva el Espíritu Santo-
El día de Pentecostés, el Espíritu Santo había descendido sobre María cuando vino sobre los Apóstoles y discípulos reunidos en la habitación del piso alto de Jerusalén. Sin duda, las palabras de S. Juan (19:27) “y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa”, se refieren no sólo al tiempo entre Pascua y Pentecostés, sino que se extienden a toda la vida posterior de María
Juan es pues, custodia de María Santísima, al cuidado y atención a ella, como un hijo adoptado por María. ¡Cual dichoso debió haber sido Juan, el discípulo consentido!
Entonces.
¿Qué se hace durante este tiempo de pascua? ¡pues mucho!
¿Reflexionar acaso en el Domingo de la Misericordia, con las apariciones a Sor Faustina?, ¿Conocer más la Sábana Santa?, saber más de la Octava de Pascua, saber del Cirio Pascual, la relación que guarda la familia y la pascua
¿Cómo ve? ¡Mucho que hacer!
Entonces no caigamos en la comprensión, de que la Semana Santa ya nos hizo acreedores a la gracia, así nomás de a gratis, ¡no!
¡Vamos poniendo atención a las reflexiones!, y no por ser el “santito de la oficina! O el “mochila de la universidad”, sino por ser:
¡Obedientes!
Luego entonces amigo lector, no nos quejemos del México que estamos viviendo, porque en ello quede claro: ¡Tenemos el País que queremos!? Esa es mi apuesta ¡y la de Usted?…
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