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Luis Humberto, el Midas inverso: todo lo que toca lo pudre

Desliz

por Gildo Garza
9 junio, 2025
en Editoriales
Estampida de Kuri  contra el populismo
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En Querétaro, la política ha dejado de ser oficio para convertirse en un espectáculo de baja ralea, y el ejemplo más claro es Luis Humberto Fernández, diputado federal que juega a ser operador sin haber hecho méritos. Su paso por San Lázaro es tan irrelevante como su presencia pública: sin propuestas, sin iniciativas, sin ideas, pero con una obsesión casi patológica por aparecer en encuestas… para lograr quién sabe qué. No construye estructura, no articula narrativa, no representa causas; solo se promueve a sí mismo, como si la simple exposición bastara para validar una candidatura. Aspira a mucho, ejecuta poco y representa aún menos.

Su representación es pobre, corriente, chismosa y precaria, indignante para un estado que presume de ciudadanía crítica. Mientras otros construyen desde el territorio, Luis Humberto reparte grilla y confunde el Congreso con una cabina de radio de cotilleo barato. Aspira a todo, pero no sirve para nada. Se vende como figura central, pero ni siquiera logra sostener la narrativa de su propio grupo.

Uno de los más agraviados por esa simulación es el propio diputado Edgar “el Güero” Inzunza Ballesteros, coordinador del Grupo Legislativo del Partido Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), a quien Luis Humberto desautoriza, desplaza y desdibuja cada vez que se presenta como el “líder real” del Congreso local, vendiendo votos que no son suyos y acuerdos que no ha pactado. Así, el supuesto operador nacional termina por anular al coordinador estatal, mientras alardea que él decidirá el rumbo de proyectos como “Batán: agua para todos”.

Y como cereza de este pastel rancio, el momento elegido para presentar la propuesta es digno de un manual de lo que no se debe hacer en política pública.

En junio, cuando las dependencias apenas comienzan a ejercer el presupuesto aprobado seis meses atrás, pretenden colar una nueva Secretaría del Medio Ambiente.

¿Ignoran que cualquier modificación a la Ley Orgánica del Estado debe plantearse en noviembre o diciembre, junto al paquete fiscal?

¿O simplemente les importa un carajo la viabilidad legislativa y presupuestaria?

La respuesta, tristemente, es lo segundo. Esta iniciativa está condenada a la congeladora legislativa, no por falta de valor ambiental —que ni eso trae—, sino por su evidente tufo a ocurrencia oportunista.

Porque no nos engañemos: el show de la semana pasada no fue para transformar nada, fue para tomarse la foto, robar cámara, y de paso evitar pagarle a los medios. Una conferencia, unas sillas, un par de logos, tres diputadillos con hambre de reflector, y asunto arreglado… todo aprovechando el micrófono institucional del Congreso, como si el recinto legislativo fuera un set de TikTok político.

Así, disfrazaron su vacío de propuesta con los reflectores del Día Mundial del Medio Ambiente, con la esperanza de que algún medio despistado —o comprado con promesa de futura pauta— les regalara dos minutos de gloria y una nota reciclable.

Pero no contaban con que en Querétaro ya no basta con hacer ruido. La ciudadanía observa, compara y no se traga cualquier «nota». Menos cuando viene de quienes han demostrado una y otra vez que su único compromiso es con su vanidad y su inoperancia.

Y claro, detrás del ridículo legislativo hay cálculo político. El verdadero objetivo no es cuidar el medio ambiente, sino hacer guerrilla contra Marco Del Prete, secretario de Desarrollo Sustentable y uno de los perfiles mejor posicionados para competir por la gubernatura.

El ataque es burdo, disfrazado de iniciativa, y acompañado por dos rostros ya demasiado vistos: María de Jesús Ibarra, sin base ni peso político, y Pamela Siurob, exfuncionaria de la SEDEA, y que —según versiones internas— habría seguido cobrando sin funciones claras o visibles dentro de la estructura. Es decir, existen señalamientos que la ubican como posible “aviadora”. Y aun así se presentó, en horario laboral, a respaldar una propuesta que choca frontalmente con las políticas impulsadas desde la dependencia a la que habría estado adscrita.

¿Qué se puede pensar entonces? Si sigue cobrando y milita en actos políticos contrarios a su supuesto encargo, está pateando el pesebre. Y si ya no trabaja allí, al menos usa su pasado en la estructura pública para legitimarse como interlocutora “ambiental”, aunque su presencia tenga más de conveniencia política que de compromiso técnico.

La incongruencia es grotesca: su propuesta va contra una Subsecretaría que ha sido ejemplo nacional, encabezada por Ricardo Torres, con resultados palpables: reducción de emisiones, políticas fiscales verdes, reforestaciones y ordenamiento en rellenos sanitarios.

Pero eso no importó.

No hubo una sola cifra, ni un diagnóstico. Solo protagonismo y grilla.

Luis Humberto, por su parte, no pierde oportunidad para demostrar que su brújula política está rota. Se trepó al tema de la independencia de Santiago, y fracasó. Después, atacó la concesión de recolección de basura en Querétaro, una propuesta del alcalde Felifer Macías, acusándola de ser un fraude… y terminó dándole la razón, reconociendo públicamente que el servicio funcionaba correctamente. Vendió una reforma inmobiliaria sin futuro, y ahora intenta revivir su nombre con otra promesa hueca. Es el Midas inverso de la política queretana: todo lo que toca, lo pudre.

A estas alturas, su estrategia ya es predecible: simular liderazgo, suplantar coordinaciones, apropiarse de reflectores que no le corresponden y gritar “yo controlo todo” mientras su credibilidad se desmorona. Con base política inexistente, con discurso saturado de ocurrencias, y con una necesidad crónica de reflector, Luis Humberto Fernández no representa a Querétaro: lo caricaturiza.

Querétaro no necesita más secretarías, necesita políticos que no sean una vergüenza pública.

Lo que pide la ciudadanía es menos grilla, menos selfie, y más trabajo serio. Porque mientras ellos hacen show, el medio ambiente sí está en riesgo. Pero no por falta de oficinas: por exceso de simuladores.

A chambear. @GildoGarzaMx

Etiquetas: BatánCongresoFeliferInzunzaLuis HumbertoMorena

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